Cómo el turismo de gorilas puede beneficiar a la vida silvestre y a las personas

Al reconocer un cierto olor supo que se acercaban. A menudo puedes oler a los gorilas antes de verlos, comenta Allard Blom, director general del programa de WWF de la Cuenca del Congo. Blom estaba en la selva tropical del Parque Nacional Impenetrable Bwindi de Uganda con un grupo de visitantes y un guía de la Autoridad de Vida Silvestre de Uganda.

Después de caminar a través de campos abiertos y plantaciones de té, el grupo entró en el bosque y el guía escudriñó los alrededores en busca de vegetación rota que indicara que los gorilas se estaban alimentando. Después de solo 10 minutos de caminata, allí estaban: una tropa de 13 gorilas de montaña, incluyendo dos poderosos espalda plateada y un bebé recién nacido acurrucado en los brazos de su madre.

Blom formaba parte de una expedición organizada por Natural Habitat Adventures para WWF Insider Journeys, un programa de viajes diseñado para que personas que apoyan a WWF puedan ver directamente los positivos logros del trabajo de WWF. Blom, quien tiene una amplia experiencia en habituación y conservación de gorilas, fue el experto del viaje.

“Caminar cerca de una familia de gorilas es una de las experiencias más increíbles que puedes tener en tu vida”, señala. “No estás en un zoológico, no existe un vidrio entre tú y los gorilas en su hábitat natural”.

Aunque los gorilas de montaña siguen siendo una especie en peligro de extinción, hay señales de esperanza para su recuperación. Hace solo un par de décadas, la especie estaba al borde de la extinción principalmente debido a la invasión de la selva tropical por parte de los humanos. Los gorilas de montaña se enfrentan a la degradación y destrucción de su hábitat, la transmisión de enfermedades por contacto con los humanos, y lesiones o muerte debido a las trampas colocadas para la caza furtiva de otras especies, entre otras amenazas.

Hoy en día, los esfuerzos de conservación han aumentado las poblaciones de gorilas de montaña a más de 1,000 individuos. La ayuda de los gobiernos, las comunidades locales y las instituciones financieras internacionales, junto con WWF, ha hecho posible que el hábitat del bosque se proteja.

WWF apoya y promueve mejores prácticas para el turismo de gorilas trabajando a través del Programa Internacional de Conservación de Gorilas. Estas prácticas aseguran que la presencia de los turistas no ponga en riesgo el bienestar de los gorilas de montaña. La relación genética entre los humanos y los gorilas hace que los gorilas sean especialmente susceptibles a los patógenos humanos, principalmente durante la pandemia de COVID-19. En Uganda, todos los viajeros usaban máscaras, se lavaban las manos y las botas y se mantenían alejados de los gorilas para evitar la transmisión de enfermedades.

El turismo de gorilas también beneficia a las comunidades locales. WWF trabaja para asegurar beneficios económicos para las comunidades y prevenir conflictos entre los humanos y la vida silvestre.

También colaboramos con -y fuimos miembros fundadores- del Programa Internacional de Conservación de Gorilas para ayudar a establecer alojamiento ecológico de propiedad comunitaria; promover el empleo de la población local como protectores, guías y guardaparques; e invertir una parte del ingreso del turismo en proyectos comunitarios. Además, el programa de conservación construyó grandes tanques de recolección de agua de lluvia que brindan a las comunidades una fuente confiable de agua dulce y limitan la necesidad de viajar a través del bosque, el hábitat de los gorilas, para obtener agua.

WWF se dedica a asegurar un mejor futuro para esta especie emblemática. A través de estos esfuerzos de colaboración, nuestro objetivo es salvaguardar la vida silvestre, apoyar a las comunidades locales y proteger el planeta que llamamos hogar.