Los depredadores de los depredadores

La crisis ocasionada por las trampas de lazo que amenaza a los grandes felinos de Asia

Desde las densas junglas del sudeste asiático hasta las extensas colinas boscosas del Himalaya, los grandes felinos deambulan por una amplia gama de ecosistemas en Asia, a menudo solos, en busca de presas y parejas. Los tigres, leopardos y leopardos de las nieves están perfectamente diseñados y adaptados para recorrer y cazar en las condiciones más extremas del planeta.

Pero a pesar de todas sus fortalezas, los grandes felinos se aferran a la supervivencia. ¿Una de sus mayores amenazas? Las trampas de lazo. Estas trampas rudimentarias que han sido colocadas por millones de personas en los suelos de los bosques y en los nevados senderos de las montañas de Asia apenas logran distinguirse a simple vista y representan un peligro mortal para toda la vida silvestre.

Los depredadores de los depredadores

SNARING OF BIG CATS IN MAINLAND ASIA

Este informe muestra evidencia alarmante de casos documentados de trampas de lazo que involucran a un mínimo de 387 grandes felinos en siete países asiáticos entre 2012 y 2021. La mayoría de los casos fueron documentados fuera de las áreas protegidas.

Lee el reporte (en inglés)

En el complejo forestal Belum-Temengor de Malasia, una de las selvas tropicales más antiguas del mundo (y parte del bosque continuo más grande del país), un equipo de guardaparques caminaba a través de la espesa y densa vegetación mientras realizaba el patrullaje de rutina. Esta área prístina es el hogar de 14 de las especies de mamíferos amenazados a nivel mundial, incluyendo el elefante asiático, el oso malayo y el tapir malayo. Estos guardaparques están decididos a protegerlos.

De repente, escucharon un ruido que los detuvo de golpe: un tremendo rugido acompañado de gemidos y gruñidos que provenían a solo unos metros de distancia. Era un tigre, otra especie rara y en peligro crítico que deambula por Belum-Temengor.

El rugido no se acercó ni se alejó.

El valiente equipo decidió acercarse pues sospecharon pudiera ser un animal herido. Encontraron un tigre, más grande que un ser humano adulto, tirado en el suelo, sujetado con fuerza por la apretada y gruesa soga de una trampa de lazo que le desgarraba profundamente la carne. El equipo retiró la trampa y envió al tigre a una instalación para recibir tratamiento. Pero desafortunadamente el gran felino murió dos semanas después a causa de una infección.

Ese joven tigre macho es una de las innumerables víctimas de las trampas de lazo. Los expertos estiman que las personas colocan más de 12 millones de trampas de lazo cada año en las áreas protegidas de Camboya, Laos y Viet Nam. Si bien esta es una cifra asombrosa, es probable que la cantidad total de trampas de lazo colocadas en Asia sea mucho mayor.

En Malasia, las trampas de lazo son una razón clave por la que el número de tigres se ha desplomado a menos de 150 individuos. Una sola región, Belum Temengor, perdió más de la mitad de sus tigres en un período de dos años (entre 2016 y 2018), principalmente debido a las trampas de lazo.

“Una vez que estaba patrullando, estaba revisando una de mis áreas. Tan solo ese día encontré cien trampas de lazo”, comparte Merapi Mat Razi, miembro de alto rango de un equipo indígena de patrullaje de la tribu Jahai, del Complejo Forestal Belum-Temengor. “Encontré muchos animales capturados como el oso malayo, tigre, jabalí, ciervo ladrador y muchos más. Encontré esqueletos. Me sentí furioso. Destruí todas esas trampas de lazo, cien de ellas en un día”.

El grave problema es que estas trampas no discriminan ya que capturan una variedad de animales. Un nuevo informe de WWF-TRAFFIC resalta cómo los grandes felinos de Asia, incluyendo los leopardos, los leopardos de las nieves y los leones asiáticos, también sufren ante el uso generalizado de este asesino silencioso.

Localizando lo invisible

Las trampas de lazo, sogas flexibles de aspecto endeble hechas con cables de freno, nailon de alambre, embragues de bicicletas, cuerdas y otros materiales baratos y ampliamente disponibles, matan a los depredadores que se encuentran en la parte superior de la cadena alimenticia. Pero la mayoría de las trampas son apenas visibles.

“Es muy simple quitar una trampa de lazo pero es difícil encontrar una”, señala Qiu Shi, miembro de un equipo de patrullaje integrado exclusivamente por mujeres de la Oficina de Silvicultura y Pastizales de Dongning en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China.

Lush green forest and a river in Malaysia

Las trampas de lazo a menudo quedan ocultas por la nieve, las hojas, la tierra y la densa maleza y son difíciles de detectar en el suelo del bosque, especialmente donde trabaja Qiu Shi. Durante el invierno, cuando las temperaturas caen por debajo de los 4 grados Fahrenheit, ella y sus compañeros de equipo a menudo se ven obligados a caminar a través de la nieve que les cubre hasta las rodillas sin saber qué hay debajo.

“Si uno pisa una trampa, puede lesionarse, por lo que debe ser muy cauteloso”, comenta. “Los guardaparques son buenos para descubrir las invisibles trampas de lazo, pero los animales no”.

Si un animal queda atrapado por la pierna, la trampa de lazo podría romperle los huesos. Si la trampa se envuelve alrededor de su cuello, el animal luchará cruelmente para tratar de liberarse. Pero, cuanto más se mueva, más apretada quedará la trampa, llevándolo a una muerte lenta e insoportable debido a las heridas, la sed y el hambre. Incluso si el animal lograra escapar, es probable que muera más tarde debido a dolorosas infecciones o a su limitada capacidad para moverse y cazar.

La mitad de los casos de captura de tigres registrados en Asia continental fue debido a la caza furtiva, según el nuevo informe de WWF-TRAFFIC Snaring of Big Cats in Mainland Asia.

Los cazadores furtivos matan a los grandes felinos para elaborar productos para la medicina tradicional, amuletos espirituales, moda o decoración del hogar. El comercio ilegal de vida silvestre es el cuarto comercio ilegal más lucrativo del mundo, después del tráfico de narcóticos, humanos y armas.

Gran parte de la vida silvestre que se pretende cazar con las trampas de lazo se ha identificado como mamíferos, animales que tienen mayor riesgo de transmitir enfermedades zoonóticas a los humanos. Las trampas de lazo también amenazan la seguridad alimentaria de las comunidades locales que dependen de la carne de los animales silvestres para su sustento.

Más ojos vigilando

El informe resumido de Snaring of Big Cats in Mainland Asia, una investigación sobre las trampas de lazo para grandes felinos en Asia continental, muestra que la mayoría de los casos de trampas de lazo ocurre fuera de las áreas protegidas (65% en tigres, 93% en leopardos), situaciones donde los grandes felinos a menudo mueren en trampas de lazo colocadas para especies de ungulados, ya sea para evitar que invadan los cultivos o para ser cazados furtivamente.

Camera trap image of a snow leopard caught in a snare

Como miembro de su unidad local contra la caza furtiva basada en la comunidad y presidenta de su equipo local de respuesta rápida, Sapika Magar, que vive en la aldea de Nirmal Thori en Parsa, Nepal, dirige un equipo de voluntarios para mitigar el conflicto entre humanos y vida silvestre y a la vez ayudar a confiscar las trampas de lazo, denunciar incidentes de delitos contra la vida silvestre y realizar patrullajes en estrecha colaboración con los guardaparques y las autoridades gubernamentales de la zona.

Nirmal Thori, se encuentra en las periferias del Complejo de Tigres de Chitwan-Parsa-Valmiki, una gran extensión boscosa que comparte aproximadamente 62 millas (100 km) de su límite con la India y que es clave para el movimiento de elefantes, tigres y leopardos. El complejo forma parte del Terai Arc Landscape, uno de las regiones más pobladas, tanto en términos de personas como de grandes felinos.

Hay más de 400 unidades comunitarias contra la caza furtiva en Nepal, dirigidas por equipos de jóvenes como Magar, que trabajan con guardaparques y autoridades del parque para que los senderos del bosque se mantengan seguros para la vida silvestre y las personas. Los miembros de estas unidades documentan las evidencias de la caza furtiva, desmantelan las amenazas en los senderos de los tigres y evalúan la salud de los bosques, y son aliados clave en los esfuerzos para erradicar las trampas de lazo.

Se sabe que la confianza y el apoyo de las comunidades locales que se han ganado gracias al diálogo constante y constructivo con los guardaparques es uno de los factores más críticos para reducir la probabilidad de actividades de caza furtiva en las áreas protegidas.

Desenredando la crisis de las trampas de lazo

A final de cuentas, ninguna solución por sí sola puede poner fin a la crisis ocasionada por las trampas de lazo. Para abordar la causa raíz del comercio ilegal de vida silvestre necesitamos un enfoque multidisciplinario por parte de todos los interesados.

En primer lugar, todas las estrategias de conservación deben adoptar un enfoque centrado en las personas, ya sea proporcionando recursos e incentivos para que la población local lidere actividades para reducir las trampas de lazo o creando conciencia sobre los impactos del comercio ilegal de vida silvestre. Involucrar a los pueblos indígenas y las comunidades locales en los esfuerzos de conservación y la gobernanza de los recursos naturales es fundamental para el éxito a largo plazo.

En segundo lugar, debemos fortalecer la aplicación de la ley en torno a la protección de la vida silvestre y las leyes contra las trampas de lazo, ya sea estableciendo definiciones consistentes para las trampas y las trampas de lazo o asegurando que los perpetradores sean enjuiciados. Paralelamente, las campañas dirigidas al cambio de actitud pueden reducir efectivamente la demanda de los consumidores de partes de grandes felinos y carne de vida silvestre.

“Hace 30 años quité mi primera trampa de lazo en China y hoy en día estas mortales trampas siguen siendo la mayor amenaza para la supervivencia de los grandes felinos de Asia”, señala Stuart Chapman, líder de la Iniciativa Tigres Vivos de WWF. “Sabemos lo que se debe hacer, las soluciones son efectivas y, si se mantienen, pueden conducir a la rápida recuperación de las poblaciones de vida silvestre”.