Convirtiendo la restauración del bosque en una realidad
Ella es Mayra Flores y trabaja conectando a las personas para ayudar al Bosque Atlántico de Brasil
- Fecha: 29 enero 2021
- Autor: Lorin Hancock
Mayra Flores ya admiraba a Copaíba, una organización de restauración forestal con buena reputación en Brasil, mucho antes de unirse al equipo. Durante el tiempo que trabajó en el departamento ambiental del gobierno de la ciudad, a menudo se encontraba con los fundadores de Copaíba; fue así que ella llegó a integrarse a la organización sin fines de lucro. “Siempre quise trabajar así en el sector público”, comenta Flores, al recordar todo lo que Copaíba había logrado como organización sin fines de lucro, comprometida con su misión y su propósito en la región. Primero comenzó como voluntaria, y cuando se abrió una vacante Flores aprovechó la oportunidad.
Como coordinadora de restauración de Copaíba, Flores trabaja apoyando y gestionando las actividades en campo para dar vida a los proyectos de recuperación forestal. ¿Qué significa eso exactamente? Junto con su equipo, Flores trabaja para identificar áreas prioritarias que son objetivo para la restauración, acre por acre, que crearán una zona de amortiguamiento para proteger los manantiales y ríos y que permitirán que la vida silvestre se desplace con mayor libertad. En el Bosque Atlántico, a lo largo de la costa oriental de Brasil, donde opera Copaíba, solo queda el 12% del hábitat forestal original, la mayoría en pequeños y desconectados fragmentos.
La organización prepara las áreas, limpia los pastos invasivos y rehabilita el suelo, cultiva y planta una diversa variedad de plántulas y monitorea el progreso del floreciente bosque. Pero debido a que la restauración se lleva a cabo en propiedad privada, el trabajo de campo es solo una parte de la historia. “La conexión va más allá de nuestro intento por conectar los fragmentos del bosque”, señala Flores. "Se trata de conectar a las personas".
Eso significa meses, incluso años, de establecer relaciones con los propietarios individuales, autoridades públicas, socios corporativos y otros grupos sin fines de lucro para crear un plan que satisfaga las necesidades de todas las partes y produzca el mayor impacto ambiental. “Hacemos un trabajo muy genuino involucrando a las personas que no forman parte de este proceso pero que tienen que unirse para que funcione”, dice Flores.
El trabajo no siempre es fácil. “La restauración enfrenta muchos desafíos que van más allá de encontrar propietarios rurales que quieran ayudar”, explica, citando políticas públicas ineficaces o confusas, conceptos erróneos sobre el proceso y los beneficios y la falta de fondos. Cuando los propietarios dicen que no pueden hacer esto solos, Flores está lista con una respuesta: "Tenemos alianzas que pueden ayudarlo".
Una de esas alianzas es el proyecto Raizes do Mogi Guaçu, una colaboración entre World Wildlife Fund e International Paper, con apoyo adicional de HP, para restaurar 250 acres (100 ha) de bosques en la cuenca del río Mogi Guaçu. El proyecto se inició en 2019 y Copaíba juega un papel fundamental. “Reuniendo dinero, experiencia, la tierra y al propietario”, dice Flores, “podemos hacer que la restauración se lleve a cabo. Cuanto más podamos unir nuestras fuerzas, que más personas apoyen la restauración, más áreas serán restauradas".
“Los terratenientes necesitan ayuda y Copaíba está aquí para ayudar, al igual que Raízes do Mogi”, añade. "Es importante para nosotros poder ofrecer el apoyo que brindamos y tratar de vencer la resistencia al cambio mostrando los beneficios que aporta la restauración".
Los propietarios con los que trabaja Copaíba generalmente se convierten en los mayores campeones de la organización, comenta Flores, haciéndole saber a los demás que la calidad y la cantidad del agua están mejorando, que están llegando más abejas a polinizar los cultivos y que el ganado se beneficia de la sombra. Esta promoción crea lo que Flores denomina un círculo virtuoso -que atrae a más personas y organizaciones a la restauración y a Copaíba- incluso para ella misma.
“Todo lo que enseñamos, lo que tratamos de lograr, está funcionando y el área se está recuperando, está dándole vida a la propiedad”, dice. "Es muy gratificante ser parte de ese proceso, ser parte de esa historia".
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