El costo oculto del desperdicio de alimentos

Descubre cómo puedes ayudar a reducir el impacto financiero, ambiental y personal del desperdicio de alimentos

El desperdicio de alimentos es un problema aún más grande de lo que la mayoría de la gente imagina. Afecta nuestro bolsillo, nuestras comunidades y a nuestro planeta. Al aprender sobre las causas y consecuencias del desperdicio de alimentos, estás dando el primer paso para hacer la diferencia. Aquí compartimos información, consejos y recursos para que puedas reducir fácilmente el desperdicio de alimentos en tu vida diaria.

Acciones rápidas que puedes tomar ahora

  • Antes de entrar en detalles, aquí unos sencillos pasos que puedes aplicar hoy mismo para reducir el desperdicio de alimentos:
  • Más que en las fechas de caducidad, confía en tus sentidos (observa, huele, saborea), para determinar si los alimentos aún se pueden comer.
  • ¡Hackea tus hábitos! Pasa de la consciencia a la acción planeando tus comidas: "Si no uso este brócoli para el miércoles, ENTONCES lo agregaré a una ensalada, un salteado o una tortilla".
  • Congela los alimentos que sueles tirar, como verduras, fruta, pan y leche, antes de que se echen a perder.
  • Come las sobras una vez a la semana (¡o más!) y sé creativo.
  • Usa los productos marchitos, dorados o imperfectos para hacer batidos, pan, mermeladas, salsas o caldos. Consulta sitios web como Big Oven, Supercook y MyFridgeFood para aprender recetas basadas en los ingredientes que ya tienes en tu cocina. Crea un estante para "reutilizar" en el refrigerador y la despensa donde guardes los alimentos que se pueden desperdiciar en un lugar visible donde no los olvides.
  • Haz una lista de súper y síguela en cada salida de compras para evitar comprar de más.
  • Regálale a tus amigos, familiares y vecinos la comida que sabes que no comerás a tiempo.

 

La magnitud del problema

Alrededor del 40% de los alimentos en Estados Unidos no se consumen; la mitad de este desperdicio se produce en los hogares. Esto le cuesta al país 310 mil millones de dólares anuales, mientras que un hogar promedio pierde unos 1,500 dólares al año debido al desperdicio de alimentos. El impacto ambiental es igualmente alarmante: el desperdicio de alimentos representa aproximadamente el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, casi cuatro veces las emisiones de todas las aerolíneas a nivel mundial. Producir alimentos que finalmente se desperdician consume suficiente agua para llenar 9 millones de piscinas olímpicas, genera emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a conducir un millón de semirremolques completamente cargados por todo el país y utiliza tierras agrícolas equivalente al tamaño de California y Nueva York juntas.

¿De dónde proviene el desperdicio de alimentos?

Los alimentos se pierden en todos los niveles de la cadena alimentaria: desde los que no se cosechan en las granjas, los que son rechazados por los supermercados por imperfecciones, los que se echan a perder en los bufés y los que se marchitan en el refrigerador. Casi la mitad del desperdicio proviene del hogar, por lo que comprender y reducir el desperdicio es crucial.

17%
Granjas

15%
Fábricas

20%
Minoristas


48%
Hogares

 

 

Etiquetas de fecha de caducidad: engañosas y costosas

Las etiquetas de fecha de caducidad como "Consumir preferentemente antes de" y "En mejor estado antes de" a menudo causan confusión, lo que genera un desperdicio innecesario de alimentos. Un estudio reciente revela que el 31% de las personas que desechan alimentos basándose únicamente en estas etiquetas generan casi el doble de desperdicio que quienes afirman no tirar nunca o rara vez alimentos cuya fecha de caducidad ha pasado.

Para la mayoría de los productos, estas fechas indican calidad, no seguridad. En lugar de confiar solo en las etiquetas, intenta usar tus sentidos: observa si hay cambios en el olor, la textura o el sabor para determinar si los alimentos aún están en buen estado. Al comprender el significado real de las etiquetas de fecha de caducidad, podrás desperdiciar menos y tomar decisiones más inteligentes sobre los alimentos que compras y consumes.

¿Es la fecha de caducidad la mejor guía?

¿Sabías que las etiquetas de fecha de caducidad pueden indicar la seguridad o calidad de los alimentos, y que solo están reguladas a nivel federal en las fórmulas infantiles? El lenguaje de las etiquetas de fecha de caducidad no está estandarizado y muchos lo malinterpretan, lo que resulta en el descarte prematuro de los alimentos. Para tu seguridad, sigue las recomendaciones de fecha de caducidad en los alimentos de alto riesgo, como los embutidos listos para consumir, que suelen consumirse sin cocinar. Sin embargo, para la mayoría de los alimentos, al momento de comprar o comer ¡confía en tus sentidos!

El 31% de los estadounidenses desecha alimentos cuya fecha de caducidad ha pasado.

El 59% de los estadounidenses se deja influir frecuentemente por las etiquetas de fecha de caducidad cuando deciden comprar un alimento.

El 18% de los estadounidenses se preocupa por consumir alimentos después de su fecha de caducidad, y el 15% después de su fecha de caducidad, incluso sin signos de deterioro.

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