Restaurando el caudal del río Grande
- Fecha: 13 diciembre 2024
El río Grande, conocido en México como el río Bravo, serpentea a lo largo de 1,900 millas (3,000 km) desde el sur de Colorado hasta su desembocadura en la costa del Golfo de México. Es una fuente de vida para 16 millones de personas y miles de especies silvestres. Sin embargo, pese a ser el quinto río más largo de América del Norte, se está secando con mayor frecuencia, principalmente debido al cambio climático y al riego para la agricultura. WWF está trabajando para restaurar la cantidad de agua que fluye en el río durante las diferentes estaciones para apoyar a las comunidades y la naturaleza.
Simbología
Río principal
Afluentes
Represas principales
Frontera estatal
Frontera nacional
Ciudades
Área protegida Big Bend
Distritos de riego
Cuenca del río
1 LA CIENCIA NOS MUESTRA EL CAMINO
WWF está evaluando el volumen del caudal necesario para mantener un río sano y ayudando a los grupos locales sin fines de lucro y a las comunidades agrícolas a incorporar esa información en la gestión y las políticas hídricas a lo largo de toda la cuenca. Los modelos de cambio climático proyectan una mayor pérdida de agua en el futuro, lo que ocasionaría un mayor estrés hídrico. WWF y sus socios de conservación también lanzaron el primer Informe de Salud de la Cuenca Superior del Río Grande, que puede contribuir con los planes de adaptación.
2 RECUPERANDO LOS CASTORES
Las represas de castores filtran los sedimentos y contaminantes al mismo tiempo que desaceleran la liberación del agua, permitiendo que el agua se acumule en los estanques y se infiltre al suelo. Pero en la cuenca alta del río Grande se ha degradadado el hábitat y capturado animales durante décadas, diezmado las poblaciones locales de castores. WWF está apoyando a los socios locales en la revitalización de hábitats ribereños para aumentar la población de este mamífero y construir “represas análogas a las de los castores” replicando así los beneficios de los inventos creados por estos mamíferos.
3 REMOVIENDO LAS PLANTAS NO NATIVAS
A lo largo del corredor fluvial abundan plantas invasoras, como el pino salado, que consumen cientos de galones de agua por día. WWF ha trabajado en áreas protegidas de la región Big Bend para eliminar esos árboles y planea analizar la posibilidad de reemplazar la vegetación invasora con plantas nativas para reducir el consumo de agua a lo largo del río Grande en Nuevo México.
4 REPONIENDO LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS
La sequía y la demanda ejercen una presión cada vez mayor sobre el río Conchos, un importante afluente del río Bravo en México que irriga tierras agrícolas clave y proporciona agua dulce a millones de personas. WWF-México construyó cuatro presas de filtración para recargar los acuíferos y mejorar la disponibilidad del agua subterránea. Un proyecto similar está en marcha en el Parque Nacional Cumbres de Majalca, una zona estratégica para la recarga de acuíferos.
5 AGRICULTURA RESILIENTE AL AGUA
El 85% por ciento del uso total del agua en la cuenca del río se destina a la agricultura, principalmente a cultivos que requieren de mucha agua, como la alfalfa, el algodón y la nuez. WWF-México ha ayudado a los agricultores del distrito de Delicias a instalar sistemas de riego más eficientes para minimizar el desperdicio de agua. WWF también ha apoyado recientemente innovadores estudios, como la optimización de las mezclas de cultivos en la parte estadounidense de la cuenca, para aliviar la escasez de agua.
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