Los manatíes y manglares en Florida enfrentan cuatro amenazas: ¿cómo podemos salvarlos?
Los manatíes aman los manglares, sitios que usan para alimentarse así como para el descanso y la crianza. Sin embargo, estas dos importantes cualidades de las costas de Florida están en peligro. La población de manatíes se ha recuperado un poco en relación a los últimos años pero continúa enfrentando amenazas muy serias. Tan solo en 2018 murieron unos 800 manatíes. Además, en los últimos 100 años, los bosques de manglar han sido talados a un ritmo alarmante: Tampa Bay ha perdido casi el 50% de sus manglares; mientras que, más al sur, los manglares del estuario de Charlotte Harbor han disminuido en casi un 60%.
Pero no todo está perdido. Si hacemos frente a cuatro amenazas principales, los manatíes y los manglares pueden prosperar para las futuras generaciones.
Desarrollo costero e infraestructura insostenibles
Los increíbles recursos naturales de la costa de Florida han permitido el crecimiento de una floreciente economía que disfrutan tanto residentes como turistas. Pero tras años de desarrollo costero mal planeado, se están poniendo en riesgo los mismos recursos que permitieron ese crecimiento. Los manglares y los humedales han sido arrasados para dar paso a centros turísticos, puertos, carreteras, expansión de la ciudad e industria, perdiendo todos los beneficios que brindan tanto a los humanos como a la vida silvestre. El desarrollo de infraestructura conlleva también un mayor número de personas y contaminación, lo que aumenta los riesgos de mareas rojas y otros impactos.
Mal manejo agrícola y deficiente gestión del agua
Cuando las granjas usan en exceso o inadecuadamente los pesticidas, fertilizantes, desechos animales y otros productos químicos tóxicos, se contamina el suministro de agua con estos productos químicos. El agua contaminada fluye hacia la costa y daña a las plantas y animales silvestres.
El problema del deficiente manejo del agua se ve acentuado por las represas y los sistemas de riego que reducen la cantidad de agua dulce que fluye hacia los humedales. Los manglares toleran el agua salada, pero también necesitan el equilibrio adecuado de agua dulce o de lo contrario pueden volverse demasiado salados, secarse y morir.
Pesca y acuicultura desmedida
La sobrepesca puede ocasionar que desaparezcan los eslabones de la cadena alimenticia marina y la acuicultura puede generar un exceso de nutrientes que llegan al mar. Ambas situaciones cambian el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos y provocan que las mortales mareas rojas -las floraciones de algas que afectan a los manatíes y los manglares- sucedan con mayor probabilidad.
Los manatíes también son golpeados por las embarcaciones o quedan atrapados accidentalmente en las redes de los pescadores. Y la acuicultura desmedida en todo el mundo ha destruido los manglares para dar paso a estanques para peces y camarones.
Cambio climático
El cambio climático está afectando toda la vida en la Tierra. Y los manatíes y los manglares no están exentos. Las condiciones climáticas anormales traen consigo más frentes fríos, a los que los manatíes son muy sensibles; alrededor de 70 manatíes murieron a causa del estrés ocasionado por el frío en 2018. Para los manglares, el aumento del nivel del mar es la mayor amenaza relacionada con el clima; por ejemplo, algunas especies de árboles son incapaces de tolerar la afluencia de agua salada o escapar de las crecientes mareas. Los humedales costeros, incluidos los manglares, absorben una importante cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuando estos ecosistemas se talan, el problema del cambio climático se acentúa ya que se libera aún más carbono a la atmósfera.
WWF ya está trabajando para salvar a los manatíes y los manglares, haciendo frente a cada una de estas amenazas: desarrollando e implementando prácticas responsables para la producción de marisco y pescado; replanteando cómo y dónde producimos el alimento para minimizar el impacto; abogando por que los ríos continúen fluyendo libremente; colaborando con gobiernos e instituciones financieras en el desarrollo de infraestructura sostenible; y trabajando en todos los niveles para prevenir los peores impactos del cambio climático.
Lo mejor de todo es que al adoptar estas medidas no solo se asegurará un mejor futuro para los manatíes y los manglares, sino también se reforzará todo el ecosistema costero. Esto incluye a otros animales marinos y terrestres, aves marinas, arrecifes de coral y a las personas. Si actuamos en los sitios clave ahora mismo, podremos proteger las hermosas costas de Florida y las criaturas que ahí habitan.
Muchas especies de aves, peces, mamíferos, reptiles, insectos y anfibios dependen de ecosistemas costeros como los manglares. Aquí algunos ejemplos:
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