Por qué la conectividad es tan importante para la vida silvestre y las personas
¿En qué consiste la conectividad ecológica?
La conectividad ecológica es la capacidad de los animales en tierra o en el agua para moverse libremente de un lugar a otro. El movimiento les permite encontrar alimento, reproducirse y establecer nuevos territorios. El libre desplazamiento de los animales, sin obstáculos, y el flujo de los procesos naturales sustentan la vida en la Tierra.
¿Por qué es importante la conectividad?
Hemos aprendido que contar con áreas protegidas que se encuentran aisladas no es suficiente. Cuando las áreas protegidas están conectadas entre sí, ayudan a mantener los procesos naturales que sustentan el aire limpio, el suelo fértil y el agua dulce de los que todos dependemos. Los hábitats que permiten estos movimientos sin obstáculos tienen lo que llamamos "alta conectividad", lo que significa que todos los seres vivos pueden moverse libremente y acceder a los recursos que necesitan para prosperar. Si la conectividad se pierde, los entornos, los sistemas fluviales y los hábitats marinos se fragmentan, el desplazamiento de la vida silvestre se limita o cesa y los sistemas ecológicos pueden comenzar a colapsar.
Amenazas a la conectividad:
Desarrollo e infraestructura
Desafortunadamente, la actividad humana está interrumpiendo la conectividad ecológica, a menudo rompiendo y degradando los hábitats en formas que son dañinas para los animales que viven en ellos. Esto también puede generar un conflicto entre los humanos y la vida silvestre, ya que las personas y los animales entran cada vez más en contacto entre sí mientras compiten por el espacio y los recursos.
En tierra, un camino o cerco puede impedir que los animales accedan a una fuente de agua. Las ciudades y pueblos en expansión pueden invadir tierras que alguna vez fueron ricas en vida silvestre, bloqueando su libre desplazamiento. En los ríos, las represas pueden impedir que los peces naden río arriba para reproducirse o encontrar alimento. De manera similar, las crías de especies marinas suelen viajar grandes distancias en el océano entre los lugares de crianza donde nacen y las áreas de alimentación. Estos hábitats pueden estar conectados por las corrientes oceánicas, pero cuando estas rutas se ven interrumpidas por actividades como la sobrepesca o el desarrollo de infraestructura, las crías enfrentan dificultades para llegar a sus destinos.
Las distintas artes de pesca, las rutas de navegación y el ruido derivado también tienen un impacto negativo en animales como las ballenas que migran grandes distancias en nuestros océanos.
Crisis climática
La crisis climática, que también es ocasionada por la actividad humana, está contribuyendo a que los recursos sean cada vez más escasos; a que los fenómenos meteorológicos sean más frecuentes y extremos; y al aumento y calentamiento de los océanos. Debido a estas crecientes amenazas, la conectividad es más importante que nunca para que las especies puedan adaptarse y alejarse de lugares donde las condiciones son cada vez menos favorables. La conectividad es crucial para la supervivencia de la vida silvestre en medio de la crisis climática.
Por ejemplo, algunos animales silvestres pueden ser víctimas de sequías en las fuentes de agua, cambios en la distribución de los árboles, temperaturas más altas y menos presas. Esto podría alejarlos de sus hábitats comunes en busca de entornos y recursos más adecuados. Sin conectividad, la vida silvestre desplazada tendrá dificultades para adaptarse a estos cambios.
El agua dulce, los alimentos y las comunidades también necesitan de la conectividad
La falta de conectividad no solo afecta la movilidad de los animales, sino que también interrumpe los importantes procesos ecológicos de los que dependen las personas para obtener recursos naturales saludables y una rica variedad de vida para su sustento.
Por ejemplo, las represas interrumpen el libre flujo de los ríos e impactan a las comunidades río abajo alternado los flujos estacionales de agua que transportan sedimentos y nutrientes. Estos son necesarios para una agricultura y pesca saludables en las llanuras aluviales y ayudan a reducir los riesgos de inundaciones y sequías. La deforestación que da pie a la agricultura y otros usos de la tierra, así como la degradación de los bosques, debido en gran parte a la tala ilegal, están fragmentando importantes hábitats forestales. Esto significa que los bosques ya no pueden realizar las funciones que ayudan a mantener ecosistemas saludables, como proporcionar alimentos, mitigar las emisiones de carbono, reducir la erosión del suelo y mantener vías fluviales saludables. En América Latina, por ejemplo, más de la mitad del área de distribución histórica del jaguar se ha perdido debido a la deforestación, la expansión agrícola y el desarrollo de infraestructura, aislando a las poblaciones de jaguares en porciones terrestres aisladas. La falta de conectividad entre estos hábitats dificulta que los jaguares se reproduzcan y busquen presas, lo que aumenta el conflicto entre los humanos y la vida silvestre a medida que los jaguares recurren a la caza de ganado para alimentarse.
Restableciendo la conectividad
WWF trabaja para administrar, mantener y restablecer la conectividad en todo el mundo, implementando varias estrategias según el tipo de entorno terrestre o marino y las especies que estamos trabajando para conservar. En tierra, en los ríos y los océanos, mantenemos, creamos y restauramos corredores de vida silvestre: tramos de hábitats designados que permiten que la vida silvestre se mueva libremente de un lugar a otro. Y WWF está trabajando cada vez más para mantener los corredores de manera que tengan en cuenta cómo los impactos climáticos afectarán a las plantas y los animales, permitiendo que las especies y los ecosistemas se adapten a medida que cambian las condiciones el entorno. De manera más general, apoyamos la gestión de tierras, ríos y océanos para permitir que la vida silvestre se desplace en la "matriz" de las principales áreas protegidas. La vida silvestre puede desplazarse y moverse a través de tierras comunitarias, granjas, ranchos y áreas concesionadas si están diseñadas y administradas de manera así que lo permitan.
Soluciones para la conectividad y colaboraciones
Nuestro planeta sobrevivirá únicamente si sus ecosistemas están conectados entre sí. Debido a que ninguna entidad puede lograr la conectividad por sí sola, WWF ha cocreado una nueva iniciativa llamada Wildlife Connect con el Center for Large Landscape Conservation y el Grupo Especialista de Conservación de la Conectividad de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN WCPA, por sus siglas en inglés). Wildlife Connect tiene como objetivo proteger, administrar y restaurar la conectividad ecológica en grandes entornos, lo que permite el desplazamiento de la vida silvestre a gran escala y mantiene los beneficios que brindan a los ecosistemas y las personas.
La iniciativa combate la fragmentación de los hábitats, promueve una mejor planificación y gestión del uso de la tierra para permitir el desplazamiento de la vida silvestre, crea redes y corredores ecológicos y mejora el bienestar de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
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