Observando la vida silvestre en invierno
Salir en busca de señales de animales durante los meses más nevados es una divertida excusa para desafiar el frío
- Fecha: 24 febrero 2025
- Autor: Danielle Brigida

Según el lugar donde vivas, el invierno puede ser sinónimo de paisajes nevados, noches largas repletas de estrellas, temperaturas gélidas y mucho tiempo para descansar. Hibernar en esta época es una gran estrategia para muchos, pero ¿qué pasa con los animales que se mantienen ocupados y despiertos durante el invierno?
Muchos animales están activos durante los meses de invierno, buscando comida y pareja, formando familias o explorando el paisaje.
A continuación te mostramos algunas fascinantes especies de América del Norte que vale la pena buscar durante los climas fríos.
Águila calva

Si te encuentras cerca de un cuerpo de agua en invierno, debes estar atento a las águilas calvas, ya que es un buen momento para verlas a través de los árboles mientras posan y pescan. Están activas durante todo el invierno y están aún más ocupadas en la época cuando comienzan a construir sus nidos. Los nidos de las águilas calvas son enormes (algunos pesan hasta una tonelada) y suelen tener entre 4 a 6 pies (1.20 y 1.80 m) de diámetro y 3 pies (90 cm) de profundidad, por lo que primero pudieras presenciar un nido antes de ver a las águilas volando. Intenta encontrar a estas águilas y sus nidos en árboles viejos. ¿Acaso ves más de un águila? A veces, en invierno, las águilas calvas posan juntas en grandes grupos y forman lo que se denominan dormideros comunitarios. ¿No estás listo para salir al frío? Busca una cámara web con águilas calvas para que puedas observarlas y te mantengas alejado del frío.
Nutria de río

Cuando eres una nutria de río, ¡el invierno no te detiene! Tienes que pescar, pescar y pescar. Las nutrias están activas todo el año y normalmente se desplazan entre distintos lugares. Son talentosas nadadoras y, cuando están en tierra, ¡corren, caminan, saltan e incluso se deslizan! La mayor parte del año están activas de noche, al amanecer o al anochecer, pero en invierno se vuelven más activas durante el día. Afortunadamente, a finales del invierno los niveles de agua suelen descender por debajo de los niveles de hielo en lagos y ríos congelados, lo que deja una capa de aire que permite a las nutrias de río moverse y cazar bajo el hielo. Las nutrias de río prefieren hábitats que tengan algo de cobertura de hielo con bosques y humedales cercanos; busca sus huellas mientras se deslizan para desplazarse en la nieve.
Pato de cresta

El invierno es una excelente época para observar aves acuáticas. El pato de cresta es el único pato serreta que se reproduce exclusivamente en Estados Unidos, es pequeño y cuenta con llamativas crestas, bucea y se alimenta de peces. Al igual que muchas especies de patos, comienzan a emparejarse durante los meses más fríos y se alimentan con más facilidad al aire libre. Se pueden observar nadando en grupos o con parejas, a menudo ocupados cortejándose para la próxima temporada de anidación. El mejor momento para buscar patos de cresta y la mayoría de las demás especies de aves acuáticas es al amanecer o temprano por la mañana. No importa dónde estés, el invierno trae consigo una variedad de aves acuáticas y fascinantes patos, así que toma unos binoculares y dirígete al humedal, pantano o cuerpo de agua al aire libre más cercano y mantén tu vista en el agua.
Zorro rojo

En los meses de invierno, los zorros rojos conservan energía y cambian su dieta limitándose a lo que esté disponible. Estos asombrosos y adaptables animales se sienten tan cómodos en grandes áreas boscosas como en vecindarios suburbanos. A menudo es más fácil avistarlos al amanecer y al anochecer, pero en invierno se vuelven más activos durante el día. También pueden ser más ruidosos, con alarmantes chillidos que generalmente se escuchan en enero y febrero, cuando la temporada de apareamiento suele alcanzar su punto máximo. Los zorros rojos son expertos cazadores y usan su extraordinario sentido del oído y sus impresionantes saltos para cazar ratones y topos bajo la nieve. Tienen un pelaje espeso y a veces se pueden ver durmiendo la siesta al sol, con la cola cubriéndoles la nariz.
Búho barrado

Durante la temporada de nieve, es posible que escuches el llamado del búho barrado, que suena como si estuviera diciendo "whooo cooks for you", algo que hacen para marcar territorio o encontrar pareja. Observa los árboles y busca una silueta con forma de balón de fútbol americano; ¡puede que sea un búho barrado! Los árboles desnudos del invierno permiten avistar búhos con un poco más de facilidad o, si tienes suerte, puedes ver un búho volando de una rama a otra. Escucha los llamados y busca destellos de plumas. Los búhos tienen un vuelo silencioso gracias a las dentadas en las plumas de las alas y los flecos en las plumas de la cola, por lo que es fácil que pasen desapercibidos.
Venado cola blanca

Aunque los ciervos están activos en invierno, deben conservar su energía. Un segundo estómago y las relaciones cercanas los ayudan a superar las adversas condiciones climáticas. En primer lugar, se mueven menos y se quedan en el mismo lugar refugiándose bajo los árboles o en los matorrales, especialmente cuando nieva mucho. En invierno entran en modo de supervivencia, por lo que cambian su dieta y comen partes leñosas de las plantas (gracias a su segundo estómago rumiante). Los sistemas digestivos de los ciervos están específicamente adaptados para comer alimentos fibrosos en invierno, como ramas. Por último, se reunirán en grupos familiares y se acostarán para mantenerse calientes. Como muchos de los animales que mencionamos, los ciervos pueden observarse con mayor frecuencia al amanecer y al anochecer. La temporada de reproducción del ciervo cola blanca suele alcanzar su punto máximo a mediados de noviembre y continúa durante los meses de invierno. Como resultado, los ciervos macho pueden estar activos todo el día y ser mucho menos cautelosos. ¡Ponte atento!
Bisonte

Nuestro mamífero nacional es un majestuoso sobreviviente de la extrema temperatura del invierno. Los bisontes tienen un pelaje tan bien aislado que la nieve no se derrite en sus lomos. Pueden sobrevivir a las tormentas con solo tumbarse en el suelo y quedándose quietos, lo que hace que el invierno sea un buen momento para ver a estos animales donde sea que se los pueda encontrar. Los músculos de su joroba ayudan a impulsar los movimientos de la cabeza de lado a lado, misma que utilizan como quitanieves para apartar la nieve y alcanzar la comida que está debajo. Esta acción, a su vez, crea “autopistas” para que otros animales, como el berrendo, se desplacen a través de la profunda nieve. Cuando buscan comida, sus grandes cabezas y fuertes cuellos abren caminos en la nieve permitiendo que otros animales alcancen pastos que de otro modo estarían fuera de su alcance. A veces, sobrevivir al invierno significa sacar al bisonte que llevamos dentro. Los bisontes aportan increíbles beneficios dondequiera que anden; es por eso que WWF se asocia con las comunidades nativas para devolver a los bisontes a sus territorios originales.
Junco ojioscuro

Los juncos ojioscuros son conocidos tiernamente como pájaros de la nieve. Para muchos, cuando regresan a una zona es la certera y feliz señal de que el invierno ha llegado. Se distinguen por las plumas blancas de su cola y por sus cuerpos más oscuros; a menudo se observan en grandes cantidades picoteando el suelo sin ser molestados por los humanos, tanto en parques como en suburbios. Los juncos son visitantes comunes de los comederos para pájaros y pueden reunirse en impresionantes bandadas. Búscalos cuando camines por el bosque o cerca de matorrales espesos, ya que prefieren refugiarse en árboles de hoja perenne o arbustos.
Bono: ¡Una planta! Col de mofeta

Mientras explores durante el invierno y notes las flores moradas o amarillas que se abren paso a través de la nieve, es probable que te topes con una col de mofeta. Esta planta, una de las primeras en florecer dondequiera que se encuentre, puede generar su propio calor a través de un proceso llamado termogénesis. La col de mofeta, que se encuentra en áreas húmedas y donde hay mucha sombra, es conocida por su distintivo olor a carne podrida, el cual atrae a las moscas y otros polinizadores. Las coles de mofeta tienen un profundo e impresionante sistema de raíces, que alimenta a la planta y le da la capacidad de florecer tan temprano. Tanto las fétidas coles de la costa este como las de la costa oeste dependen de suelos saturados y húmedos.
Consejos para observar la vida silvestre en invierno
- Dales mucho espacio.
- Sé muy silencioso. De esta manera podrás escucharla más fácilmente y molestarla menos.
- Busca un lugar alto desde donde observarla.
- Usa binoculares, cámaras o telescopios para verla de cerca sin molestarla.
- Tendrás más suerte cerca del agua al amanecer y al anochecer, ¡pero el invierno hace posible presenciar actividad durante el día!
Recuerda que molestar demasiado a la fauna silvestre podría hacer que usen la energía que realmente necesitan. Si sigues estos consejos, reducirás ese riesgo y aún tendrás la oportunidad de disfrutar de la fauna silvestre. Aunque la temporada de invierno puede parecer más lenta, es una extraordinaria oportunidad para apreciar la tranquila resiliencia de la naturaleza y un mundo con mucha actividad por parte de la fauna silvestre.
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