¿Por qué el uso del suelo es tan importante en la lucha contra el cambio climático?

A menudo la lucha contra el cambio climático se centra en reducir la contaminación por carbono y la transición a fuentes de energías renovables, dos acciones importantes para mantener la temperatura de nuestro planeta bajo control. Sin embargo, frecuentemente se olvida considerar otro elemento crucial: cambiar la forma como usamos los suelos.

Con el fin de producirlo todo, incluyendo alimentos, ropa, papel y combustibles, la humanidad ha alterado ecosistemas completos. Adicionalmente, cuando talamos y quemamos los bosques, drenamos los manglares o devastamos los pastizales, se libera a la atmósfera dióxido de carbono que estas plantas y árboles habían capturado y confinado de manera segura en el suelo. Mantener intactos estos sistemas de almacenamiento natural, así como restaurar los que se han degradado, puede ayudarnos a evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1.5°C (2.7°F) por encima de los niveles históricos, como se describe en el Acuerdo Climático de París.

Si no mejoramos la forma como usamos los suelos, no podrá existir una solución global viable ante la crisis climática.

Sin embargo, si trabajamos juntos podemos prevenir algunos de los peores impactos del cambio climático y al mismo tiempo satisfacer las necesidades de las personas, la vida silvestre y los ecosistemas. Esto es lo que estamos haciendo para ayudar y lo que tú también puedes hacer.

USO DEL SUELO Y CLIMA

Alimentos y clima

Come saludable y responsablemente. Reduce el desperdicio a la mitad.

La agricultura es responsable de generar aproximadamente la cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero ocasionadas por la humanidad. Además, desafortunadamente, un tercio del alimento que producimos nunca llega hasta nuestra mesa. Todos podemos evitar este desperdicio si producimos, compramos o consumimos sólo lo que necesitamos, especialmente cuando se trata de alimentos que fomentan la pérdida de hábitat y aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero. Si nos alimentamos saludable y responsablemente, podemos reducir la amenaza que nuestro apetito representa para los hábitats y el clima.

Bosques, praderas y clima.

Las empresas pueden reducir su huella de carbono asegurándose de que la fabricación de sus productos no impliquen la tala de bosques o la destrucción de los hábitats. Los agricultores y los ganaderos también pueden usar técnicas de producción climáticamente inteligentes, como plantar cultivos de cobertura y usar métodos de riego más precisos y eficientes para producir suficiente alimentos para todos y al mismo tiempo mantener el carbono en el suelo. Restaurando los suelos y reforestando las tierras que se han degradado o devastado, podemos evitar que más carbono llegue a la atmósfera. ¿Hay otras formas de ayudar? Busca la etiqueta FSC cuando compres productos provenientes del bosque.

Reto de bosques, alimentos y suelo.

Rancher in his barn

Mejores fondos. Más transparencia. Protección de los derechos.

Para mejorar la agricultura y proteger los hábitats debemos asegurar el éxito de quienes están en el campo: los productores, los gobiernos locales y las comunidades que están al frente de batalla en la conservación de los suelos. Los bancos, las grandes empresas agrícolas, las empresas alimentarias y los gobiernos deben trabajar juntos para crear las condiciones necesarias para que los agricultores y ganaderos prosperen, lo cual incluye ofrecer incentivos financieros para alentar y permitir la adopción de prácticas de producción más sostenibles; involucrar a los responsables políticos locales para hacer cumplir las leyes de conservación forestal y fortalecer a los productores responsables; y crear un espacio para que las comunidades locales y los pueblos indígenas tengan voz durante la toma de decisiones que afectan sus vidas y sus medios de subsistencia.

MEJOR USO DEL SUELO. UN PLANETA MÁS SALUDABLE.

WWF lidera una coalición de alimentos, silvicultura y otros grupos que trabajan juntos para mejorar la forma como usamos nuestros suelos para evitar que las temperaturas globales aumenten más de 1.5°C (2.7°F) por encima de los niveles históricos. Esto lo lograremos conservando los bosques y hábitats vitales, mejorado nuestros sistemas productivos y la forma como usamos nuestras tierras, así como nuestros hábitos de consumo alimenticios.

Las empresas, ciudades, líderes estatales y locales así como los ciudadanos del mundo juegan un papel fundamental en la reducción de las emisiones para combatir el cambio climático. WWF está uniendo a todos los sectores para ayudar a que los gobiernos nacionales cumplan sus objetivos climáticos y hacerles saber que todavía estamos en la lucha.

Y a nivel global, WWF y nuestros socios están ayudando a la nueva generación de líderes climáticos de Estados Unidos a compartir sus objetivos climáticos con sus contrapartes para así establecer nuevos y ambiciosos objetivos.

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