La vida entre los manglares

Por qué tanto la vida silvestre como las personas necesitamos estos árboles para sobrevivir

Con sus enmarañadas raíces arqueadas que se extienden entre la tierra y el mar, los manglares protegen las costas de todo el mundo. Los manglares reciclan los contaminantes, mantienen la calidad del agua y proporcionan hábitat y una fuente segura de alimentos para la vida silvestre y las personas. También juegan un papel clave en la salud climática. Ya que estos árboles pueden almacenar carbono durante cientos o miles de años, los bosques de manglar son unos de los hábitats más ricos en carbono de toda la Tierra. Además, cubren aproximadamente entre 33 millones y 49 millones de acres del mundo y son uno de los ecosistemas más complejos y productivos del planeta.

Entre sus sistemas de enredadas raíces, ramas que cuelgan y hojas que revolotean de los mangles, una colorida variedad de vida silvestre se refugia en estos árboles y los considera su hogar. Sus hojas son la base de una red alimenticia increíblemente productiva que comienza proporcionando nutrientes para algas e invertebrados, que a su vez alimentan a muchos otros organismos. El alcance de los beneficios que brindan los manglares va mucho más allá de los límites de los bosques. El papel de los manglares en el funcionamiento del ecosistema sirve para proteger la vida silvestre de todo el mundo.

Conoce algunos de los animales que viven entre los manglares

Mono narigudo

El mono narigudo es fácil de reconocer por su nariz bulbosa y alargada, se encuentra en peligro de extinción y habita en los manglares de Borneo e Indonesia. Protegidos por la espesa copa de los árboles de depredadores como el cocodrilo estuarino y la pantera nebulosa, estos monos suelen descansar y dormir entre los árboles. 

Es típico que los monos narigudos se alimenten en los manglares. Les apetecen las hojas nuevas y los brotes así como las flores y los frutos que se encuentran en los árboles. De hecho, los monos narigudos tienen bacterias especiales en sus estómagos que les ayudan a digerir las hojas de los manglares, permitiéndoles digerir la celulosa, una fibra que se encuentra en las plantas, y eliminar las posibles toxinas de las hojas. Desafortunadamente, la deforestación de los manglares amenaza el hábitat de los monos, su fuente de alimento y, como consecuencia, sus poblaciones.

Cangrejo de mangle

Los cangrejos de mangle viven a lo largo de la costa atlántica, desde Florida hasta la costa sur de Brasil. Estos pequeños crustáceos dependen de los manglares para vivir y para alimentarse. Durante la marea alta, es posible verlos trepando por las ramas de los árboles de mangle mientras buscan refugio de las crecientes aguas. A medida que la marea retrocede, los cangrejos prefieren arrastrarse a lo largo de la base de los manglares, hurgando en las raíces de los árboles en busca de alimento, incluyendo algunas otras partes de los árboles mismos. Las hojas de mangle rojo constituyen aproximadamente el 84% de la dieta de un cangrejo de mangle adulto. 

Estos cangrejos sirven como vínculo entre la producción primaria de los manglares y la red alimentaria detrítica o basada en descomponedores (organismos que descomponen los organismos muertos o en descomposición). Esto contribuye a la salud general del ecosistema de los bosques de mangle en los que viven.

Dugongo

En los mares que se extienden hasta los manglares del este de África se puede encontrar al dugongo, un vulnerable mamífero marino que a menudo es confundido con su primo, el manatí, debido a su apariencia gris y cuerpo que es más largo que ancho. La relación entre los manglares, los dugongos y los pastos marinos de los que se alimentan sustenta la supervivencia de los tres. 

Los manglares sirven como amortiguadores de las marejadas ciclónicas para las comunidades costeras, y este poder se amplifica con la ayuda de los pastos marinos. Los pastos marinos estabilizan los sedimentos para reducir el impacto de las corrientes marinas y las marejadas protegiendo a los manglares. A cambio, los manglares filtran este sedimento y el exceso de nutrientes que, de otro modo, dañarían los pastos marinos, mejorando la productividad y la resiliencia de los pastos marinos para que los dugongos se alimenten. Los dugongos se consideran una especie indicadora de su hábitat: cuando es posible ver dugongos en los mares, es posible encontrar pastos marinos saludables bajo la superficie del agua.

Pinzón manglero

El ave más rara de Galápagos, el pinzón manglero, solo se puede encontrar revoloteando entre las ramas de los bosques de manglar en las islas occidentales de Galápagos. Estos emblemáticos pinzones de Darwin son pequeños, por lo general de unos 14 centímetros de largo, con un plumaje marrón olivo y picos delicados. 

Los pinzones mangleros usan sus picos para levantar con cuidado la corteza de los árboles de mangle y hurgar entre las hojas caídas en busca de insectos. Dependen de los bosques de mangle para mantener sus hábitos alimenticios. Solo quedan alrededor de 100 individuos, por lo que está considerada como una especie en peligro crítico de extinción. De hecho, los pinzones mangleros son una de las aves con la distribución más restringida del mundo. El pinzón manglero, que anteriormente reclamaba su hábitat en dos islas de Galápagos, Fernandina e Isabela, ahora solo se puede encontrar en la costa noroeste de Isabela. Los vírgenes bosques de mangle de Isabela son necesarios para los requisitos altamente específicos del hábitat del pinzón manglero, lo que hace que este particular parche de bosque de mangle sea vital para la supervivencia de esta especie en peligro crítico.

Ciervo de los Cayos

Los Cayos de Florida son conocidos por sus idílicas playas, además que esta franja de islas también cuenta con más de 1,800 millas (2,800 km) de costas salpicadas de manglares. Aquí se puede encontrar al ciervo de los Cayos, una especie de ciervo en peligro de extinción de la que solo quedan entre 700 y 800 individuos. Amenazados por la pérdida de hábitat debido al rápido desarrollo, las colisiones automovilísticas, las enfermedades y la alteración de su hábitat debido al cambiante clima, los ciervos de los Cayos buscan refugio en los bosques de manglar de los Cayos de Florida. 

Ante el colapso de sus poblaciones y la reducción de su hábitat, la conservación de los manglares es un tema candente en el estado, ya que las poblaciones clave de ciervos se reducen junto con su hábitat. Al igual que muchas otras especies cuyo hábitat se encuentra entre los manglares, la conservación de los manglares y la de los ciervos de los Cayos están, en última instancia, entrelazadas.

Tigre continental

Algunos tigres continentales merodean entre las enredadas raíces de los árboles de mangle. Dependen del follaje para permanecer ocultos y acechar a sus presas. Uno de los hábitats más particulares de estos emblemáticos grandes felinos es el bosque de mangle de Sundarbans, que comparten India y Bangladesh. Este Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es el único bosque donde viven los tigres a lo largo de una costa marina. Los Sundarbans no solo protegen a los tigres que viven dentro de ellos sino también a las comunidades de afuera. Estos magníficos árboles han protegido a las comunidades costeras de Bangladesh e India de las marejadas ciclónicas. 

Los tigres son depredadores por naturaleza y se encuentran en la parte superior de la cadena alimenticia en la naturaleza. Debido a esto, juegan un importante papel en el funcionamiento general del ecosistema, incluyendo el de los manglares de Sundarbans. Por lo tanto, conservar a los tigres significa conservar los hábitats de los tigres, lo que tiene grandes implicaciones para la protección de los humanos y otros animales salvajes en el área.

Nuestro trabajo en WWF para proteger los manglares

En WWF trabajamos con socios de conservación en todo el mundo para promover la conservación de los manglares, con proyectos en Sundarbans, Pakistán, la costa este de África, México, Madagascar, Colombia y Belice. WWF y sus socios, incluidas muchas comunidades pesqueras y costeras, tienen como objetivo promover la restauración de los bosques de mangle y al mismo tiempo ayudar a mejorar las prácticas de pesca sostenible.

El impacto positivo que tiene preservar la salud y la integridad de los bosques de mangle en todo el mundo va más allá de proteger los excelentes servicios que brindan. Proteger los manglares también significa proteger la vida silvestre y los seres humanos.