5 cosas que 'Tiger King' no explica sobre los tigres en cautiverio

Tiger King, la nueva serie documental de Netflix, está volviéndose muy popular, pero detrás del drama se oculta una triste realidad: en Estados Unidos los tigres que se encuentran en cautiverio representan un gran problema para la conservación y podrían afectar a los tigres en su hábitat natural.

1. Los tigres cautivos son un gran problema en Estados Unidos

Se calcula que en Estados Unidos existen alrededor de 5,000 tigres en cautiverio, más de los casi 3,900 que quedan en la naturaleza. La gran mayoría de los tigres cautivos son propiedad privada y viven en los patios traseros de las casas, centros de atracciones e instalaciones privadas de crianza. Se cree que solo el 6% de la población de tigres cautivos de Estados Unidos reside en zoológicos y otras instalaciones acreditadas por la Asociación de Zoológicos y Acuarios. Muchos de los dueños privados de tigres no están capacitados adecuadamente para cuidar a los animales salvajes, haciéndolos vulnerables al maltrato y la explotación. A menudo, estas instalaciones permiten el contacto del público con los tigres, incluyendo sesiones de fotografía y horarios para jugar con los cachorros. Durante estos encuentros, el bienestar de estos tigres no es lo único que está en riesgo sino también la salud pública y la seguridad.

2. Desafortunadamente es difícil decir con exactitud cuántos tigres están cautivos en Estados Unidos

Los tigres en Estados Unidos están actualmente regulados por un conjunto de leyes federales, estatales y locales. Ninguna dependencia gubernamental monitorea y rastrea dónde están todos estos tigres, quién es el propietario, cuándo se venden y comercializan o qué sucede con las partes de sus cuerpos cuando mueren. Se requiere una supervisión más centralizada de los tigres cautivos de Estados Unidos para garantizar que no puedan alimentar el tráfico ilegal que amenaza a los tigres silvestres y para garantizar el bienestar adecuado de cada uno de los animales y la seguridad pública.

3. La cría de tigres en cautiverio no es sinónimo de conservación

El contacto del público con los cachorros es popular e increíblemente lucrativo, convirtiéndose en un fuerte incentivo para la cría de tigres en cautiverio que a su vez mantiene el suministro continuo de cachorros para su entretenimiento. Desafortunadamente, estos tigres a menudo son endogámicos, lo que puede ocasionar defectos de nacimiento y problemas de salud, haciéndolos inadecuados para su introducción en la naturaleza. El número de tigres puede aumentar en sus áreas de distribución natural siempre y cuando se mantengan las medidas de protección adecuadas; los esfuerzos de conservación deben de enfocarse en la recuperación de las poblaciones silvestres.

4. Estados Unidos ha establecido regulaciones más estrictas en torno a los tigres cautivos en la última década, pero necesitamos hacer más

En abril de 2016, el gobierno de Estados Unidos fortaleció las regulaciones sobre los tigres cautivos mediante la Ley de Especies en Peligro de Extinción, haciendo que cada vez sea más difícil que estos animales se filtren y fomenten el tráfico ilegal de vida silvestre. Más de 450,000 seguidores de WWF le han pedido al gobierno de Estados Unidos implementar nuevas reglas federales que aseguren que los tigres no se puedan vender a través de las fronteras estatales a menos que el vendedor adquiera un permiso y pueda demostrar que la transacción contribuirá a la conservación de los tigres. Otra regla bajo la Ley de Bienestar Animal limita el contacto del público con los tigres cachorros entre las ocho y las doce semanas de edad. Esta pequeña ventana hace que la rentabilidad de tomarse fotos y acariciar a los cachorros sea menor y, con suerte, reducirá el incentivo de continuarlos criando.

Sin embargo, el Congreso debe actuar para garantizar mayor seguridad para los tigres cautivos de Estados Unidos mediante la aprobación de la Ley de Seguridad Pública de los Grandes Felinos. Esta legislación requeriría permisos federales relacionados con todos los grandes felinos; prohibiría el contacto del público con los cachorros; reduciría el riesgo de que las partes de los tigres de Estados Unidos ingresen al tráfico ilegal de vida silvestre, eliminando así el incentivo más fuerte para la crianza; y mejoraría la seguridad pública y el bienestar animal.

5. Las instalaciones de crianza en cautiverio en Asia, o "granjas de tigres", también alimentan el tráfico ilegal de vida silvestre

El número de tigres en las granjas se ha incrementado rápidamente en los últimos años. Se calcula que existen entre 7,000 y 8,000 tigres en una gran cantidad de instalaciones ubicadas en el este y sudeste de Asia, especialmente en China, Tailandia, Laos y Vietnam. Esta población cautiva es mucho mayor a la de los 3,900 tigres que se estima viven en la naturaleza a nivel mundial. WWF cree que la magnitud actual de las operaciones de crianza en cautiverio dentro de las granjas de tigres representa un importante obstáculo para la protección y recuperación de las poblaciones de tigres salvajes, ya que socavan y complican los esfuerzos de aplicación de la ley y ayudan a perpetuar la demanda de partes y productos de tigres.

WWF está pidiéndole a los gobiernos se comprometan a eliminar gradualmente las granjas de tigres e instituir prohibiciones claras sobre el comercio de tigres y sus partes y productos provenientes de cualquier fuente. Si bien la situación de los tigres cautivos de Estados Unidos es diferente a la de Asia, es fundamental que Estados Unidos, líder constante en la conservación de la vida silvestre, ponga el ejemplo para garantizar que nuestros tigres no contribuyan al tráfico ilegal y para garantizar que Estados Unidos pueda continuar siendo una voz efectiva e influyente en cuanto a la conservación de los tigres.