Del Bosque a los Mercados
DEL BOSQUE
A LOS MERCADOS
CÓMO LA PÉRDIDA DE LA NATURALEZA PROPICIA LAS PANDEMIAS












Cada año ocurren de tres a cuatro nuevos brotes de enfermedades infecciosas.

Un 76% de los brotes proviene de animales. [1][1] Jones, K.E., Patel, N.G., Levy, M.A., Storeygard, A., Balk, D., Gittleman, J.L. & Daszak, P. (2008). Global trends in emerging infectious diseases. Nature, 451, 990–993.
Si bien aún es no está claro cuál fue la fuente exacta del COVID-19, las enfermedades zoonóticas como el COVID-19, enfermedades que se originan en los animales, son un claro recordatorio de la interconexión que existe entre las personas y la naturaleza. Otros brotes graves, como el SARS, la gripe aviar y el MERS, fueron todos de origen zoonótico. Los animales no tienen la culpa de estos brotes. Son las actividades humanas que invaden de manera insostenible los lugares silvestres y las peligrosas interacciones con los animales silvestres las que incrementan el riesgo.

Los brotes de enfermedades zoonóticas como este se producen cuando una enfermedad pasa de los animales, salvajes o domésticos, a los humanos. Cualquier cantidad de interacciones puede conducir a posibles brotes: un cazador que transporta a su casa la carne de un animal salvaje que cazó en un bosque cercano; un granjero que cuida el ganado en las orillas del bosque; un vendedor que vende productos de animales en un mercado.

El “brote” de una enfermedad zoonótica a una persona puede ocurrir cuando una persona es mordida por un animal salvaje; cuando alguien está expuesto a heces, sangre o saliva de un animal salvaje o de un animal domesticado que ha estado expuesto a un animal salvaje; o simplemente por respirar virus en aerosol provenientes de animales enfermos en un mercado de vida silvestre o en otro lugar.

La mayoría de los agentes patógenos que habitan en los animales representan una amenaza menor para las personas. Sin embargo, las zoonosis nuevas, es decir, aquellas que no han sido identificadas previamente, están surgiendo con una frecuencia cada vez mayor.

Cada año ocurren de tres a cuatro nuevos brotes de enfermedades infecciosas.

Un 76% de los brotes proviene de animales. [1][1] Jones, K.E., Patel, N.G., Levy, M.A., Storeygard, A., Balk, D., Gittleman, J.L. & Daszak, P. (2008). Global trends in emerging infectious diseases. Nature, 451, 990–993.
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L os expertos definen los puntos críticos de una pandemia como lugares donde se reúne una mayor concentración de condiciones que ocasionan un mayor riesgo de brotes. [2][2] https://www.publichealth.columbia.edu/research/population-health-methods/hot-spot-spatial-analysis Este campo de la investigación científica aún está evolucionando pero los estudios sugieren que un mayor riesgo de propagación zoonótica ocurre en:
Lugares con altos niveles de biodiversidad, como los trópicos, donde continuamos viendo una deforestación a gran escala. [3][3] https://mol.org/patterns/richnessrarity


Lugares donde la conversión de las tierras para la producción de alimentos y ganado está destruyendo o fragmentando los bosques tropicales y subtropicales, ricos en biodiversidad.
Lugares donde el comercio y la cría de animales silvestres es común, lo que pone a las personas y los animales domésticos en contacto constante y cercano con la vida silvestre.


¿Por qué parece que tales brotes están sucediendo con una frecuencia de casi tres veces más en los últimos 20 a 30 años? ¿Qué ha cambiado?
La respuesta a esta pregunta pudiera encontrarse si entendemos mejor como ha ido cambiando nuestra relación con la naturaleza. A medida que los humanos se adentran en los últimos rincones de hábitat natural que aún quedan, especialmente los bosques tropicales, nos encontramos con más y más virus y patógenos nuevos que pueden representar un riesgo para las personas. Las personas que se asientan y trabajan en áreas recién deforestadas interactúan con estas nuevas enfermedades.
La respuesta a esta pregunta pudiera encontrarse si entendemos mejor como ha ido cambiando nuestra relación con la naturaleza. A medida que los humanos se adentran en los últimos rincones de hábitat natural que aún quedan, especialmente los bosques tropicales, nos encontramos con más y más virus y patógenos nuevos que pueden representar un riesgo para las personas. Las personas que se asientan y trabajan en áreas recién deforestadas interactúan con estas nuevas enfermedades.

La deforestación abre una caja de Pandora y causa abundantes problemas que hacen que los riesgos sean aún mayores. Los estudios científicos han demostrado que los bosques fragmentados y los sitios de caza pueden alterar los ecosistemas, dando como resultado densidades más altas de ciertos tipos de animales, como los roedores, que pueden ser portadores de niveles más altos de enfermedades zoonóticas. [6][6] Estrada-Peña, A., Ostfeld, R.S., Peterson, A.T., Poulin, R. & de la Fuente, J. (2014). Effects of environmental change on zoonotic disease risk: an ecological primer. Trends in Parasitology, 30, 205–214.

La expansión de la infraestructura y la tala legal o ilegal, requiere la construcción de caminos y puede ocasionar la fragmentación de los bosques. La ampliación de las carreteras está asociada con plantaciones comerciales de aceite de palma, caucho y pulpa de papel.

Las nuevas carreteras que se construyen en los bosques inalterados a menudo se pueblan rápidamente por pequeños propietarios que construyen granjas, cazan animales silvestres para consumo o para el comercio y traen ganado. [7][7] Rohr, J. R., Barrett, C. B., Civitello, D. J., Craft, M. E., Delius, B., DeLeo, G. A., Hudson, P. J., Jouanard, N., Nguyen, K. H., Ostfeld, R. S., Remais, J. V., Riveau, G., Sokolow, S. H., & Tilman, D. (2019). Emerging human infectious diseases and the links to global food production. Nature Sustainability, 2, 445– 456. Esta actividad pone a muchas personas en estrecho contacto con la vida silvestre y sus enfermedades.

Los animales silvestres pueden mostrar nuevos comportamientos a medida que sus típicos hábitats naturales desaparecen o se vuelven menos seguros. [8][8] (Faust et al., 2018; Gibb et al., 2020; Gillespie y Chapman, 2006). Extraído de https://www.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/gcb.15508 Esto puede llevarlos a un mayor contacto con la gente. La cría de ganado en áreas recientemente deforestadas también aumenta el contacto entre los animales silvestres y los domésticos, lo que puede resultar en mutaciones de enfermedades y eventuales enfermedades zoonóticas que se transmiten a los humanos. [9][9] (Jones et al. 2013) Varios brotes de enfermedades, como el H5N1 (influenza aviar), el virus Nipah y el H1N1 (gripe porcina), están conectados a operaciones con animales domésticos.

La deforestación abre una caja de Pandora y causa abundantes problemas que hacen que los riesgos sean aún mayores. Los estudios científicos han demostrado que los bosques fragmentados y los sitios de caza pueden alterar los ecosistemas, dando como resultado densidades más altas de ciertos tipos de animales, como los roedores, [6][6] Estrada-Peña, A., Ostfeld, R.S., Peterson, A.T., Poulin, R. & de la Fuente, J. (2014). Effects of environmental change on zoonotic disease risk: an ecological primer. Trends in Parasitology, 30, 205–214.que pueden ser portadores de niveles más altos de enfermedades zoonóticas.
La expansión de la infraestructura y la tala legal o ilegal, requiere la construcción de caminos y puede ocasionar la fragmentación de los bosques. La ampliación de las carreteras está asociada con plantaciones comerciales de aceite de palma, caucho y pulpa de papel. [7][7] Rohr, J. R., Barrett, C. B., Civitello, D. J., Craft, M. E., Delius, B., DeLeo, G. A., Hudson, P. J., Jouanard, N., Nguyen, K. H., Ostfeld, R. S., Remais, J. V., Riveau, G., Sokolow, S. H., & Tilman, D. (2019). Emerging human infectious diseases and the links to global food production. Nature Sustainability, 2, 445– 456.
Las nuevas carreteras que se construyen en los bosques inalterados a menudo se pueblan rápidamente por pequeños propietarios que construyen granjas, cazan animales silvestres para consumo o para el comercio y traen ganado. [7][7] Rohr, J. R., Barrett, C. B., Civitello, D. J., Craft, M. E., Delius, B., DeLeo, G. A., Hudson, P. J., Jouanard, N., Nguyen, K. H., Ostfeld, R. S., Remais, J. V., Riveau, G., Sokolow, S. H., & Tilman, D. (2019). Emerging human infectious diseases and the links to global food production. Nature Sustainability, 2, 445– 456. Esta actividad pone a muchas personas en estrecho contacto con la vida silvestre y sus enfermedades.
Los animales silvestres pueden mostrar nuevos comportamientos a medida que sus típicos hábitats naturales desaparecen o se vuelven menos seguros. [8][8] (Faust et al., 2018; Gibb et al., 2020; Gillespie y Chapman, 2006). Extraído de https://www.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/gcb.15508 Esto puede llevarlos a un mayor contacto con la gente. La cría de ganado en áreas recientemente deforestadas también aumenta el contacto entre los animales silvestres y los domésticos, lo que puede resultar en mutaciones de enfermedades y eventuales enfermedades zoonóticas que se transmiten a los humanos. [9][9] (Jones et al. 2013) Varios brotes de enfermedades, como el H5N1 (influenza aviar), el virus Nipah y el H1N1 (gripe porcina), están conectados a operaciones con animales domésticos.
































La expansión de la agricultura, la expansión de los asentamientos humanos y la presión del mercado global están ocasionando una mayor deforestación y conversión de los hábitats. Además, la deforestación y la conversión son más comunes en lugares donde hay una creciente expansión de carreteras y caminos. [10][10] Pacheco, P., Mo, K., Dudley, N., Shapiro, A., Aguilar-Amuchastegui, N., Ling, P.Y., Anderson, C. and Marx, A. 2021. Deforestation fronts: Drivers and responses in a changing world. WWF, Gland, Switzerland







La expansión de la agricultura, la expansión de los asentamientos humanos y la presión del mercado global están ocasionando una mayor deforestación y conversión de los hábitats. Además, la deforestación y la conversión son más comunes en lugares donde hay una creciente expansión de carreteras y caminos. [10][10] Pacheco, P., Mo, K., Dudley, N., Shapiro, A., Aguilar-Amuchastegui, N., Ling, P.Y., Anderson, C. and Marx, A. 2021. Deforestation fronts: Drivers and responses in a changing world. WWF, Gland, Switzerland
Las carreteras facilitan que las personas se internen en un bosque y entren en contacto con los animales silvestres. Muchas personas que siguen los caminos para realizar actividades relacionadas con la tala, expansión agrícola y minería también cazan, contribuyendo al comercio de vida silvestre. Así como le abren camino a las empresas y a las personas hacia los bosques, las carreteras también facilitan el transporte hacia fuera de los bosques. Esto incluye el transporte de animales salvajes, algunos de los cuales terminan en mercados abarrotados para ser vendidos vivos o masacrados.
Las carreteras facilitan que las personas se internen en un bosque y entren en contacto con los animales silvestres. Muchas personas que siguen los caminos para realizar actividades relacionadas con la tala, expansión agrícola y minería también cazan, contribuyendo al comercio de vida silvestre. Así como le abren camino a las empresas y a las personas hacia los bosques, las carreteras también facilitan el transporte hacia fuera de los bosques. Esto incluye el transporte de animales salvajes, algunos de los cuales terminan en mercados abarrotados para ser vendidos vivos o masacrados.

El comercio de vida silvestre desplaza animales que normalmente nunca abandonarían el bosque hacia áreas urbanas densamente pobladas, o para ponerse en contacto con otras especies con las que nunca interactuarían en la naturaleza. En muchos países existen mercados de vida silvestre que venden abiertamente muchas especies juntas para consumo humano, medicinas tradicionales, mascotas exóticas y productos de lujo. Esta es una situación de riesgo, donde los animales están más estresados y más susceptibles a diseminar virus y contraer enfermedades de otras especies cuando se encuentran confinados en situaciones antihigiénicas y de hacinamiento.

Estudios recientes han revelado que el intenso contacto entre humanos y animales es un factor de riesgo clave para la aparición de enfermedades zoonóticas, especialmente en los mercados permanentes de animales vivos. [11][11] Hong-Ying Li, Guang-Jian Zhu, Yun-Zhi Zhang, Li-Biao Zhang, Emily A Hagan, Stephanie Martinez, Aleksei A Chmura, Leilani Francisco, Hina Tai, Maureen Miller, Peter Daszak, A qualitative study of zoonotic risk factors among rural communities in southern China, International Health, Volume 12, Issue 2, March 2020, Pages 77–85, https://doi.org/10.1093/inthealth/ihaa001

Las categorías taxonómicas de vida silvestre de alto riesgo son grupos de especies que presentan un riesgo particular de transmisión de enfermedades zoonóticas. Se requiere más investigación, pero sabemos que esta lista incluye murciélagos, primates, roedores y muchas aves silvestres, entre otros. Las especies de ganado doméstico también se han visto implicadas en muchos brotes de enfermedades importantes, probablemente después de haber recogido el patógeno de animales silvestres.

Los mercados de vida silvestre de alto riesgo, por lo tanto, pueden proporcionar un entorno fértil para este tipo de mutación viral e infección de humanos, con consecuencias potencialmente fatales. Los brotes de enfermedades como el COVID-19 y el SARS se identificaron por primera vez en los mercados de animales vivos y otros, como el VIH y el Ébola, comenzaron con el consumo de carne silvestre.

El desplazamiento de las personas infectadas también se facilita debido al crecimiento de sectores como el transporte y el turismo que, rápidamente, pueden convertir un brote local en una pandemia mundial.
















El comercio de vida silvestre desplaza animales que normalmente nunca abandonarían el bosque hacia áreas urbanas densamente pobladas, o para ponerse en contacto con otras especies con las que nunca interactuarían en la naturaleza. En muchos países existen mercados de vida silvestre que venden abiertamente muchas especies juntas para consumo humano, medicinas tradicionales, mascotas exóticas y productos de lujo. Esta es una situación de riesgo, donde los animales están más estresados y más susceptibles a diseminar virus y contraer enfermedades de otras especies cuando se encuentran confinados en situaciones antihigiénicas y de hacinamiento.
Estudios recientes han revelado que el intenso contacto entre humanos y animales es un factor de riesgo clave para la aparición de enfermedades zoonóticas, especialmente en los mercados permanentes de animales vivos. [11][11] Hong-Ying Li, Guang-Jian Zhu, Yun-Zhi Zhang, Li-Biao Zhang, Emily A Hagan, Stephanie Martinez, Aleksei A Chmura, Leilani Francisco, Hina Tai, Maureen Miller, Peter Daszak, A qualitative study of zoonotic risk factors among rural communities in southern China, International Health, Volume 12, Issue 2, March 2020, Pages 77–85, https://doi.org/10.1093/inthealth/ihaa001
Las categorías taxonómicas de vida silvestre de alto riesgo son grupos de especies que presentan un riesgo particular de transmisión de enfermedades zoonóticas. Se requiere más investigación, pero sabemos que esta lista incluye murciélagos, primates, roedores y muchas aves silvestres, entre otros. Las especies de ganado doméstico también se han visto implicadas en muchos brotes de enfermedades importantes, probablemente después de haber recogido el patógeno de animales silvestres.
Los mercados de vida silvestre de alto riesgo, por lo tanto, pueden proporcionar un entorno fértil para este tipo de mutación viral e infección de humanos, con consecuencias potencialmente fatales. Los brotes de enfermedades como el COVID-19 y el SARS se identificaron por primera vez en los mercados de animales vivos y otros, como el VIH y el Ébola, comenzaron con el consumo de carne silvestre.
El desplazamiento de las personas infectadas también se facilita debido al crecimiento de sectores como el transporte y el turismo que, rápidamente, pueden convertir un brote local en una pandemia mundial.

La propagación del COVID-19, SARS, MERS y otros brotes similares en la historia reciente hace hincapié en la necesidad de tomar medidas urgentes ante los mayores desafíos de conservación y garantizar sistemas alimentarios seguros para todos. Nunca antes había sido más evidente el costo de la inacción.

No hacer frente a los persistentes retos relacionados con el comercio de vida silvestre de alto riesgo, a la deforestación y a la expansión de la agricultura en áreas que son hábitats para la vida silvestre representa evidentes riesgos para la salud humana por futuros brotes zoonóticos.

Si bien es posible que no podamos identificar el lugar exacto donde ocurrirá el próximo brote, podemos identificar la combinación de factores que aumentan el riesgo.
FUENTES:
[1] Jones, K.E., Patel, N.G., Levy, M.A., Storeygard, A., Balk, D., Gittleman, J.L. & Daszak, P. (2008). Global trends in emerging infectious diseases. Nature, 451, 990–993.
[2] https://www.publichealth.columbia.edu/research/population-health-methods/hot-spot-spatial-analysis
[3] https://mol.org/patterns/richnessrarity Datos resumidos del Map of Life sobre la abundancia de especies. Más información disponible en: www.mol.org.
[4] https://wwf.panda.org/discover/our_focus/forests_practice/deforestation_fronts_/
[5] http://www.routesdashboard.org/
[6] Estrada-Peña, A., Ostfeld, R.S., Peterson, A.T., Poulin, R. & de la Fuente, J. (2014). Effects of environmental change on zoonotic disease risk: an ecological primer. Trends in Parasitology, 30, 205–214.
[7] Rohr, J. R., Barrett, C. B., Civitello, D. J., Craft, M. E., Delius, B., DeLeo, G. A., Hudson, P. J., Jouanard, N., Nguyen, K. H., Ostfeld, R. S., Remais, J. V., Riveau, G., Sokolow, S. H., & Tilman, D. (2019). Emerging human infectious diseases and the links to global food production. Nature Sustainability, 2, 445– 456.
[8] (Faust et al., 2018; Gibb et al., 2020; Gillespie y Chapman, 2006). Extraído de https://www.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/gcb.15508
[9] (Jones et al. 2013)
[10] Pacheco, P., Mo, K., Dudley, N., Shapiro, A., Aguilar-Amuchastegui, N., Ling, P.Y., Anderson, C. and Marx, A. 2021. Deforestation fronts: Drivers and responses in a changing world. WWF, Gland, Switzerland
[11] Hong-Ying Li, Guang-Jian Zhu, Yun-Zhi Zhang, Li-Biao Zhang, Emily A Hagan, Stephanie Martinez, Aleksei A Chmura, Leilani Francisco, Hina Tai, Maureen Miller, Peter Daszak, A qualitative study of zoonotic risk factors among rural communities in southern China, International Health, Volume 12, Issue 2, March 2020, Pages 77–85, https://doi.org/10.1093/inthealth/ihaa001