Los últimos meses de 2024 serán decisivos para el futuro de nuestro planeta. Este otoño, los líderes del mundo se reunirán sucesivamente en el escenario internacional para abordar la contaminación por plásticos, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático.

Existe un claro impulso para avanzar en torno a soluciones pragmáticas y bipartidistas. Pero debemos avanzar más rápido y a mayor escala para salvar la naturaleza. A continuación un vistazo de lo lejos que hemos llegado y cómo los responsables de las políticas públicas deben cerrar, de manera urgente, la brecha en tres formas clave.

No podemos detener la pérdida de la naturaleza sin el fuerte liderazgo de Estados Unidos. Por eso es esencial que el Congreso proporcione recursos significativos para los programas de conservación en el país y en todo el mundo.

Hasta hoy, tras los esfuerzos de mediación de WWF, los miembros de la Cámara de Representantes y el Senado han mantenido en gran medida o incluso aumentado los fondos para los programas de conservación de la naturaleza a través de agencias federales como Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. A fines de septiembre, el Congreso enfrenta una fecha límite para aprobar los proyectos de ley de gastos de este año. Una vez más, el apoyo bipartidista a muchas de las prioridades de WWF sigue siendo fuerte. El financiamiento de estos programas es fundamental para el éxito de las asociaciones de conservación, como el proyecto de conservación de la biodiversidad de USAID en Vietnam que recientemente ayudó a que el primer parque nacional del país obtuviera el estándar de sostenibilidad global para la gestión de áreas protegidas.

Lo anterior también permite que se lleven a cabo programas nacionales como el apoyo financiero promulgado por la Ley de Infraestructura Bipartidista, en el que WWF trabajará con la Agencia de Protección Ambiental para educar a los estudiantes y miembros de la comunidad en Baltimore, Memphis, Nashville y Atlanta sobre los programas de reciclaje de residuos alimentarios y la reducción del desperdicio de alimentos en sus escuelas.

Sin embargo, hay mucho más que podemos hacer para garantizar que los gobiernos, los filántropos y el sector privado puedan movilizar colectivamente los recursos para proteger la naturaleza. Hacemos un llamado al Congreso para que apruebe la Ley de la Fundación para la Conservación Internacional antes de que concluya este año para apalancar aún más los recursos destinados a la protección de la naturaleza a largo plazo y de forma exitosa.

Adicionalmente, este octubre los representantes de casi 200 países se reunirán -por primera vez desde que se acordó un marco para detener y revertir la pérdida de la naturaleza en esta década, donde se incluye un objetivo de conservar al menos el 30% de la tierra, el agua dulce y los océanos a nivel mundial para 2030- en la cumbre de biodiversidad de las Naciones Unidas en Colombia. El anuncio del America the Beautiful Freshwater Challenge por parte de la Administración Biden-Harris en abril, donde WWF-US fue miembro inaugural en apoyo a la restauración de los humedales, ríos y arroyos de Estados Unidos para 2030, promoverá estos objetivos a nivel nacional para proteger ecosistemas importantes. La conferencia de octubre será clave para garantizar que todos los países participantes estén tomando medidas para cumplir con sus compromisos.

El planeta se está calentando cada vez más. Acelerar la transición hacia un futuro sostenible y resiliente requiere implementar políticas sólidas y tecnologías innovadoras que protejan a las comunidades y la naturaleza.

Hasta la fecha, la administración Biden-Harris ha impulsado más de 100 acciones ejecutivas y de financiamiento para abordar el cambio climático, incluyendo inversiones para incentivar las energías limpias de la Ley de Reducción de la Inflación y normas recientemente emitidas por la Agencia de Protección Ambiental para las emisiones de vehículos y plantas de energía.

El desperdicio de alimentos es otro de los principales impulsores de las emisiones de gases de efecto invernadero que nosotros, como consumidores, podemos frenar todos los días, así como con prácticas agrícolas más sostenibles. El Congreso se enfrenta a una fecha límite en septiembre para renovar la Ley Agrícola, que establece muchas de las políticas alimentarias y agrícolas más apremiantes del país, es por eso que debe aprovechar la oportunidad para apoyar a que las personas, el planeta y la economía agrícola sean más saludables. El Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes impulsó una Ley Agrícola en mayo, pero no alcanzó la inversión necesaria para los esfuerzos de conservación dirigidos por agricultores, ganaderos y silvicultores.

Las mismas políticas agrícolas insostenibles que dan lugar a la tala de árboles nos llevan a otra parte importante del rompecabezas cuando hablamos de hacer frente al cambio climático y la pérdida de la naturaleza: la conservación de los bosques. En mayo, la legislatura de Nueva York actuó con decisión al aprobar la Ley de Sostenibilidad Económica y Ambiental de los Bosques Tropicales (TREES, por sus siglas en inglés), que exigiría a cualquier empresa que suministre a agencias estatales o contratistas que certifique que sus productos (incluyendo el aceite de palma, la soya, la carne de res, el café, el cacao, la madera, la pulpa y el papel) no contribuyen a la destrucción de los bosques tropicales. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, tiene hasta finales de este año para promulgar la Ley TREES y liderar al estado (y a la nación) en la tarea de detener el uso de productos que impulsan la pérdida de los bosques tropicales.

Aun así, debemos hacer más para mitigar las amenazas que enfrenta nuestro planeta y nuestro modo de vida. Para detener las amenazas que plantea el cambio climático se necesitará una acción colectiva de los gobiernos de todo el mundo. En las cumbres de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Semana del Clima en la ciudad de Nueva York, que serán observadas detalladamente, y durante las conversaciones internacionales sobre el clima (COP29) en Azerbaiyán este otoño, la delegación de WWF-US instará a los gobiernos a que cumplan con los ambiciosos compromisos en materia de naturaleza y clima.

Este año, los responsables de las políticas públicas han logrado importantes avances en la protección de la naturaleza, pero nuestro trabajo está lejos de haber terminado. Durante los últimos meses de 2024, los líderes de Estados Unidos y de todo el mundo tendrán la oportunidad de unirse y adoptar las urgentes medidas que nuestro planeta necesita. No podemos permitir que se pierda el impulso alcanzado hasta hoy. Únete a WWF en este movimiento para proteger la naturaleza.

Explora diversas formas en las que puedes actuar hoy mismo para proteger la vida silvestre y los hábitats (continuar en inglés).

Conoce más información sobre el trabajo que WWF realiza para influir en las políticas del gobierno de Estados Unidos (continuar en inglés).