Salvando a la vida silvestre a través de los alimentos

Lecciones de la nutrición de la naturaleza

A lo largo de mi carrera, he tenido el extraordinario privilegio de ayudar a salvar a los animales silvestres a través de la alimentación. Como especialista en nutrición comparativa animal, he dedicado décadas a trabajar en la intersección de la biología de la vida silvestre y los sistemas alimentarios. Los principios que he aprendido sobre nutrición para la conservación ahora fundamentan los esfuerzos globales para lograr una agricultura animal más sostenible. Ya sea salvando hurones en peligro de extinción o alimentando al ganado con un menor impacto ambiental, el mensaje fundamental prevalece: la nutrición es muy importante, es la base.

Un hurón, un halcón y una lección sobre las presas como un todo

Uno de mis primeros y más memorables trabajos fue en la Wildlife Conservation Society, con sede en el Zoológico del Bronx de Nueva York. Apenas unos meses después de comenzar, los últimos 18 hurones de patas negras que quedaban en el mundo fueron llevados a cautiverio para iniciar un programa de conservación de cría de emergencia. Los hurones se alimentan de forma natural casi exclusivamente de perritos de las praderas: piel, órganos, grasa y todo. Pero en cautiverio, se los alimentaba con cadáveres desollados y preparados del congelador, lo que les quitaba nutrientes esenciales.

Después de consultar con productores de alimento para animales, e incluso con mi tío abuelo jubilado, criador de visones, diseñamos una dieta que imitaba el perfil nutricional de las presas silvestres. También realizamos una detallada investigación sobre la composición nutricional de los perritos de las praderas en diferentes etapas de su vida, estaciones y ubicaciones. Este trabajo continúa guiando la alimentación no solo para los hurones de patas negras, sino también la alimentación de los carnívoros en general. Fue un poderoso recordatorio: el alimento de los animales en la naturaleza es más que un menú: es un plan de supervivencia.

Un caso similar involucró a halcones peregrinos en el centro de cría de The Peregrine Fund. Los huevos no eclosionaban, mostrando signos de deficiencia de vitamina E. Aunque los adultos comían presas enteras (codornices), sus niveles de vitamina E en sangre eran muy inferiores a los de los halcones salvajes. Inicialmente, inyectamos vitamina E directamente a las codornices de engorda (hasta 50,000 aves al año), pero esto claramente no era sostenible desde una perspectiva laboral. Así que reformulamos la dieta de las codornices, enriqueciéndola con vitamina E. ¿El resultado? Polluelos sanos y un éxito de conservación que ayudó a eliminar a los halcones peregrinos de la lista de especies en peligro de extinción.

La conclusión clave aquí aplica tanto a animales como a humanos: lo que comemos importa. Los efectos a nivel trófico se extienden a través de los ecosistemas. La nutrición no se trata solo de lo que entra en la boca; se trata de toda la cadena alimentaria.

Rinocerontes en busca de alimento y la complejidad de las dietas basadas en plantas

No todas las especies dependen de la carne. Los rinocerontes que ramonean —como el de Sumatra y el negro— presentaron un panorama nutricional completamente diferente. Los ejemplares cautivos sufrían desequilibrios de ácidos grasos y minerales, exceso de hierro y deficiencias de antioxidantes. Nuestra solución comenzó en campo, analizando las plantas nativas y sus perfiles nutricionales únicos.

El consumo de variedad de forraje por sí sola carece de sentido a menos que se conozca su composición. No podemos replicar todas las plantas de la dieta silvestre de un rinoceronte, pero sí podemos recrear su perfil nutricional utilizando los ingredientes disponibles. Este enfoque condujo a mejoras importantes en la salud y la longevidad de estos animales. De hecho, estos datos nutricionales pueden incluso orientar la designación de paisajes de conservación, ayudando a evaluar si los hábitats realmente pueden sustentar a las especies que se planea proteger.

"moth ball" cookies on a tray

"Bolas de polillas" caseras elaboradas con harina de insectos, harina de nueces, huevos y una mezcla de minerales y vitaminas.

Cuando las polillas desaparecen: La zarigüeya pigmea de montaña

La zarigüeya pigmea de montaña es un pequeño marsupial australiano que emerge de la hibernación para alimentarse de polillas bogong, específicamente de los estómagos de estos insectos. Sin embargo, después de que los incendios forestales destruyeron los hábitats de las polillas, las zarigüeyas comenzaron a morir de hambre. Por tanto se inició una colaboración con Zoos Victoria, para crear una dieta sustitutiva que se distribuyó con drones en zonas remotas.

Afortunadamente, alguien había analizado los vientres de las polillas bogong. Con esos datos, creé una versión casera de "bolas de naftalina" con harina de insectos, harina de frutos secos, huevos y una mezcla de minerales y vitaminas. Probamos la fórmula en la fauna local y luego la adaptamos con un productor australiano utilizando ingredientes de origen local. La nueva dieta funcionó. Incluso recibió un premio nacional de conservación: prueba de que la improvisación informada puede salvar vidas.

De la vida silvestre al ganado: Ampliando la sostenibilidad

Varias décadas y más de 200 publicaciones científicas después, ahora estoy en el World Wildlife Fund liderando innovaciones en alimentación sostenible. Los mismos principios que ayudaron a las especies en peligro de extinción ahora guían nuestra alimentación animal, solo que ahora operamos a gran escala.

Los sistemas de alimentación sostenibles deben proteger el planeta y al mismo tiempo nutrir a los animales y a las personas. Esto incluye:

    Chickens eating black soldier fly larvae

    1. Circularidad y alimentación sin desperdicios

    La pérdida de alimentos no tiene por qué acabar en los vertederos. Por ejemplo, a través del trabajo de WWF en Zimbabue, recogemos las sobras de hoteles y restaurantes para alimentar larvas de mosca soldado negra. Estas larvas se secan y se muelen para obtener alimento rico en proteínas para aves, peces y cerdos, como ingrediente de reemplazo con menor impacto ambiental. Sus excrementos (residuos) se convierten en biofertilizante, y los animales y las hierbas criados en este sistema pueden reinvertirse en el sector hotelero. Es un sistema de circuito cerrado prácticamente sin residuos.

    cocoa and plantains in the same field

    2. Principios regenerativos

    Para garantizar la salud de las próximas generaciones, ya sea vegetal o animal, debemos centrarnos en la salud de los cimientos que la sustentan. Así como los animales dependen de la nutrición, las plantas dependen del suelo. La agricultura regenerativa protege y restaura los ecosistemas del suelo. Mantener la estructura de los suelos, protegerlos de la erosión y apoyar su vida microbiana son clave para mejorar la disponibilidad de nutrientes y reducir los costos de los insumos. Prácticas como los cultivos de cobertura, la siembra directa, la rotación de cultivos y la integración de árboles en los sistemas de pastoreo contribuyen a la creación de paisajes más resilientes y biodiversos, a la vez que conservan el agua, almacenan carbono e impulsan la productividad a largo plazo.

    Alaska Seaweed

    3. Ingredientes novedosos

    WWF está explorando las algas marinas como ingrediente alimentario sostenible, ya que no requieren tierra, agua o fertilizantes, además capturan carbono y pueden reducir las emisiones de metano del ganado. Sin embargo, presenta desafíos: el contenido de nutrientes varía según la especie, la temporada y el manejo, y puede incluir nutrientes tanto beneficiosos como potencialmente desequilibrados. Se requieren análisis detallados de innovación y desarrollo (I+D) para garantizar la consistencia, la seguridad y la eficacia. También es necesario abordar los obstáculos de infraestructura y regulatorios para una adopción más amplia. No obstante, estudios en diversas especies demuestran que las algas marinas pueden mejorar la productividad, la inmunidad, la salud intestinal y el estado antioxidante, incluso en pequeñas cantidades. Ingredientes alternativos como estos requieren una cuidadosa exploración científica.

    Sorhum plants in a field

    4. Abastecimiento responsable

    Las opciones de alimentación sostenible deben considerar los impactos ambientales, como las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de la tierra y el agua, la demanda energética, la escorrentía de nutrientes y los efectos sobre el carbono del suelo y la biodiversidad. La alimentación de precisión, adaptada a la etapa de crecimiento, la estación o la raza, puede reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia. El uso de ingredientes locales o adaptados al clima, como el sorgo tolerante a la sequía en lugar del maíz, puede mantener la productividad a la vez que reduce los costos, reduce el metano y mejora la resiliencia, especialmente en regiones que enfrentan estrés hídrico o temperaturas extremas.

    Aprendiendo de la naturaleza

    Los desafíos nutricionales que enfrenté al alimentar especies en peligro de extinción no son tan diferentes a los de los sistemas ganaderos y acuícolas actuales. En ambos casos, intentamos alimentar a los animales de forma eficiente, humana y sostenible, a menudo sin acceso a los mismos ingredientes que encontrarían en la naturaleza.

    Los recursos de nuestro planeta son finitos. A medida que alimentamos a una población humana en crecimiento, también debemos reducir los conflictos con la vida silvestre, prevenir la degradación de los ecosistemas y hacer que nuestros sistemas alimentarios sean más resilientes. La naturaleza ya nos da las respuestas. Solo necesitamos observar, comprender y aplicar lo que aprendemos. Porque a veces, salvar una especie o incluso salvar el planeta comienza con lo que está disponible en un menú.