El papel fundamental que desempeña la naturaleza en la lucha contra la crisis climática se conoce cada vez más. La naturaleza confina más del 50% de las emisiones de carbono de la atmósfera producidas por el hombre, lo que desacelera la tasa del calentamiento global. La naturaleza también puede ayudar a disminuir el impacto de eventos climáticos extremos como tormentas, olas de calor y sequías. El despliegue intencional de la naturaleza para abordar desafíos como el cambio climático es conocido como “soluciones basadas en la naturaleza”.

Es por eso que hoy, en el Día Mundial del Manglar, WWF esta lanzando ManglarIA, una nueva iniciativa apoyada por Google.org, el brazo filantrópico de Google, que nos ayudará a utilizar tecnología avanzada, incluyendo la Inteligencia Artificial (IA), para entender cómo el cambio climático impacta los ecosistemas de manglares y cómo afecta los beneficios que las comunidades obtienen de los manglares. El proyecto fue seleccionado entre cientos de propuestas para recibir una donación de 5 millones de dólares de la iniciativa Impact Challenge on Climate Innovation de Google.org. Este proyecto es parte de un movimiento que crece cada día más para fortalecer las soluciones basadas en la naturaleza con avances tecnológicos y obtener resultados mas eficientes y mensurables de soluciones climáticas arraigadas en la naturaleza y habilitadas por la tecnología.

Como una solución basada en la naturaleza ante el cambio climático, los manglares tienen un gran potencial. Retienen hasta cuatro veces más carbono orgánico por hectárea que otros tipos de bosques, lo que significa que la perdida de manglares genera una cantidad sumamente alta de emisiones de gases de efecto invernadero. En México, WWF está trabajando para proteger y restaurar los ecosistemas de manglares debido a su importancia para la biodiversidad y la contribución que hacen a los medios de vida y economía de las comunidades locales. Los manglares en México se están perdiendo debido, en gran medida, al desarrollo costero y desarrollo urbano. Además de estas amenazas, el cambio climático esta teniendo ahora un impacto en los manglares. Los huracanes que suceden con mayor frecuencia, los cambios en las precipitaciones y el aumento del nivel del mar pueden dañar estos ecosistemas tan complejos, emitiendo el carbón que almacenan.

Los científicos aun no comprenden del todo cómo los manglares responden a los cambios de temperatura y al cambio climático, lo que dificulta tomar medidas de conservación más adecuadas en el mediano y largo plazo. Para resolver este problema necesitamos muchos datos que aun no tenemos. México cuenta con un sistema de monitoreo de manglares de primera clase por medio del cual se informa a las instituciones gubernamentales y a otros sectores. Sin embargo, este sistema no integra las variables de cambio climático, pieza clave en la planeación y gestión para la conservación de manglares. Por ejemplo, necesitamos saber cuánto tiempo se tarda un manglar en recuperarse de una tormenta tropical; qué sitios cuentan con las mejores condiciones para la restauración considerando las condiciones ambientales que están constantemente cambiando; cómo afecta el cambio climático la capacidad de los manglares para almacenar carbono; y cómo las actividades económicas que dependen de los manglares se ven impactadas por estos cambios.

Durante los próximos tres años, WWF y sus socios de conservación, incluyendo las comunidades locales e instituciones de investigación y gubernamentales como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), instalarán redes de sensores automatizados para monitorear el clima, medidores de profundidad y salinidad del agua, drones equipados con LiDAR, cámaras trampa y sensores de ADN ambiental (eDNA, por sus siglas en inglés), entre otros sistemas, en dos reservas de la biosfera en las costas del Pacífico y el Golfo de México. Basándonos en el marco de referencia que WWF ha desarrollado recientemente para la conservación inteligente de los manglares ante el cambio climático, el monitoreo continuo de las variables medioambientales con estos sistemas generará una gran base de datos. Mediante la IA se analizarán estos datos para comprender cómo el medio ambiente afecta la salud de los manglares de forma que podamos ayudarlos a sobrevivir al cambio climático. Los datos se pondrán a disposición de los investigadores locales, quienes podrán encontrar muchos otros usos para su beneficio.

Por ultimo, buscamos replicar el modelo de ManglarIA a nivel global para informar las medidas de restauración y gestión de otros ecosistemas. Lo que aprendamos de esta iniciativa será compartido ampliamente con las comunidades académica y de conservación. Los gobiernos se beneficiarán del modelo que utiliza tecnología existente para proporcionar e integrar información sobre los riesgos climáticos dentro de los planes de manejo de las áreas protegidas. En México, ManglarIA brindará datos sólidos que apoyarán los compromisos pactados en el Acuerdo de París relacionados a la adaptación y mitigación climática del país. Y las empresas interesadas en apoyar las soluciones basadas en la naturaleza tendrán mayor confianza de que sus inversiones darán resultados climáticos duraderos.

Son tiempos muy interesantes para trabajar en la intersección que tienen la naturaleza y el cambio climático. Para luchar contra el cambio climático necesitamos a la naturaleza. Para ayudar a que la naturaleza sobreviva el cambio climático necesitamos información. La tecnología puede ser un poderoso aliado que permita acortar las brechas. Creemos que ManglarIA nos colocará en el camino correcto hacia soluciones duraderas basadas en la naturaleza que nos ayuden a combatir el cambio climático y los impactos que tiene en la vida de las persona y los medios de subsistencia.