Cómo la vida silvestre ayuda a combatir la crisis climática

Salvemos la vida silvestre para ayudar a salvar el planeta

La conservación de la vida silvestre y las acciones climáticas a menudo se consideran problemas ambientales aislados, sin embargo ambos están completamente entrelazados. Sabemos que combatir el cambio climático ayuda a salvar las poblaciones de vida silvestre en todo el mundo, pero también es cierto a la inversa: la conservación de la vida silvestre juega un papel esencial en la regulación de nuestro clima global. Al salvar la vida silvestre, ayudamos a salvar el planeta, incluyéndonos a nosotros mismos.

La biodiversidad, los ecosistemas y nosotros

Hoy en día, la tierra está experimentando su sexto evento de extinción masiva, impulsado por la actividad humana y el subsecuente aumento de las temperaturas globales. El Informe Planeta Vivo 2022 de WWF señala que, en menos de 50 años, el mundo ha perdido el 69% de todas las poblaciones de mamíferos, peces, aves, reptiles y anfibios. La presencia de una variedad abundante de vida en la Tierra es crítica para la salud de nuestro planeta. Cuando la biodiversidad existe, todas las especies trabajan conjuntamente dentro de sus respectivos ecosistemas para mantener el equilibrio necesario y sustentar la vida.

En campo: animales terrestres

Muchos animales terrestres ayudan a que los hábitats se mantengan saludables y que puedan capturar y confinar carbono para evitar un mayor calentamiento climático. Aquí hay algunos de ellos:

Tigres

Los tigres juegan un papel clave para mantener la salud de los ecosistemas forestales que confinan de manera efectiva las emisiones de carbono que contribuyen al cambio climático. En la India, se descubrió que los bosques habitados por tigres contienen tres veces la densidad de carbono en comparación con otros bosques y entornos donde se erradicaron las poblaciones de tigres. Eliminar a los tigres de los entornos hace que los hábitats sean más vulnerables. Sin estos grandes felinos depredadores, es mucho más probable que los humanos invadan el bosque, degraden los hábitats y talen árboles. Como resultado, el planeta pierde un importante sumidero de carbono, se libera carbono a la atmósfera y el calentamiento global empeora.

Los tigres son grandes depredadores que controlan las poblaciones de otras especies dentro de sus hábitats. Al aprovecharse de los herbívoros, los tigres ayudan a mantener la vegetación en equilibrio para el funcionamiento adecuado de un ecosistema y un bosque saludable.

Elefantes

Mientras los elefantes del bosque deambulan, pisotean pequeñas especies de plantas invasoras, lo que a su vez permite que los árboles grandes crezcan y almacenen carbono. Los elefantes también apoyan la biodiversidad ayudando a dispersar semillas y contribuyen a los nutrientes del suelo con su estiércol. Se estima que la selva tropical de África perdería el 7% de su capacidad para confinar carbono sin las alteraciones de los elefantes. Pero los efectos son más serios de lo que parece: si los elefantes desaparecieran, África emitiría alrededor de tres mil millones de toneladas de carbono confinadas. De hecho, hay investigaciones que demuestran que cada elefante vivo hoy proporciona más de $1.75 millones en servicios de captura de carbono.

Tapires

En la Amazonía, la tala de árboles que ha sucedido durante décadas para dar paso a la agricultura y la ganadería, así como para la producción de derivados de madera y papel, han dejado como resultado bosques degradados, diezmados y que necesitan restauración. ¿Cuál es una sorprendente herramienta para la rehabilitación forestal? El popó de tapir. Los tapires son grandes animales terrestres que pueden crecer hasta dos metros y medio de largo y frecuentan las áreas del Amazonas que más necesitan ser resembradas. Muchos animales participan en la dispersión de semillas, pero los tapires prefieren vagar por los bosques degradados en lugar de las áreas vírgenes. Gracias a una dieta de hierbas, arbustos y hojas ricas en nutrientes, los tapires dejan rastros de semillas en sus desechos mientras exploran y, como consecuencia, las tierras amazónicas que alguna vez se quemaron o fueron taladas se vuelven a sembrar.

Bajo el agua: fauna marina

Una fuerte biodiversidad acuática, que incluye a los siguientes animales, respalda las funciones de los ecosistemas y ayuda a mitigar los impactos de la acidificación de los océanos causada por el calentamiento global.

Nutrias marinas

Mientras nadan a lo largo de la costa del Pacífico, las nutrias juegan un papel vital en una cadena alimenticia que finalmente ayuda a capturar el carbono del aire. Las nutrias marinas se alimentan de erizos de mar, mismos que se alimentan de algas marinas. Mientras las nutrias controlan las poblaciones de erizos de mar, las algas marinas pueden prosperar y confinar más carbono. ¿El resultado? Se confinan hasta 8.7 millones de toneladas de dióxido de carbono, más del doble de las emisiones de una central eléctrica de carbón promedio durante todo un año. También se descubrió que las algas marinas son 12 veces más efectivas para absorber carbono cuando están protegidas por las nutrias marinas.

Ballenas

Las ballenas, como todos los seres vivos, son unos sumideros de carbono, y bastante grandes. Cada gran ballena confina un promedio de 33 toneladas de carbono a lo largo de su vida. Cuando una ballena muere por causas naturales, su carbono se convierte en sedimento que nutre el fondo del mar. Cuando las ballenas mueren prematuramente, debido a la caza comercial de ballenas u otras causas, el océano pierde una importante herramienta para el confinamiento de carbono en esa ballena y su posible futura descendencia.

El fitoplancton son microscópicos organismos marinos que existen desde hace más de 200 millones de años y capturan alrededor del 40% de todo el dióxido de carbono producido a nivel mundial. A medida que las ballenas migran por todo el mundo dejan desechos densos en hierro y nitrógeno, que a su vez respaldan un entorno saludable para que crezca el fitoplancton y ayude a regular nuestro clima.

Ostras

A medida que la temperatura global aumenta también lo hacen los niveles del mar, lo que amenaza a las comunidades costeras de todo el mundo. Sorprendentemente, incluso los organismos pequeños como las ostras pueden ayudar a defendernos. Las ostras son especies clave que tienen un efecto dominó en la salud de sus ecosistemas y sus habitantes. Tan solo una ostra adulta puede filtrar hasta cincuenta galones de agua en un solo día, haciendo que las vías fluviales estén más limpias. Los arrecifes de ostras saludables también brindan un hogar para cientos de otros organismos marinos, lo que fomenta la biodiversidad y el equilibrio del ecosistema. Mientras el aumento del nivel del mar provoca inundaciones generalizadas, los arrecifes de ostras actúan como muros para amortiguar las tormentas y proteger contra una mayor erosión costera.

Promoviendo un planeta más saludable

Al trabajar con socios de conservación en todo el mundo, WWF protege la vida silvestre amenazada y preserva y restaura las zonas silvestres y el agua dulce de la que dependen. Adicionalmente, los proyectos que apoyan la conservación de especies como tigres, elefantes y ballenas son parte de muchos esfuerzos de varios niveles para combatir la crisis climática que a final de cuentas ayudan a que tengamos una Tierra más saludable. Al conservar y restaurar la biodiversidad en áreas que sufren una gran pérdida de especies, podemos ayudar a rehabilitar nuestro planeta y cumplir con nuestros objetivos climáticos.