Congela la huella ecológica de tu comida

Después de la secadora de ropa, el refrigerador es uno de los lugares de tu hogar donde, con mayor facilidad, se pueden perder las cosas.

Refrigerator

¿Alguna vez has abierto tu refrigerador y encontrado un yogurt que perdiste hace un mes? ¿O compraste más kétchup porque olvidaste que ya tenías? Así es, estaba escondido detrás de las sobras que querías llevar para almorzar, la semana pasada, a tu trabajo.

La suma de estos pequeños descuidos implica un gran costo tanto para el medio ambiente como para las finanzas. Un tercio de todos los alimentos -más de 1,430 millones de toneladas al año en todo el mundo- se desperdicia, lo que representa hasta el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y aproximadamente una cuarta parte de toda la deforestación y el uso humano del agua.

Evitar el desperdicio de alimentos es una de las formas más efectivas para reducir tu huella ecológica o tu impacto sobre el medio ambiente. Aquí algunas cosas que puedes hacer al respecto:

Coloca al frente y al centro: Guarda los sobras y los alimentos preparados en recipientes transparentes y colócalos en la parte delantera de tu refrigerador para que no los olvides.

Cómete eso primero: Elige un recipiente o estante para aquellos alimentos que deban comerse dentro de una semana.

Ve de compras dentro de tu refrigerador: Cocina o come lo que tienes en casa antes de ir a comprar más.

No le temas al congelador: Primero, considera comprar alimentos congelados. Duran más y no pierden su sabor. Y asegúrate de guardar carne, mariscos y pan en el congelador (en lugar de la basura) cuando no puedas consumirlos según las fechas de caducidad. Allí se mantendrán en buen estado.

Conoce más sobre el trabajo de WWF para prevenir el desperdicio de alimentos (continuar en inglés).