Elefante africano de bosque

SITUACIÓN

ESTADO

En peligro crítico

ALTURA

8 -10 pies (2.4 - 3 m)

PESO

2-5 toneladas

HÁBITATS

Bosques tropicales densos

El elefante africano de bosque es el primo escurridizo del elefante africano de sabana. Habita en las densas selvas tropicales de África occidental y central. Debido a que prefiere los hábitats de bosque denso, dificulta el uso de métodos tradicionales para contabilizarlos, como la identificación visual. Su población suele estimarse mediante "conteo de estiércol", un análisis que se realiza en sitio para estudiar la densidad y distribución de las heces.

El elefante africano de bosque es más pequeño que el elefante africano de sabana, la otra especie de elefante africano. Sus orejas tienen una forma más ovalada y sus colmillos son más rectos y apuntan hacia abajo (los colmillos del elefante de sabana se curvan hacia afuera). También existen diferencias en el tamaño y la forma del cráneo y el esqueleto. El elefante de bosque también tiene una tasa de reproducción mucho más lenta que el elefante de sabana, por lo que no puede recuperarse tan rápidamente cuando su población disminuye. Sus últimos bastiones se encuentran en Gabón y la República del Congo, con poblaciones más pequeñas restantes en otros países africanos (Camerún, República Centroafricana, Guinea Ecuatorial) y Costa de Marfil, Liberia y Ghana en África occidental.

Los elefantes africanos de bosque viven en grupos familiares de hasta 20 individuos y se alimentan de hojas, hierbas, semillas, frutas y corteza de árboles. Dado que en la dieta de los elefantes de bosque predomina la fruta, estos animales desempeñan un importante papel en la dispersión de muchas especies de árboles, en particular las semillas de árboles grandes que tienden a tener un alto contenido de carbono. Por eso se los conoce como los "megajardineros del bosque". Para complementar su dieta con minerales, se reúnen en pozos de agua, ricos en minerales, y en salinas que se encuentran a lo largo del bosque.

¿POR QUÉ SON IMPORTANTES?

AMENAZAS

Los elefantes africanos tienen menos espacio para moverse a medida que las poblaciones humanas en constante expansión convierten los hábitats en tierras para la agricultura, los asentamientos y el desarrollo.

PÉRDIDA Y FRAGMENTACIÓN DEL HÁBITAT

Los elefantes africanos tienen menos espacio que nunca para moverse, ya que las poblaciones humanas en constante expansión están convirtiendo los hábitats en tierras para la agricultura, los asentamientos y el desarrollo. El área de distribución de los elefantes se redujo de 3 millones de millas cuadradas (7.8 millones de km2) en 1979 a poco más de 1 millón de millas cuadradas (2.76 millones de km2) en 2007. La tala comercial, las plantaciones para biocombustibles y las industrias extractivas como la tala y la minería no sólo destruyen el hábitat, sino que también abren el acceso a los bosques remotos donde viven los elefantes, facilitando el acceso de los cazadores furtivos. La pobreza, los conflictos armados y el desplazamiento de personas por conflictos civiles también contribuyen a la pérdida y fragmentación del hábitat. Todo esto orilla a los elefantes a islas más pequeñas de áreas protegidas y obstaculiza su libertad para moverse.

Ambas especies de elefantes africanos se ven amenazadas principalmente por la pérdida y fragmentación del hábitat debido a que los bosques son convertidos para dar paso a la agricultura, la ganadería y la infraestructura humana. Como resultado, el conflicto entre los humanos y los elefantes ha aumentado.

La caza furtiva para obtener marfil es la mayor amenaza para los elefantes africanos de bosque. Sus poblaciones disminuyeron un 62% entre 2002 y 2011 y, durante ese período, la especie también perdió el 30% de su área de distribución geográfica. Mientras continúa esta tendencia a la baja, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza declaró al elefante africano de bosque como especie en peligro crítico en 2021.

COMERCIO ILEGAL DE VIDA SILVESTRE

Los elefantes de bosque están amenazados principalmente por la caza furtiva para la obtención de marfil y carne de animales silvestres. A pesar de que la CITES prohíbe la venta internacional de marfil de elefante desde 1990, anualmente se matan decenas de miles de elefantes africanos para satisfacer la demanda ilícita de productos de marfil, como esculturas talladas y joyas. Durante las últimas décadas, la demanda de los consumidores en Asia ha creado el principal mercado ilegal de marfil a nivel mundial. Si bien la caza furtiva en África y la demanda en Asia han disminuido un poco desde el pico de 2012, sigue habiendo un devastador nivel de caza furtiva de marfil de elefante para los mercados que persisten en Asia, África y el mundo. En 2016 se registró el mayor volumen de marfil ilegal incautado desde que comenzaron los registros mundiales en 1989, y se estimó que la población de elefantes de África se redujo en 111,000 elefantes en el lapso de una década antes de 2016, dejando solo unos 400,000 elefantes en estado silvestre.

El comercio ilegal de fauna silvestre, facilitado por redes transnacionales de delincuencia organizada vinculadas al tráfico de drogas, personas y armas, es un delito de bajo riesgo y alto beneficio que amenaza a las poblaciones de fauna silvestre, la seguridad mundial, la salud humana, los medios de vida de las comunidades locales y las operaciones comerciales legítimas. La escasez de recursos, en combinación con las grandes y remotas áreas donde habitan los elefantes, dificultan el seguimiento y la protección de las manadas de elefantes. Al mismo tiempo, los avances tecnológicos y la conectividad en todo el mundo han agilizado la comunicación, las transacciones y el transporte de fauna silvestre ilegal a lo largo de la cadena de tráfico, desde su entorno hasta el comprador. Amparados por el anonimato y la facilidad de conectarse en línea, los traficantes de fauna silvestre pueden identificar a compradores interesados en todo el mundo y completar operaciones utilizando aplicaciones y servicios cotidianos. 

Chili bomb, Namibia

Las “bombas de chile”, una mezcla de estiércol de elefante seco y chile picante, se colocan en los campos de cultivo para mantener alejados a los elefantes debido a que no les gusta el olor del chile.

CONFLICTO ENTRE LOS HUMANOS Y LOS ELEFANTES

A medida que los hábitats se contraen y las poblaciones humanas se expanden, las personas y los elefantes entran cada vez más en contacto. En los lugares donde las granjas limitan con el hábitat de los elefantes o cruzan corredores migratorios de elefantes, los daños a los cultivos y a las aldeas pueden volverse algo común. A menudo, esto conduce a conflictos en los que los elefantes invariablemente pierden. Pero la pérdida de vidas puede ocurrir en ambos lados, ya que las personas pueden ser pisoteadas mientras intentan proteger sus medios de vida y los guardaparques en ocasiones le disparan a los elefantes "problemáticos".

¿QUÉ ESTAMOS HACIENDO EN WWF?

Productos de marfil tallados a partir de colmillos de elefante y cuernos de rinoceronte extraídos furtivamente, confiscados por patrullas contra la caza furtiva en Gabón, África.

CREANDO NUEVAS OPORTUNIDADES

WWF contribuye a la creación de oportunidades de empleo en sectores como el turismo y la gestión de áreas protegidas. Promovemos alternativas como la pesca comunitaria para reducir la pobreza y ofrecer a la población una fuente de proteínas que estén disponibles fácilmente. Esto reduce la dependencia de la carne de animales silvestres como fuente de alimentos e ingresos. Además, WWF trabaja con empresas de ferrocarril, transporte y aerolíneas locales para desincentivar el comercio de carne de animales silvestres.

DETENIENDO LA CAZA FURTIVA

En la cuenca del Congo, WWF se esfuerza por eliminar la caza ilegal en las áreas protegidas y poner fin a la caza de elefantes de bosque. WWF aboga por la caza sostenible de especies menos vulnerables en zonas de amortiguamiento y reservas de caza comunitarias, lo que contribuye a la supervivencia de la vida silvestre fuera de las áreas protegidas. Esto también proporciona carne asequible a una población humana pobre y en crecimiento.

WWF reunió a los países vecinos de la cuenca del Congo para unir fuerzas con el fin de proteger la vida silvestre de la caza furtiva. La Brigada Trinacional Sangha contra la Caza Furtiva de Gabón, Congo y la República Centroafricana es un ejemplo del enfoque regional de WWF para abordar la caza furtiva ilegal de elefantes. Como resultado de esta cooperación internacional, estos "soldados de la vida silvestre" se mueven libremente dentro del área y persiguen a los cazadores furtivos a través de las fronteras. También hemos establecido metodologías de monitoreo de matanza ilegal de elefantes, como MIKE, por sus siglas en inglés, en varios sitios de áreas protegidas.

LUCHANDO CONTRA EL COMERCIO ILEGAL

WWF y TRAFFIC, la red de vigilancia del comercio de fauna y flora silvestres, apoyan el compromiso de la Comisión Forestal de África Central para crear una innovadora red regional llamada PAPECALF que fortalecerá la aplicación de la ley y combatirá mejor la caza furtiva de especies en riesgo debido al comercio ilegal de fauna y flora silvestres. El plan exige mayores esfuerzos contra la caza furtiva, patrullas conjuntas en algunas áreas transfronterizas, mejores controles aduaneros en los puntos de tránsito internacionales, investigación más intensa y procesos judiciales más exhaustivos. También se vigilarán los casos de corrupción y se tomarán medidas contra cualquiera que intente obstaculizar la justicia. Nuestro trabajo de evaluación de los mercados de marfil en África occidental e identificación de las rutas de comercio ilegal de marfil desde África central hasta África occidental y hacia Asia ha desempeñado un papel importante en la elaboración de estrategias de conservación eficaces.

Al abordar la demanda de marfil de elefante por parte de los consumidores, WWF ha estado a la vanguardia de las campañas globales para influir en los gobiernos, el sector privado y el público para ayudar a detener los delitos contra la fauna y flora silvestres. Utilizando la ciencia del cambio social y de comportamiento, hemos desarrollado las evaluaciones de más larga duración sobre la demanda y las motivaciones de los consumidores en relación con el marfil de elefante en los mercados asiáticos, que hemos utilizado para diseñar campañas de concienciación específicas para los consumidores con el fin de disuadir a los compradores de marfil de elefante.

WWF también trabaja con empresas de comercio electrónico, redes sociales y tecnología a través de la Coalición para Acabar con el Tráfico de Vida Silvestre en Internet para abordar el comercio de marfil de elefante y otros delitos contra la vida silvestre en plataformas basadas en la web. Lanzada en 2018, la Coalición incluye 47 empresas miembro que operan en África, Asia, Europa y las Américas.