Abriendo brecha hacia un futuro donde estemos más adaptados al clima
- Fecha: 18 agosto 2014
- Por: Nicky Sundt
Nuestras huellas reflejan lo que somos, los caminos que elegimos tomar y el cuidado con el que nos movemos. Paso a paso se suman, e importan. Del mismo modo, durante todo el año, al usar energía, agua, alimentos y otros recursos y afectar el ambiente que nos rodea, cada uno de nosotros deja una "huella ecológica" en el planeta. Hasta cierto punto, el planeta restaura anualmente algunos de esos recursos y absorbe los impactos. Pero nuestras huellas están haciéndose más grandes, más profundas y más numerosas, y la Tierra tiene cada vez menor capacidad de reponer los recursos que utilizamos y de absorber todos nuestros impactos.
Más de la mitad de nuestra huella ecológica - y la de mayor crecimiento – es causada por el uso de combustibles fósiles. Es tan importante que a menudo se le menciona por separado como nuestra "huella de carbono”. Obtenemos carbono fósil previamente almacenado en lo profundo del suelo, en forma de carbón, petróleo y gas natural y lo quemamos para producir energía útil. Pero el ciclo del combustible fósil - incluyendo la producción, transmisión, distribución y uso final - también da lugar a una amplia gama de impactos nocivos. Entre el más preocupante está la liberación masiva de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
La consecuencia más inmediata es la rápida acumulación de CO2 en la atmósfera. Las concentraciones medias diarias de CO2 en la atmósfera superaron las 400 partes por millón en mayo de 2013 – el nivel más alto alcanzado en millones de años. Alrededor de una cuarta parte del carbono que hemos liberado a la atmósfera ha terminado en los océanos y por consecuencia, se están volviendo más ácidos. Las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera están atrapando más energía solar. Más del 90% de esa energía extra se ha traducido en el calentamiento de los océanos y el resto afecta el calentamiento de la atmósfera. Estamos alterando fundamentalmente la envoltura dentro de la cual vivimos, incluyendo a todos los demás seres del planeta. El clima está cambiando: los patrones de lluvia y la frecuencia; y la severidad de los fenómenos climáticos extremos como sequías, inundaciones y olas de calor. El hielo del mar, los glaciares y las capas de hielo de Groenlandia y Antártida se están derritiendo. Los niveles del mar están subiendo.

El presidente Barack Obama aborda los desafíos del cambio climático.
Según las palabras del Presidente Obama: "El mundo todavía ve a Estados Unidos como un líder".
Tenemos que prepararnos para los impactos de las perturbaciones climáticas y oceánicas con las que estamos comprometidos ahora, debido a los GEI que ya se han liberado a la atmósfera y que probablemente continuaremos liberando en el futuro. Tenemos que ser más resilientes.
También debemos reducir drásticamente las emisiones de GEI procedentes de los combustibles fósiles si queremos evitar mayores amenazas a nuestra supervivencia en el largo plazo. Eso significa cambiar rápidamente de combustibles fósiles a fuentes de energía renovables como la energía solar y del viento. También implica reducir el uso de energía y utilizarla de manera más eficiente.
Hay mucho por hacer, de manera individual y colectiva. Mucho debe hacerse en nuestras propias comunidades. Pero no será suficiente. Así como las naciones comparten los océanos y la atmósfera, nosotros compartimos las vulnerabilidades y las necesidades de liderazgo y acción colectiva internacional.
Mucho depende del liderazgo del Presidente Obama – en la manera en que él abre brecha hacia adelante – asumiendo compromisos en nombre de Estados Unidos para reducir nuestras propias emisiones de GEI más allá del año 2020; y apoyando financieramente las acciones en los países menos desarrollados para frenar sus emisiones y aumentar su capacidad de adaptación. Las medidas que adopte el Presidente, el camino que elija y el cuidado que demuestre hacia el futuro ayudarán a asegurar el progreso en las negociaciones climáticas internacionales en Lima, Perú, en diciembre de 2014 y en París, Francia, a finales de 2015.
"No nos engañemos. El mundo todavía ve a Estados Unidos como un líder", expresó el presidente Obama en junio de 2013. "Como la mayor economía del mundo y el segundo mayor emisor de carbono, como un país con capacidad sin igual de impulsar la innovación y los avances científicos, como el país al cual las personas del resto del mundo siguen tornándose en tiempos de crisis, tenemos una función vital que desempeñar. No podemos permanecer al margen. Tenemos una responsabilidad singular... Y tenemos que asumir la responsabilidad de mantener el planeta habitable o sufriremos las consecuencias, juntos".
Nicky Sundt, es el Director de Integración de Ciencia y Política, del Programa de Cambio Climático de WWF-US.