Por qué reconocer los beneficios de la vida silvestre es esencial en el desarrollo de políticas públicas

La vida silvestre brinda beneficios vitales a las personas de innumerables maneras, como polinizar las plantas para que tengamos alimentos o dispersar semillas para que los bosques puedan contribuir a regular el clima. Sin embargo, una nueva investigación liderada por WWF muestra que estas importantes contribuciones están muy subrepresentadas en los debates científicos y políticos. Si esta omisión no es abordada tendrá consecuencias perjudiciales para las personas y el planeta.

Si bien el concepto de cómo contribuye la naturaleza a las personas está bien establecido en la ciencia, los negocios y las políticas, a menudo se asume que la protección de un hábitat o ecosistema preservará automáticamente los beneficios de los que dependen las personas, según el estudio publicado en Nature Reviews Biodiversity. Esta suposición pasa por alto la importancia de la vida silvestre y sus innumerables funciones en nuestra propia supervivencia. En otras palabras, debemos proteger la vida silvestre intencionalmente y no solo los lugares donde viven los animales.

A beaver dam along the Kwethluk River at Yukon Delta National Wildlife Refuge in Alaska.

Las represas de los castores ayudan a crear importantes ecosistemas de agua dulce.

“Si las personas no reconocemos el espectro completo de valores que la vida silvestre ofrece a nuestra sociedad, incluidos los beneficios “invisibles”, pueden pasar por alto las acciones necesarias para protegerla”, comenta Becky Chaplin-Kramer, científica líder en biodiversidad global de WWF y autora principal del artículo. “Debemos tener en cuenta los roles que desempeña la vida silvestre en los ecosistemas y el impacto de su declive en el bienestar humano en las políticas y la gestión de la conservación”.

La vida silvestre proporciona beneficios materiales e inmateriales. Las poblaciones saludables de vida silvestre pueden brindar alimentos y materiales para el sustento, como ropa o usos medicinales. Más allá de estos beneficios materiales, la vida silvestre también respalda el bienestar humano y la economía a través del ecoturismo, donde se fomenta la sensación de asombro y la relevancia espiritual en todas las culturas. Cuando vemos poblaciones saludables de vida silvestre, vemos ecosistemas más saludables, mejor equipados para enfrentar las enfermedades y los desastres.

“El valor de la vida silvestre va más allá de métricas físicas como un kilogramo de carne o una tonelada de carbono almacenado”, señala Robin Naidoo, científica líder en vida silvestre de WWF y coautora del artículo. Es espiritual. Además, los encuentros con la vida silvestre pueden brindar mucho disfrute y conexión con la naturaleza a las personas".

Desafortunadamente, muchas poblaciones de vida silvestre están disminuyendo. El Informe Planeta Vivo de WWF muestra que las poblaciones de vertebrados monitoreadas se han reducido en un promedio del 73% desde 1970.

“Estos números demuestran una pérdida de diversidad genética que debilita la resiliencia de la vida silvestre frente al cambio climático, las enfermedades y la pérdida de hábitat. La disminución en la cantidad de animales o plantas individuales puede alterar ecosistemas enteros, con consecuencias de gran alcance para las personas y las economías”, menciona Chaplin-Kramer.

No solo pensemos en el lugar, sino en la vida dentro del lugar

Preservar y restaurar el hábitat es fundamental para ayudar a la vida silvestre y a las personas a prosperar. Sin embargo, también necesitamos planes diseñados específicamente para proteger a las especies si queremos seguir beneficiándonos de sus contribuciones.

La vida silvestre enfrenta amenazas que la protección del hábitat por sí sola no puede resolver. La caza furtiva, la sobrepesca, la contaminación, las especies invasoras y la crisis climática afectan a las poblaciones. Necesitamos cerrar la brecha entre los planes para conservar los ecosistemas y los planes para proteger las especies.

“Sin especies, los ecosistemas no pueden realizar sus funciones adecuadamente, lo que afectará a las personas”

Becky Chaplin-Kramer
Científica líder de biodiversidad global, Ciencia global, WWF

“No pensemos solo en el lugar, sino en la vida dentro del lugar”, dice Chaplin-Kramer. “Si preservamos los lugares sin prestar atención a las especies que viven allí, podríamos estar preservando lugares cada vez más vacíos. Sin especies, los ecosistemas no pueden realizar sus funciones adecuadamente, lo que terminará por afectar a las personas”.

Un ejemplo conocido del impacto de la pérdida de especies es el caso de las nutrias marinas de América del Norte. El comercio de pieles del siglo XIX diezmó sus poblaciones, lo que provocó un incremento en la población de erizos de mar, que a su vez destruyeron los bosques de kelp. Esto tuvo grandes consecuencias para las poblaciones de peces, las comunidades pesqueras locales y los ecosistemas costeros, haciendo que el área fuera más vulnerable a las tormentas y la erosión y reduciendo los recursos disponibles para las comunidades indígenas que dependían del kelp.

“La pérdida a largo plazo de la vida silvestre provocará una disminución de sus contribuciones a las personas y, en última instancia, perjudicará su bienestar”, indica Nathan Bennett, científico principal de océanos globales de WWF y coautor del artículo. “Esto aplica especialmente para los pueblos indígenas y las comunidades que dependen en gran medida de la vida silvestre como medio de subsistencia. La vida silvestre también puede respaldar las empresas y los empleos del ecoturismo local”.

Incorporando la vida silvestre en las políticas

La investigación exige un mayor reconocimiento de las contribuciones de la vida silvestre en las políticas globales de biodiversidad, como el Marco Mundial de Biodiversidad, un histórico acuerdo que compromete a las naciones a detener y revertir la pérdida de la naturaleza para 2030. Al conectar la vida silvestre con los beneficios que proporciona, los responsables de las políticas y los administradores de la vida silvestre pueden generar un apoyo más amplio para los esfuerzos de conservación, asegurando que estos beneficios continúen.

El estudio también destaca las brechas en el monitoreo y modelado a gran escala, enfatizando que los avances en tecnología satelital, inteligencia artificial, ADN ambiental, detección acústica y ciencia ciudadana podrían mejorar el conocimiento y los datos, asegurando que los recursos de conservación se implementen de manera eficiente. Sin embargo, estos avances requieren una mayor inyección de fondos.

“Han pasado dos años desde la adopción del Marco Mundial para la Diversidad Biológica y aún nos falta un camino claro para movilizar los recursos necesarios para su implementación”, comenta Wendy Elliott, líder interina de prácticas para la biodiversidad en WWF. “En la sesión de las conversaciones internacionales que se reanudará en Roma el mes próximo, los líderes deben recordar los enormes beneficios “invisibles” de la vida silvestre que sustentan a nuestras sociedades y los riesgos que enfrentamos si no se aborda la crisis de la biodiversidad. Con la misma urgencia debemos llegar a un acuerdo sobre un paquete financiero que satisfaga las necesidades inmediatas de los países para salvaguardar estos beneficios para las generaciones actuales y futuras”.

Conoce por qué salvar la vida silvestre es fundamental para la supervivencia humana.