¿Qué es la conservación transfronteriza y por qué es importante?
La naturaleza no se ajusta a las fronteras creadas por el hombre. Tomemos como ejemplo a la cebra común, que migra cada año entre las llanuras aluviales del río Chobe, en Namibia, y el Parque Nacional Nxai Pan, en Botsuana; o el río Danubio, que serpentea desde Alemania hasta Ucrania, brindando en su trayectoria agua potable a unas 20 millones de personas. En ambos casos se cruzan fronteras internacionales y ambos escenarios necesitan protección. Pero ningún país puede proteger por completo algo que no está completamente bajo su control.
La conservación transfronteriza significa que los países que comparten recursos naturales trabajan juntos para administrarlos sabiamente, en beneficio de todos. Pareciera obvio, pero no resulta fácil cuando entran en juego los valiosos recursos, los cambios de comportamiento y la política. Dos países que comparten un ecosistema pueden tener antecedentes de conflicto o de injusticias. Podría haber prioridades nacionales más importantes o desacuerdos sobre cómo proceder.
WWF ayuda a facilitar esta colaboración en todo el mundo, como un defensor externo de la naturaleza. Consultamos con líderes gubernamentales, aportando experiencia científica y planes de acción para avanzar. No es un trabajo fácil, pero el éxito en la conservación transfronteriza puede representar la diferencia entre la destrucción y la protección de algunos de los recursos más valiosos del mundo.
Un éxito de conservación transfronteriza es el Pantanal, el humedal tropical más grande del mundo que se extiende a través de tres países sudamericanos. Los 42 millones de acres del Pantanal albergan a más de 4,700 especies de plantas y animales, incluyendo jaguares, caimanes y cientos de aves nativas y migratorias. Cada año, el Pantanal protege a millones de personas ante las inundaciones absorbiendo el agua durante la temporada de lluvias –como un gigantesco depósito- para después liberarla lentamente durante los meses más secos.
En los últimos años, el Pantanal ha estado en riesgo debido a amenazas como el desarrollo de infraestructura insostenible, contaminación y deforestación. En 2018, tras años de colaboración, Bolivia, Brasil y Paraguay firmaron la Declaración para la Conservación, Desarrollo Integrado y Sostenible del Pantanal. Este acuerdo histórico compromete a las naciones a diseñar e implementar planes coordinados, asegurando que todo el desarrollo del Pantanal sea sostenible. También se comprometieron a mantener la calidad y cantidad de agua en la cuenca del río Paraguay.
La conservación transfronteriza también sirve para preservar la vida silvestre, como en el Área de Conservación Kavango-Zambeze de África (KAZA). Ahí, cinco países -Angola, Botsuana, Namibia, Zambia y Zimbabue- trabajan de manera independiente y en colaboración para gestionar el área de conservación compuesta por áreas protegidas, tierras comunales, tierras privadas y reservas de caza. Más de 200 especies diferentes de mamíferos consideran a este lugar como su hogar, incluyendo casi la mitad de los elefantes de África.
En 2011, las cinco naciones establecieron KAZA con una visión compartida: conservar las regiones silvestres. Reconocieron el valor de proteger las especies por el bien de la vida silvestre y las comunidades que dependen del turismo como fuente de ingresos. KAZA, cuya extensión es de 106 millones de acres, aproximadamente el tamaño de Francia, es un modelo para la conservación transfronteriza en África y el mundo.
Hoy, a medida que el alcance de las amenazas ambientales continúa creciendo, la conservación transfronteriza es más importante que nunca. Debemos trabajar juntos para salvar nuestros recursos comunes y avanzar más allá de las fronteras para proteger el planeta.
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