¿Qué es el agua subterránea y por qué es tan importante?

Una mujer llena un balde de agua en un pozo improvisado debajo de un puente. Para encontrar agua, excava en el lecho de un río en Matuge, Mozambique, África.

Cuando pensamos en el agua dulce a menudo recordamos imágenes de arroyos corriendo y lagos cristalinos, pero en realidad, casi toda el agua dulce del mundo (que no está congelada o encapsulada en los casquetes polares y glaciares) es agua subterránea.

El agua subterránea se encuentra bajo tierra, en las grietas y huecos del suelo, la arena y las rocas. Esta agua se mantiene en acuíferos (rocas y/o sedimentos permeables que contienen agua), se puede extraer por medio de pozos, burbujea naturalmente a través de un manantial o se descarga en lagos o arroyos. Aunque está bajo tierra, cuando burbujea, el agua subterránea ayuda a reponer y mantener los niveles superficiales de agua, como los cuerpos de agua que estamos acostumbrados a ver: ríos, lagos o arroyos. Además, el agua subterránea ayuda a que nuestros ríos fluyan libremente.

Alrededor del 50% de la población de Estados Unidos utiliza agua subterránea como agua potable, pero su mayor uso es para el riego de cultivos y la producción agrícola.

Close-up of cupped hands holding water over a stream

Un lugar que depende críticamente del agua subterránea es la cuenca del Río Grande-Río Bravo (RGRB), que crea la frontera entre el suroeste de Texas y México. Más de 16 millones de personas en esta región tanto en Estados Unidos como en México dependen de este recurso; además representa el 25% del agua que se utiliza para la irrigación agrícola y el suministro público en la cuenca.

No solo la gente sino también la vida silvestre local y el río mismo dependen en gran medida del agua subterránea. En algunos tramos del Río Grande-Río Bravo, como la región de Big Bend, más del 50% del agua que fluye en el río proviene de aguas subterráneas durante los meses en que el caudal del río es bajo. También es la principal fuente de agua para humedales y manantiales, que son de importancia crítica para la biodiversidad de agua dulce y la conservación de las aves migratorias.

Uno de los principales retos para proteger las aguas subterráneas es que, por supuesto, se encuentran bajo tierra. Los niveles de agua subterránea no se controlan fácilmente y a simple vista y, por lo tanto, los suministros pueden contaminarse sin saberlo o incluso sobreutilizarse, lo que significa que se extrae más del suelo de lo que se puede reponer de manera sostenible. El agua subterránea puede estar contaminada por vertederos, tanques sépticos, tanques de gas subterráneos con fugas y por el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas.

El agua del RGRB está en peligro crítico. El agua superficial en la cuenca está sobreconcesionada en un 150% y los recursos de agua subterránea de la cuenca también están sobreutilizados. El río en sí ha perdido aproximadamente el 90% de sus flujos históricos y ha sido declarado uno de los diez ríos más amenazados a nivel mundial. Además, el cambio climático y el rápido crecimiento de la población en las ciudades fronterizas están ejerciendo mayor presión sobre los preciosos recursos del río.

Sin embargo, el agua subterránea tiene la capacidad de recargarse y reponerse. Esto puede ocurrir naturalmente cuando la lluvia y la nieve derretida se filtran por las grietas y hendiduras debajo de la superficie de la tierra, o artificialmente cuando las personas toman medidas para restaurar los niveles de agua subterránea redirigiendo el agua para que sea reabsorbida por el suelo a través de canales, cuencas o estanques.

Flores silvestres que crecen en las laderas sobre el Río Grande en las afueras de Terlingua y Big Bend, Texas.

WWF-México ha avanzado en un proyecto de recarga de acuíferos en la parte mexicana del RGRB. El programa ha creado un plan de gestión enfocado en captar agua de lluvia y la infiltración del suelo para reponer los acuíferos y estabilizar el uso continuo. Este trabajo se considera una solución basada en la naturaleza, un tipo de intervención que está alineada con la naturaleza y puede ayudar a construir resiliencia frente al cambio climático.

A medida que el cambio climático empeora, las reservas de agua subterránea serán cada vez más críticas para que podamos tener acceso a agua potable y segura. Lo que necesitamos hacer ahora en los hogares y las ciudades para prevenir la contaminación de las aguas subterráneas es garantizar la eliminación adecuada de los desechos y productos químicos; promover la recarga de acuíferos a gran escala; apoyar los esfuerzos para crear conciencia, como el Global Groundwater Sustainability Call to Action; y presionar a los gobiernos locales y estatales así como a los creadores de políticas públicas a nivel federal para proteger las aguas subterráneas y fortalecer la gobernanza del agua mediante la aplicación de medidas como la Ley de Gestión Sostenible del Agua Subterránea.