La mariposa monarca, un importante polinizador, podría incluirse en la Ley de Especies en Peligro de Extinción
La propuesta del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos se presenta en un momento en que la población de las mariposas monarca continúa disminuyendo
- Fecha: 10 diciembre 2024
- Autor: Clay Bolt
Existen pocas especies de insectos tan queridas como la mariposa monarca. Llenan de alegría a las personas en tres países al volar suavemente por los prados, adornar los patios de nuestros hogares o elevarse hasta lo más alto de las brumosas montañas. Se encuentra entre los extraordinarios insectos a los que muchos han dedicado tiempo y esfuerzo para proteger, sin embargo, su número sigue disminuyendo a pesar de nuestros mejores esfuerzos. La población de la mariposa monarca migratoria ha disminuido tanto que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos ha propuesto protegerla bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción. ¿En qué nos equivocamos?
Durante años, el "por qué" se ha atribuido principalmente a la destrucción del hábitat, tanto en las zonas de hibernación de la mariposa monarca en el centro de México como en las Grandes Planicies en Estados Unidos. En estos diversos entornos, varias generaciones de mariposas monarca vuelan hacia el norte cada primavera y verano, antes de que las mariposas conocidas como la generación de Matusalén (en honor a un personaje bíblico que supuestamente vivió hasta la avanzada edad de 969 años), utilicen la grasa corporal almacenada, que de otro modo se utilizaría para producir descendencia, para propulsar su largo vuelo, cerca de 3,000 millas hasta sus lugares de descanso en las montañas de la Sierra Madre, en el centro de México.
Hasta hace poco, la mayoría de las granjas que las mariposas monarca encuentran a lo largo de su ruta migratoria les proporcionaban alimento y refugio. Las plantas de algodoncillo, la única fuente de alimento para las orugas de la mariposa monarca, crecían comúnmente alrededor de muchas tierras de cultivo. Sin embargo, desde la década de los 90 se adoptaron dos tecnologías agrícolas que han acabado con el vuelo de la mariposa monarca casi por completo.
Mariposas monarca en riesgo
Primero fue el desarrollo de cultivos genéticamente modificados (OGM) tipo Roundup Ready. Estos cultivos transgénicos no dañan directamente a la mariposa. Más bien, se adoptaron por su capacidad para resistir el glifosato, el ingrediente activo principal del Roundup. El uso de este ingrediente es lo que ha eliminado el 99% del algodoncillo que alguna vez creció en los campos de maíz y soya.
El segundo golpe fue el lanzamiento de los neonicotinoides (neónicos), una clase de insecticida neurotóxico. Aunque se comercializan como una opción más segura para matar plagas de forma selectiva, los neonicotinoides han hecho que la agricultura estadounidense sea 48 veces más tóxica para la mayoría de los insectos, incluidos los polinizadores. Estos pesticidas están afectando a cadenas alimentarias enteras, ya que son persistentes en el medio ambiente, se infiltran en las aguas subterráneas (son muy solubles en agua) y tienen efectos acumulativos y en gran medida irreversibles en las poblaciones de invertebrados.
El principal método para dispersar los neonicotinoides es a través de tratamientos de semillas. Los neonicotinoides se utilizan en altas concentraciones en los recubrimientos de las semillas que se utilizan para cultivar maíz, canola, girasol y soya, así como otras verduras. Una semilla tratada con neonicotinoides retiene solo entre el 2 y el 5% del pesticida, mientras que el resto se filtra al medio ambiente circundante. Un análisis de 2024 sobre prácticas de uso de la tierra, pesticidas y censos sobre mariposas en el medio oeste del país concluyó que la abundancia de mariposas y la riqueza de especies, incluyendo la mariposa monarca migratoria, se vieron particularmente afectadas por la práctica de plantar semillas tratadas con neonicotinoides.
Si las semillas tratadas con neonicotinoides proporcionaran un beneficio significativo a los agricultores, sería más fácil defender su uso continuo. Por el contrario, científicos independientes y expertos gubernamentales han descubierto que el impacto positivo de los tratamientos de semillas con neonicotinoides en la productividad agrícola es, en el mejor de los casos, marginal, en parte porque se utilizan de forma generalizada independientemente de si hay necesidad o no. Estos tratamientos de semillas aumentan los costos iniciales de los agricultores sin proporcionar un retorno de inversión constante. De hecho, incluso pueden dar lugar a rendimientos inferiores a los de los cultivos sin neonicotinoides debido a que matan a los insectos que benefician a los cultivos. Desafortunadamente, a los agricultores normalmente se les niega la opción de cómo o cuándo utilizar semillas no tratadas o tratadas de forma selectiva. La decisión de colocar neonicotinoides y otros recubrimientos en las semillas generalmente la toman las agroindustrias que controlan la mayor parte del mercado mundial de semillas patentadas, lo que dificulta que los productores obtengan semillas sin neonicotinoides.
Y ahora, ¿qué sigue?
Al igual que nosotros, las mariposas monarca y sus crías necesitan alimento, refugio y un lugar seguro donde vivir. La propuesta de incluirlas en la Ley de Especies en Peligro de Extinción es un primer e importante paso para cubrir esas necesidades. Se trata de uno de esos raros casos de conservación de la vida silvestre que no es difícil de “vender”. Después de todo, ¿quién no quiere vivir en un mundo donde las mariposas monarca sigan volando? La pregunta es si nos comprometeremos a hacer realidad este sueño. La recuperación duradera de esta magnífica especie dependerá no solo de las protecciones gubernamentales, sino también de la colaboración entre los propietarios de las tierras, los agricultores, los conservacionistas y los ciudadanos comunes que pueden ayudar a salvaguardar los hábitats críticos a lo largo de su asombrosa ruta migratoria de 3,000 millas hacia la supervivencia.
¿Cómo puedes ayudar?
- Temas relacionados: