Las actividades humanas cambiaron a nuestro planeta para siempre. Los devastadores incendios forestales, las severas inundaciones y el calor extremo, los cuales ocurren con mayor frecuencia, sirven como una terrible confirmación: la crisis climática ya está aquí.

Un nuevo y exhaustivo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés), que evalúa el estado más reciente de la ciencia climática mundial, revela que las temperaturas globales ahora rondan los 1.1°C por encima de los niveles preindustriales y que nuestras acciones ya alteraron la Tierra de forma irreversible.

Aunque todavía es posible limitar el calentamiento a 1.5° Celsius y evitar cambios aún más devastadores en nuestro medio ambiente, solo podemos lograrlo actuando de forma inmediata y agresiva para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.

En la creación de este informe participaron más de 200 científicos que evaluaron los avances científicos en los últimos años y ayudaron a reunir los hallazgos de más de 14,000 artículos. Aquí las conclusiones clave:

Hemos alterado el planeta de forma irreversible

Ya estamos siendo testigos de los impactos de la crisis climática causada por el hombre a medida que las temperaturas globales se acercan cada vez más a la marca de los 1.5°C, hito que a menudo se promueve como el punto donde los sistemas naturales comenzarán a colapsar provocando cambios permanentes y transformando la vida tal como la conocemos.

Estos cambios han ocasionado un clima más extremo con incendios forestales severos, inundaciones y calor récord, entre otras situaciones tanto aquí en Estados Unidos como en todo el mundo. Los niveles del mar continúan aumentando y los científicos no pueden ignorar un aumento de varios pies en el próximo siglo si no reducimos drásticamente las emisiones. A medida que las temperaturas globales sigan subiendo, veremos estos impactos con mayor regularidad y con una devastación potencialmente mayor.

Sin embargo, limitarnos a 1.5°C aún es posible

La diferencia entre un mundo con 1.5°C y 2°C de calentamiento global es enorme, no obstante la oportunidad de limitar el aumento de temperatura a 1.5°C sigue siendo científicamente posible. Solo necesitamos la voluntad política para tomar medidas urgentes y ambiciosas para reducir las emisiones en este momento. Podemos lograrlo recortando rápida y fuertemente las emisiones de gases de efecto invernadero y protegiendo y restaurando la naturaleza.

Nuestras decisiones hacen la diferencia

Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero puede ayudar a prevenir los impactos más extremos de un planeta que se calienta, reducir la contaminación, mejorar la calidad del aire y beneficiar nuestra salud de muchas maneras. Cada fracción de grado de calentamiento adicional es importante, y también lo son todas las decisiones que tomemos de aquí en adelante. El informe presenta una gama de los posibles escenarios a futuro que tenemos ante nosotros en función de lo que decidamos hacer ahora. La medida en que reduzcamos las emisiones de gases de efecto invernadero hoy afectará directamente la vulnerabilidad de las generaciones actuales y futuras y la amplia gama de vida vegetal y animal del planeta.

Pero el tiempo se está agotando

La oportunidad de limitar el aumento de temperatura a 1.5°C es pequeña, pero científicamente aún es posible si tomamos medidas urgentes y firmes. El informe confirma que los líderes deben elevar de inmediato la ambición de sus compromisos nacionales a corto y largo plazo en virtud del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a 1.5°C. Los creadores de las políticas públicas deben actuar tomando como referencia la abrumadora evidencia de los peligros que enfrentamos actualmente y que seguiremos enfrentando si el mundo no logra reducir las emisiones y adaptarse a los impactos del cambio climático. Este es el momento de actuar.