Apoyando la economía indígena en Putumayo, Colombia
- Fecha: 12 abril 2022
Hace catorce años, Miguel Chasoy, un joven indígena Inga-Kamëntšá que vive en Putumayo, Colombia, y su familia atravesaron por una crisis económica tras perder sus cultivos. Chasoy abandonó su oficio de agricultor para convertirse en artesano, lo que lo llevó a emprender un nuevo negocio con sus hermanos y primos. Su empresa, la Asociación SHINYAK, utiliza técnicas indígenas para fabricar muebles, instrumentos, adornos y máscaras indígenas.
El negocio de Chasoy es una de las seis empresas indígenas de Putumayo seleccionadas por el proyecto Amazonía Indígena: Derechos y Recursos (AIRR, por sus siglas en inglés) financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) para recibir apoyo técnico y financiero. En Colombia, el proyecto fue liderado por la Organización Zonal Indígena del Putumayo (OZIP), la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC) y WWF en asociación con NESsT, que invierte en empresas sociales en mercados emergentes en todo el mundo.
AIRR se estableció para promover el trabajo y apoyar los derechos de los pueblos indígenas en la Amazonía que enfrentan el desarrollo de infraestructura a gran escala y actividades extractivas que afectan sus medios de subsistencia. El proyecto también contribuirá a la conservación de la biodiversidad y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero producto de la tala de los bosques. Como parte de sus esfuerzos, AIRR trabaja con empresas indígenas para ayudarlas a crecer y consolidar sus negocios a través de una combinación de apoyos financieros, préstamos y acceso al mercado.
Para iniciar el proceso de selección de la AIRR en Putumayo, el Comité de Economía Indígena (CEI) -conformado por representantes de OPIAC, OZIP, WWF y NESsT- lanzó en octubre de 2020 la convocatoria a través de WhatsApp, llamadas telefónicas y otros medios. Después de un mes y medio, el CEI revisó y entrevistó a 122 solicitantes, preseleccionó a 33 y redujo los ganadores a seis empresas. Los principales criterios que se consideraron fueron la sostenibilidad y la generación de ingresos.
Con su participación en AIRR, Chasoy y los demás becarios esperan fortalecer sus emprendimientos para que puedan convertirse en ejemplos de negocios verdes en la región, fortaleciendo sus culturas y el crecimiento económico de sus comunidades.
SHINYAK genera una fuente de ingresos para 18 personas que trabajan tiempo completo, y ocho personas medio tiempo. Esto incluye a las madres que encabezan familias o que se vieron afectadas por el conflicto armado durante las décadas de guerra civil. La asociación busca preservar el legado cultural de los pueblos Inga y Kamëntšá Biyá.
Según Chasoy, trabajar la madera es una forma de conservar su cultura porque cada artesanía y mueble le sirven como lienzo. Los aspectos de la cosmovisión indígena se pueden representar en los lienzos para que perduren y se puedan compartir con los demás.
“Mi abuelo hacía bancos tradicionales, al igual que mi padre”, comenta Chasoy. “Nos enseñaron sobre la madera, los tipos y usos, y ese conocimiento nos ayudó a iniciar este negocio”.
Chasoy utilizará los recursos del proyecto AIRR para construir una planta para producir muebles y artesanías hechas con madera cosechada de manera sostenible. Esto ayudará a expandir su negocio y aplicar los modelos de la compañía para estandarizar métodos y medidas de tallado para ahorrar materiales.
“En nuestro caso, la idea es convertirnos en una empresa modelo en el sur del país por nuestras técnicas de producción sostenible y seguir creciendo para aumentar nuestra capacidad de ayudar a las personas de nuestras comunidades”, agrega Chasoy.
Con el apoyo de AIRR, SHINYAK ha recibido asesoría estratégica para definir su modelo de negocio y perfil de clientes al igual que ampliar su cartera de clientes. La empresa está mejorando sus capacidades administrativas, comerciales, de gestión y marketing para lograrlo. Y en cuanto a inversiones, SHINYAK se ha adjudicado fondos para desarrollar su plan de trabajo y adquirir maquinaria y equipos.
Junto con los esfuerzos realizados en Colombia, AIRR se está implementando en Brasil, Ecuador y Perú a través de una alianza entre WWF, la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonía, organizaciones indígenas nacionales y organizaciones no gubernamentales. AIRR comenzó en agosto de 2019 y se extenderá hasta agosto de 2024.
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