Las grullas canadienses y la importancia del río Grande

Asombrosas aves migratorias que necesitan hábitats saludables de agua dulce

Cada primavera y otoño, un encantador y agudo canto se puede escuchar en el cielo del suroeste estadounidense. Es la grulla canadiense, un ave alta y elegante que tiene un plumaje gris cenizo, una coronilla carmesí y una presencia inconfundible. Estas antiguas aves, de las cuales se han encontrado ancestros fosilizados que datan de hace 2.5 millones de años, son una de las especies migratorias más emblemáticas de Norteamérica.

Cada año, recorren miles de kilómetros entre sus zonas de reproducción en el norte de Estados Unidos, Canadá e incluso Siberia, y sus lugares de hibernación en el sur de Estados Unidos y México. A lo largo del trayecto que recorren, dependen de algunos hábitats cruciales para descansar y reponer fuerzas. ¿Uno de los más importantes? El río Grande (río Bravo).

Altas, elegantes e infinitamente fascinantes

Las grullas canadienses se encuentran entre las aves más altas de Norteamérica. Llegan a medir hasta 4 pies (1.2 m) de altura y la envergadura de sus alas puede llegar a ser mayor a los 6 pies (1.8 m). Suelen verse en grupos familiares o grandes bandadas realizando complejas danzas de cortejo: haciendo reverencias, saltando y lanzando palos o hierbas al aire. Estas demostraciones no son solo un espectáculo, también fortalecen los lazos entre las parejas, mismos que pueden durar toda la vida.

Las grullas son omnívoras. Cuentan con una dieta variada que incluye semillas, granos, tubérculos, insectos e incluso pequeños vertebrados. Esta adaptabilidad les permite sobrevivir en una amplia gama de ecosistemas como humedales, pastizales e incluso tierras de cultivo.

También son increíblemente sociables. Durante su migración y el invierno, las grullas canadienses se reúnen por miles, y sus cantos crean un coro que inunda el entorno con una energía salvaje. En el Valle Medio del río Grande de Nuevo México, este espectáculo alcanza su máximo esplendor cada invierno, atrayendo tanto a los amantes de las aves como a las propias aves al Refugio Nacional de Vida Silvestre Bosque del Apache y sus alrededores.

Por qué es importante el río Grande

El río Grande es más que un río: es un recurso vital para la vida silvestre y las personas. Además, es uno de los pocos corredores ricos en humedales que aún quedan en el árido suroeste; un oasis excepcional para que las grullas migratorias descansen, se alimenten y recuperen fuerzas antes de continuar su viaje. Pero, al igual que muchos ríos de la región, el río Grande enfrenta serios desafíos: la sobreexplotación, la sequía, la fragmentación de los hábitats y el cambio climático han afectado negativamente su salud.

Sin caudales contínuos de agua ni humedales sanos, las zonas de descanso se secan. Para las grullas canadienses y otras especies migratorias, esta pérdida puede implicar vuelos más largos y arriesgados, con menos lugares donde aterrizar de forma segura.

Cómo WWF ayuda a las grullas canadienses

WWF trabaja para proteger y restaurar el río Grande, tanto para la vida silvestre como para las comunidades. Nuestros esfuerzos se centran en:

  • Recuperar los humedales, hábitats de que sustentan a grullas, castores, peces y plantas nativas
  • Colaborar con comunidades indígenas y locales para proteger los territorios de importancia cultural y ecológica
  • Abogar por una gestión sostenible del agua que equilibre las necesidades de las personas y la naturaleza
  • Reconectar los ríos y restaurar los caudales naturales para garantizar el desarrollo de todo el ecosistema

Al apoyar la restauración del río con base científica y la conservación comunitaria, contribuimos a crear un futuro donde las grullas canadienses puedan continuar sus antiguos patrones de migración y donde el río Grande se mantenga como un río vibrante y lleno de vida para las generaciones futuras.

¿Cómo puedes ayudar a proteger ríos?

Cada acción cuenta. Apoyar a grupos conservacionistas, visitar reservas naturales de forma responsable y concienciar sobre la importancia de unos ríos sanos puede hacer la diferencia. Ahora mismo puedes pedirle al Congreso que apoye el financiamiento de programas clave de agua dulce (continuar en inglés), como la restauración del río Grande. La próxima vez que escuches el canto salvaje de una grulla canadiense, recuerda el río que la ayudó a llegar hasta allí y a las personas que trabajan para mantener saludable al río.