Restaurar las poblaciones de animales en peligro de extinción requiere de trabajo en equipo, innovación y perseverancia. En el caso del hurón de patas negras, considerado en peligro de extinción, la peste silvestre -una enfermedad no nativa- es la principal amenaza para su supervivencia y la de su presa: el perrito de las praderas. Tras años de prueba y error, WWF, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS) y Model Avionics desarrollaron un innovador sistema para proteger de la peste a los perritos de las praderas mediante cebos con sabor a mantequilla de maní suministrados por drones y vehículos todo terreno. Recientemente, el equipo de trabajo recibió una patente por el diseño, ¡el primero para WWF!

En las Grandes Planicies de América del Norte, los hurones de patas negras dependen de los perritos de las praderas para alimentarse. Además, utilizan sus madrigueras para refugiarse y criar a sus pequeños. Tanto los hurones de patas negras como los perritos de las praderas son muy susceptibles a la peste silvestre que se transmite por pulgas infectadas con la bacteria de la peste. Es por eso que prevenir el brote de la peste cada año en las poblaciones de ambas especies es esencial para su supervivencia.

Existe una vacuna inyectable para proteger a los hurones de patas negras ante la peste pero no está disponible para los perritos de las praderas. La herramienta más utilizada para mitigar la peste en los perritos de las praderas es un insecticida antipulgas que se coloca en sus madrigueras. Aunque este polvo es efectivo para conservar las poblaciones de perritos de las praderas, su distribución requiere mucho trabajo y las pulgas pueden desarrollar resistencia cuando se aplica en las mismas madrigueras consecutivamente durante seis años.

Otra herramienta utilizada para combatir esta enfermedad mortal en los perritos de las praderas son los cebos con sabor a mantequilla de maní con vacunas incluidas. Cuando recién se desarrollaron los cebos con vacunas, no existía un sistema eficiente para distribuirlos en miles de acres donde se encuentran las colonias de los perritos de las praderas. Aquí es donde comenzó la alianza entre WWF, USFWS y Model Avionics.

WWF y sus socios de conservación continuarán mejorando el diseño, incorporando un contador de cebo y un sistema de alerta en caso de que un cebo se atasque, y ampliando la durabilidad del sistema de suministro de cebos en campo a través de los vehículos todo terreno. Ya que solo quedan alrededor de 340 hurones de patas negras en la naturaleza pero se necesitan 3,000 adultos con capacidad reproductiva para alcanzar los objetivos de recuperación nacional, reducir la peste tanto en hurones como en perritos de las praderas es clave para la supervivencia y la persistencia de ambas especies.