Gracias a mayores esfuerzos de conservación, las poblaciones de lobos se están recuperando (ahora hay alrededor de 12,000 individuos en todo el continente europeo). Esto es sumamente importante ya que ayuda a restaurar los procesos naturales que mantienen a los animales de presa, como ciervos y jabalíes, en cantidades saludables para el medio ambiente.

Sin embargo, el regreso del lobo no ha sido completamente bien recibido por todos en Europa, ya que ha reavivado el riesgo del mismo conflicto entre los humanos y la vida silvestre que precisamente condujo al declive posterior de los lobos. Actualmente, este conflicto se puede abordar a través de varias medidas, incluyendo el uso de cercas eléctricas y perros guardianes para proteger al ganado de la depredación. Pero implementar tales medidas y prevenir o reducir la depredación por sí misma no siempre ayuda ya que la tensión social presente puede afectar la percepción negativa en cuanto a la presencia de los lobos. La actitud hacia los lobos varía ampliamente entre diferentes países y entre varios grupos de interés como los conservacionistas, cazadores y ganaderos, por lo que la implementación de enfoques integrados de manejo de conflictos por sí solos no puede ser exitosa sin hacer frente a las causas más profundas que detonan el conflicto social entre las partes interesadas.

Cómo están respondiendo los diferentes países de Europa

Países Bajos

Después de estar ausente durante 150 años, en 2015 se vio un lobo por primera vez en los Países Bajos: era un macho proveniente de Alemania en busca de nuevo territorio. Desde entonces, la población de lobos se ha expandido rápidamente y las noticias sobre el lobo en los Países Bajos son un tema candente y divisivo. Los estudios realizados por el Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Calidad de los Alimentos del país muestran que el 54% de los holandeses piensa que el lobo merece un lugar en los Países Bajos y el 76% no ve al lobo como una amenaza para los humanos. Pero hay quienes están preocupados por la creciente población de lobos. Se sabe que los lobos que se desplazan por el país en busca de nuevos territorios se alimentan de ganado como las ovejas, y los dueños de ovejas están preocupados por el bienestar de sus animales y los altos costos que implica implementar medidas de protección. Los esquemas de subsidios actuales, que brindan apoyo financiero para medidas preventivas de conflictos entre humanos y lobos, como la instalación de cercas eléctricas, aún no están disponibles en todo el país y los subsidios que existen solo cubren las áreas que son consideradas como territorio establecido de los lobos. Los daños ocasionados por los lobos en otros lugares, mientras buscan nuevos territorios, no están cubiertos por los subsidios actuales. La falta de medidas de amplia aplicación para el manejo de conflictos entre humanos y lobos puede aumentar el descontento y el resentimiento hacia los lobos entre las comunidades afectadas.

Muchos rebaños de ovejas están bien protegidos con cercas de alambre eléctrico o por perros pastores de los Cárpatos, una tradición ancestral y eficaz que incluso puede haber ayudado al lobo a sobrevivir a lo largo de los años.

Los rumanos han vivido con lobos durante siglos, aunque durante la era comunista el animal fue retratado como el "enemigo del pueblo" y fue cazado y envenenado como parte de una importante campaña para erradicarlo. El lobo finalmente se convirtió en una especie protegida a principios de los 90, aunque no fue hasta 2016 que se introdujo la prohibición de la caza de lobos. Entre 2,500 y 3,000 lobos ahora viven en los Cárpatos rumanos, en grandes áreas contiguas con pocas carreteras y muchas presas disponibles. Aún hay incidentes de ovejas atacadas por lobos, pero la gente es más tolerante y hay menos conflictos en general.

Un futuro para todos

Los erróneos conceptos sobre los lobos, el miedo, la política, los conflictos de interés y la desinformación influyen en la forma como se maneja a los lobos en Europa. Tal como lo demuestra Rumania, es posible que los seres humanos y la vida silvestre, como los lobos, vivan juntos si se adoptan los enfoques correctos. Un reciente informe publicado por WWF y PNUMA hace énfasis en que, junto con la implementación de enfoques integrados y holísticos, debemos abordar las causas más profundas del conflicto y desarrollar soluciones con las comunidades afectadas como participantes activos e igualitarios en el proceso.