El 14 de marzo se anunció la ampliación del Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta, en Colombia, un lugar único en el mundo que alberga cuatro pueblos ancestrales tradicionales y la montaña litoral más grande del planeta. Esta decisión ayudará a salvaguardar la biodiversidad y la cultura de los pueblos ancestrales que lo habitan.

El proceso de ampliación surge con la necesidad de proteger el territorio ancestral de los pueblos indígenas arhuaco, kogui, wiwa y kankuamo, delimitado por la llamada ‘Línea Negra’, una frontera imperceptible que marca una zona sagrada para estos pueblos, y que protege la biodiversidad y la cultura de la región.

Con un incremento de más de 426 mil acres (172 mil ha), el parque ahora cuenta con una extensión superior a un millón 416 mil acres (573 mil ha), convirtiéndose en una de las áreas terrestres más grandes del Caribe colombiano.

La ampliación del parque también contribuirá en la protección de hábitats que presentan altos valores de biodiversidad, especies endémicas, áreas temporales de establecimiento de especies migratorias, incluidas varias bajo algún grado de amenaza, y es el resultado de un proceso de consulta previa, diálogo y concertación con las comunidades indígenas para ampliar la cobertura de protección de su territorio y preservar sus saberes ancestrales.

“Desde hace más de 5 años, WWF-Colombia, a través de Herencia Colombia, ha contribuido para generar diferentes tipos de mecanismos de financiamiento a corto, mediano y largo plazo, para el cumplimiento de los acuerdos de consulta previa, fortalecimiento de la gobernanza, promoción de la voz de las comunidades y protección de su territorio ancestral”, comenta Sandra Valenzuela, directora de WWF-Colombia.

Reducción de las presiones sobre el territorio

El incremento en extensión de esta área protegida reducirá las presiones para los ecosistemas y a la vez blindará costumbres y tradiciones ancestrales, amenazadas por los cambios de identidad cultural promovidos por los procesos de transformación que se están dando en el territorio.

En cuanto a las afectaciones para la biodiversidad, esta ampliación ayudará a reducir impactos por los cambios de uso de suelo para ganadería, los incendios de cobertura vegetal, la tala selectiva, la extracción de fauna y flora, la minería ilegal, el turismo no regulado, la invasión de tierras y nuevas formas de colonización que promueven esquemas productivos insostenibles. Sumado a esto, el territorio sigue soportando prácticas de guaquería para el saqueo de objetos sagrados.

Es importante resaltar que la ampliación del área protegida no solo implica la delimitación de nuevas zonas sino también la implementación de medidas efectivas para garantizar la protección de la cultura ancestral, la biodiversidad y los ecosistemas. Esto incluye la vigilancia y el control de actividades ilegales, la restauración de áreas degradadas y la implementación de estrategias de conservación de especies en peligro de extinción.

Por su parte, WWF seguirá contribuyendo por la sostenibilidad técnica y financiera del área protegida, así como apoyando el seguimiento y cumplimiento de los compromisos de consulta y aplicación del marco de salvaguardas para el trabajo con los pueblos. De igual manera, en la planificación e implementación del plan de manejo y elementos de conectividad, todo como parte de la estrategia Herencia Colombia.