3 formas en las que EE.UU. puede actuar ante la crisis de los desechos plásticos y proteger nuestros océanos

Una medusa (Catostylus sp.) nada bajo una mancha de desechos plásticos en el océano Índico frente a Sri Lanka.

Una exorbitante cantidad de desechos plásticos continúa inundando nuestros océanos, amenazando la vida marina y las personas que dependen de ellos para su sustento. Se calcula que unas 11 millones de toneladas métricas de plástico llegan hasta nuestros océanos cada año. Eso equivale a por lo menos un camión de volteo cada minuto.

A pesar del terrible alcance que tiene esta crisis, hay esperanzas gracias al creciente impulso para enfrentarla. Más de 757,000 personas han firmado los esfuerzos de WWF para luchar contra la contaminación por plásticos. Cada vez más, las empresas están asumiendo compromisos a gran escala para eliminar el plástico innecesario y hacer que sus plásticos sean reutilizables, reciclables o compostables. Además, 76 países lanzaron una declaración pidiendo un tratado de las Naciones Unidas, global y vinculante, para abordar la contaminación por plásticos.

Y aunque necesitamos que todos formen parte de la solución de los residuos plásticos, algunas acciones pesan más que otras. En este momento, todos los ojos están puestos en Estados Unidos, donde las acciones que tomemos en el próximo año pueden tener una profunda influencia en el rumbo de la crisis de los residuos plásticos.

EE.UU. debe actuar ante la crisis de los residuos plásticos

Los estadounidenses representan solo el 5% de la población mundial, pero crean la mitad de los desechos sólidos de todo el mundo. Como uno de los principales productores y usuarios de plástico a nivel mundial, solo reciclamos un 9% del mismo. Eso significa que más del 90% del plástico que usamos, incluso si es reciclable, termina incinerado, en vertederos o contaminando la naturaleza.

Ante este desafío viene una gran oportunidad de reparar nuestros sistemas disfuncionales para que el plástico que produzcamos sea sostenible y no se desperdicie. Liberar este potencial requerirá liderazgo político, por lo que pedimos a EE.UU. impulsar las soluciones políticas en tres áreas concretas:

1. Exigiendo justicia ambiental

En Estados Unidos necesitamos políticas que den prioridad a la protección de la comunidad y eleven la voz de aquellos afectados por el impacto ambiental de la producción de plástico. También debemos esforzarnos para garantizar que, sin importar dónde vivas, el medio ambiente que te rodea no sea contaminado o tenga desechos mal manejados.

2. Fortaleciendo el reciclaje, responsabilizando a los productores.

Un elemento importante del disfuncional sistema del plásticos hoy en día es el reciclaje, o la carencia del mismo. Para asegurarnos de que lo que llega hasta nuestros contenedores azules realmente sea reciclado y utilizado nuevamente, debemos modificar los hábitos y cambiar a un sistema en el que los productores de plástico ayuden a pagar el reciclaje. Y todos los estadounidenses deben tener el mismo acceso directo al sistema de reciclaje de una manera que funcione para todas las comunidades. Este cambio es un apalancamiento fundamental para impulsar las economías circulares, las que tienen como objetivo eliminar los desechos y la contaminación y mantener en uso los productos y materiales existentes, debemos ayudar a cerrar el grifo de la contaminación que llega hasta la naturaleza. Podemos lograrlo a través de un enfoque nacional de políticas públicas llamado Responsabilidad Extendida del Productor (EPR). El EPR tiene como objetivo eliminar los desechos plásticos atribuyendo a los productores la responsabilidad de la eliminación adecuada de los productos. Necesitamos una política pública para dar vida al EPR.

3. Apoyando el liderazgo internacional.

Todos podemos actuar de desde nuestras localidades para hacer frente a la contaminación por plásticos, sin embargo esta crisis trasciende fronteras. Cada país debe ser parte de la solución. Necesitamos una respuesta global y unida ante la crisis de contaminación por plásticos, donde los gobiernos del mundo asuman la responsabilidad. Estados Unidos no es una excepción y debería desempeñar un papel activo en el desarrollo y la firma de un tratado ante la ONU sobre la contaminación por plásticos.