Los gorilas son gentiles gigantes que tienen muchos comportamientos y emociones similares a los humanos, como la risa y la tristeza. De hecho, los gorilas comparten el 98.3% de su código genético con los humanos, lo que los convierte en nuestros primos más cercanos después de los chimpancés y los bonobos. Los gorilas, los más grandes de todos los grandes simios, son animales rechonchos con pecho y hombros anchos, manos grandes, parecidas a las humanas, y ojos pequeños ubicados en rostros sin pelo. Las dos especies de gorilas viven en África ecuatorial, separadas por aproximadamente 560 millas (900 km) de bosque en la cuenca del Congo. Cada una cuenta con una subespecie de tierras bajas y tierras altas. Los gorilas viven en grupos familiares conformados por cinco a diez miembros, pero a veces van de dos a más de 50, liderados por un macho adulto dominante (o lomo plateado) que mantiene su posición durante años. El vínculo entre el lomo plateado y sus hembras constituye la base de la vida social de los gorilas. Las hembras alcanzan la madurez sexual alrededor de los siete u ocho años, pero no comienzan a reproducirse hasta un par de años después. Los machos maduran a una edad aún mayor. Una vez que una hembra comienza a reproducirse, es probable que dé a luz sólo a un bebé cada cuatro a seis años, y sólo tres o cuatro crías durante toda su vida. Esta baja tasa de reproducción dificulta que los gorilas se recuperen de la disminución de sus poblaciones. La cantidad de ambas especies de gorilas ha ido disminuyendo durante décadas; de hecho, un informe de las Naciones Unidas de 2010 señala que a mediados de la década de 2020 podrían desaparecer de gran parte de la cuenca del Congo.

Los esfuerzos de conservación de WWF, otras organizaciones y los gobiernos están marcando una diferencia para los gorilas. Se están designando nuevas áreas protegidas para algunas poblaciones de gorilas y la población de gorilas de montaña ha seguido aumentando en los últimos años, lo que permitió que bajara de la clasificación de En Peligro Crítico a En Peligro, en noviembre de 2018.

CAZA Y COMERCIO ILEGAL DE VIDA SILVESTRE

El comercio de carne de animales silvestres, que ocurre en toda África occidental y central, es la mayor amenaza para los gorilas en la actualidad. Estos simios están siendo matados principalmente para satisfacer la demanda de carne de alto nivel en los centros urbanos, donde el consumo de carne de simio se considera un prestigio entre la élite adinerada. Aunque los gorilas pueden constituir sólo una pequeña proporción de todos los animales sacrificados para el comercio de carne de animales silvestres, se convierten en blancos fáciles para los cazadores, y en muchas áreas los cazadores prefieren a los gorilas debido al peso de la carne que pueden vender.

Debido a las lentas tasas de reproducción de los gorilas, incluso la cacería en niveles bajos puede provocar una disminución de la población, tendencia que podría tardar muchas generaciones en revertirse.

ENFERMEDADES

La fiebre hemorrágica del Ébola es una enfermedad grave, infecciosa y a menudo mortal que ha devastado muchas poblaciones de grandes simios africanos. En 2003, los científicos estimaron que un tercio de la población de los gorilas silvestres había muerto a causa del virus del Ébola, y la especie aún sigue en riesgo. Además, debido a que los gorilas comparten tantos rasgos con los humanos, son susceptibles a otras enfermedades humanas. Las poblaciones de gorilas que están en contacto frecuente con humanos son particularmente vulnerables a infecciones respiratorias mortales. En las cordilleras donde habitan, los gorilas que suelen asaltar las granjas o entrar en contacto con los humanos debido al turismo, son susceptibles a la sarna, la tuberculosis y una serie de otras enfermedades de transmisión humana.

DÉBIL APLICACIÓN DE LA LEY

Tanto la matanza de gorilas como el comercio de productos de gorilas son ilegales en toda el área de distribución de los animales, pero debido a la debilidad en la capacidad de aplicación de la ley y a problemas de gobernanza más amplios en algunas de las regiones donde viven los gorilas, los cazadores furtivos, los comerciantes y los consumidores rara vez son detenidos.

DESARROLLO DEL TURISMO

El ecoturismo brinda oportunidades para proteger a los gorilas y sus hogares en el bosque y para ayudar a la población local. WWF ha logrado que los grupos de gorilas se habitúen a los humanos para desarrollar oportunidades de turismo de gorilas. Por ejemplo, en las Áreas Protegidas de Dzanga-Sangha, ubicadas en el suroeste de la República Centroafricana, WWF ha puesto en marcha un Programa de Habituación de Primates desde 1997, mediante el cual se habitúa a los gorilas occidentales de planicie para el turismo y la investigación. Desempeña un papel vital en la estrategia de gestión del parque generando importantes ingresos y fortaleciendo el vínculo vital con la comunidad. El programa es el principal generador de empleos de los pueblos indígenas de la región: actualmente emplea a 60 personas, incluyendo 45 indígenas Ba'Aka. Hoy en día, el turismo está recuperando terreno y se están realizando más inversiones para desarrollar aún más el ecoturismo en Dzanga-Sangha con la meta de alcanzar al menos 1,000 turistas anualmente para el 2025.

MONITOREO DE POBLACIONES

WWF lleva a cabo estudios sobre la ecología, distribución y biología poblacional de los gorilas. También apoyamos la investigación sobre la propagación de enfermedades entre humanos y gorilas y la propagación natural de enfermedades como el Ébola, así como la prevención de enfermedades. Los guardaparques suelen ser quienes monitorean a los gorilas, por lo que WWF y nuestros socios de conservación han establecido un programa de monitoreo de gorilas de montaña -basado en guardaparques- que documentó un aumento del 17% en la cantidad de gorilas en las montañas Virunga durante un período de 14 años.