Pescando sustentablemente y salvando las tortugas marinas

En la localidad colombiana de Acandí, líderes como Jesús Antonio Julio Cuestas construyen un futuro mejor

Portrait of Jesús Antonio Julio Cuestas in a blue shirt in front of a body of water on a sunny day

Jesús Antonio Julio Cuestas

En el extremo norte de Colombia se ubica el pueblo costero de Acandí, al cual se pude acceder únicamente por agua o aire; no hay camino que lleve allí. Por remoto que sea, los residentes de Acandí no son inmunes a la lucha por mantener el equilibrio entre sus medios de subsistencia y al mismo tiempo proteger la biodiversidad. La buena noticia es que tras décadas de disminución de las poblaciones de peces, muchos pescadores locales ahora están promoviendo activamente el bienestar de la vida silvestre y cambiando sus prácticas pesqueras para minimizar el daño al medio ambiente.

Trabajando por un cambio

Jesús Antonio Julio Cuestas, elegido por sus compañeros pescadores de Acandí como su representante, desempeña múltiples funciones para la conservación y gestión de los recursos marinos de la región. Además de ser pescador artesanal y miembro del consejo comunitario, Cuestas es técnico de Parques Nacionales Naturales de Colombia, la agencia gubernamental responsable de supervisar las áreas protegidas del país.

En el pasado, los métodos tradicionales de pesca comunitaria, transmitidos por las personas mayores, se centraban en la pesca de subsistencia y la gestión sostenible de los recursos. Sin embargo, la introducción a gran escala de barcos pesqueros de arrastre, conocidos como barcos "vikingos", condujo a una extensiva pesca de arrastre a lo largo de la costa durante casi cuatro décadas. Este enfoque de pesca indiscriminada fue agotando gradualmente los recursos pesqueros de la zona. Como resultado, muchos pescadores pasaron de las líneas de mano a las redes, algunas de las cuales pueden ser muy destructivas para la vida marina, incluyendo las tortugas marinas.

Cuestas hace énfasis en el impacto negativo de estos desarrollos y la urgente necesidad de técnicas de pesca más sostenibles y responsables. Con su participación, los pescadores trabajaron para minimizar su impacto en el ecosistema marino. Al modificar los métodos de pesca y adoptar nuevas prácticas, buscan un enfoque de pesca más sostenible y equilibrado. Estos esfuerzos son liderados por Cuestas y sus colegas para apoyar activamente la conservación de las tortugas marinas en la región. Por supuesto, el cambio no siempre se produce de la noche a la mañana; incluso mientras Cuestas analiza estos cambios, se pueden ver a algunos pescadores continuando con sus dañinas actividades pesqueras.

Beneficios económicos y sociales

La colaboración entre los pescadores, los Parques Nacionales Naturales de Colombia, WWF y otros socios de conservación ofrece un equilibrio que beneficia a los pescadores económica y socialmente, al mismo tiempo que promueve la conservación del medio ambiente. Al reconocer la importancia de mantener sus medios de subsistencia como pescadores, los esfuerzos apoyan a la comunidad con las herramientas y recursos necesarios. Esto incluye nuevos motores para los barcos y el establecimiento de un restaurante dónde ofrecer su pesca del día. Al fomentar una economía circular dentro de la comunidad, los beneficios generados por las actividades pesqueras permanecen dentro del área local.

Dado que el restaurante contribuye a la sostenibilidad económica de la comunidad, también promueve la seguridad alimentaria. Con la pesca del día, los pescadores pueden proporcionar marisco fresco y de origen local, garantizando la calidad y seguridad de los alimentos consumidos.

Es un enfoque colaborativo y en torno a medios de subsistencia sostenibles y la conservación, con colaboración y apoyo continuos, que parece estar funcionando.

Un futuro para los pescadores y las tortugas

"La pesca y la conservación son compatibles siempre que tengamos buenas prácticas de gestión y uso sostenible de nuestros recursos pesqueros", afirma Cuestas. Él, junto con otros funcionarios del parque, monitorea activamente las actividades pesqueras en Acandí. Cada mañana, visitan los mercados de pescado para recopilar datos sobre los recursos pesqueros (incluidos precios y tallas) para evaluar el estado de la industria pesquera local.

Los esfuerzos de sensibilización de la comunidad, el gobierno y otras partes interesadas ayudan a proteger la población de las tortugas marinas de la región.

“Este año los pescadores del municipio de Acandí no han utilizado la red más letal que estaba provocando la muerte de la tortuga laúd”, explica orgulloso Cuestas. Los cambios incluyen la coordinación de las embarcaciones de fondeo para proteger las praderas marinas que sirven como zona de alimentación para la vida marina; y poner fin a las redes arrojadas por los pescadores en los lugares donde las tortugas ponen sus huevos.

Cuestas cree que el santuario marino en Acandí es su mayor activo. Hace énfasis en el fortalecimiento continuo, la coordinación con la comunidad y sus socios para mejorar la calidad de vida conservando el ecosistema marino. Al hacerlo, visualiza un futuro en el que las personas de la comunidad pesquera puedan ejercer diversas profesiones, como ingenieros o abogados, afirmando con orgullo que son producto de la tradición pesquera de Acandí.

Acerca de Herencia Colombia

Colombia ocupa el segundo lugar en el mundo, sólo después de Brasil, en biodiversidad. El objetivo del programa Herencia Colombia (Heritage Colombia, también conocido como HECO) es asegurar la conservación y el financiamiento a largo plazo de más de 79 millones de acres. El proyecto trabaja en áreas protegidas y en los hábitats marinos que las rodean, apoyando a las comunidades que dependen de los recursos naturales para su sustento. Con apoyo a la gestión sostenible o medios de subsistencia alternativos, las comunidades aumentan la resiliencia al cambio climático y apoyan la conservación.