La administración toma medidas antagónicas ante el desarrollo de petróleo y gas en el Ártico de Estados Unidos

El Departamento del Interior de Estados Unidos tomó la decisión de proteger 2.8 million acres (1.13 millones ha) del mar de Beaufort de futuras concesiones para la explotación de petróleo y gas, y considerará la protección de 13 millones de acres (5.26 millones ha) adicionales en North Slope designados como áreas especiales en reconocimiento de sus importantes valores naturales e históricos.

Al mismo tiempo, la administración dio su aprobación formal al proyecto Willow de ConocoPhillips, un enorme desarrollo para la extracción de petróleo y gas en los frágiles humedales del North Slope, Alaska. Anualmente, el proyecto producirá 9.2 millones de toneladas métricas de carbono, el equivalente a agregar 2 millones de automóviles a las carreteras estadounidenses.

"Damos la bienvenida a la reciente decisión de la administración Biden por completar la protección del mar de Beaufort de las concesiones de petróleo y gas en alta mar", señala Steve MacLean, director del Programa del Ártico de Estados Unidos. "Esto reduce significativamente el riesgo que se plantea para los ecosistemas y la vida silvestre así como para la subsistencia de las comunidades que han vivido en armonía con la naturaleza durante milenios y quienes a su vez han estado abogando por protecciones más fuertes. Necesitamos una red de áreas protegidas y conservadas en todo el Ártico que ayude a cumplir con los compromisos globales para proteger la biodiversidad y limitar el cambio climático. Este esfuerzo debe ser informado por las voces, el conocimiento y las necesidades locales”.

WWF no apoya la nueva exploración y producción de petróleo y gas a nivel mundial, incluso en el Ártico de Estados Unidos.

“La decisión de la Administración de permitir el proyecto Willow avance pone en riesgo de agregar millones de toneladas adicionales de dióxido de carbono a la atmósfera, dificultando a Estados Unidos cumplir con sus compromisos en virtud del Acuerdo de París”, agrega MacLean.

“En lugar de construir nueva infraestructura basada en combustibles fósiles, necesitamos una transición justa hacia economías renovables y sostenibles en el Ártico, una que esté impulsada por energías limpias y tenga como prioridad las necesidades de las comunidades locales que se preparan para un mundo en constante cambio, con acceso limitado a las oportunidades y una insuficiente inversión histórica”.

Al quemarse, se proyecta que el petróleo crudo obtenido del proyecto Willow produzca alrededor de 280 millones de toneladas métricas de emisiones de carbono a la atmósfera.