Reciente informe de WWF señala la gravedad de las trampas de lazo en el sudeste asiático

A patrol uncovers and dismantles a snare intended to catch hoofed game in Mondulkiri Protected Forest, Cambodia.

Las trampas de lazo están ocasionando una crisis en el sudeste asiático, acelerando la extinción de la vida silvestre y aumentando el riesgo de exposición de los humanos a enfermedades zoonóticas. Según Silence of the Snares: Southeast Asia’s Snaring Crisis, un nuevo informe de WWF, se estima que más de 12 millones de trampas de lazo son colocadas cada año dentro de áreas protegidas en Camboya, Laos y Vietnam, un grupo de países que conforman el epicentro de la crisis de esta región. Si bien 12 millones es una cantidad impresionante, el número total de trampas de lazo en el sudeste asiático es aún mayor, ya que el informe de WWF solo analizó una parte de la totalidad de las áreas protegidas de la región.

Estas trampas rudimentarias pero letales son utilizadas principalmente para capturar animales para el tráfico ilegal de vida silvestre, alimentando la creciente demanda de carne de caza y productos animales en las zonas urbanas. En el sudeste asiático, la caza está ocasionando la rápida disminución de las poblaciones de animales e incluso la extinción de especies locales, además de representar una amenaza para la salud humana al aumentar el contacto cercano entre las personas y la vida silvestre, lo que a su vez puede incrementar las posibilidades de brotes de enfermedades zoonóticas. Muchos de los animales que son cazados con trampas de lazo, como el jabalí, la civeta de las palmeras y el pangolín, se encuentran entre los de mayor riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas.

Banteng.

Trampas de lazo, entre otras.

En general, las trampas de lazo impactan a más de 700 especies de mamíferos en la región, incluyendo animales carismáticos y poco comunes como el elefante asiático, el rinoceronte de Sumatra, el saola y el banteng. También representan la mayor amenaza a largo plazo para la sobrevivencia de los tigres en el sudeste asiático, los cuales están funcionalmente extintos en Camboya, Laos y Vietnam, ya que las trampas de lazo no solo matan a los tigres sino también a sus presas.

Retirar las trampas de lazo no es suficiente para hacer frente a esta crisis. WWF está instando a los gobiernos del sudeste asiático a que fortalezcan la legislación para disuadir la corrupción e invertir en más recursos para apoyar los esfuerzos de patrullaje y el monitoreo de las áreas protegidas. Los gobiernos también deben tomar medidas para limitar la compra, venta, transporte y consumo de especies de vida silvestre que son de alto riesgo de transmisión de enfermedades zoonóticas, como la mayoría de los ungulados y los carnívoros objeto principal de la caza. Por último, para frenar la demanda que fomenta el uso de las trampas de lazo se requiere del compromiso de las comunidades locales y los socios de conservación, así como la protección estos importantes ecosistemas.