Científicos ciudadanos ayudan a conservar los tigres de Nepal por medio de cámaras

A Chain Kumar Chaudhary nunca antes le habían importado los bosques. Sin embargo ahora, a sus 25 años de edad y habiéndose graduado del área de humanidades, trabaja como científico ciudadano en WWF-Nepal.

Chaudhary relata que en su infancia “no sabía mucho sobre los bosques o los animales que vivían en ellos, así que no sentía nada por ellos". Eso se debió en parte a que el Corredor Khata, la región cercana al Parque Nacional Bardia en el suroeste de Nepal, donde se crió, solía ser completamente inhóspito y sin mucho para ver o conservar.

Pero la situación comenzó a cambiar lentamente cuando Chaudhary era adolescente. Como parte de los esfuerzos de reforestación de WWF-Nepal en el Arco de Terai, la primera región de conservación de Nepal -de la cual forma parte el Corredor Khata-, los padres y vecinos de Chaudhary empezaron a plantar pequeñas plantas para rehabilitar el bosque cerca de su aldea. Pronto, el Comité de Coordinación Forestal Comunitaria local (CFCC, por sus siglas en inglés) estaba buscando personas para que se unieran a los esfuerzos de conservación. Chaudhary, quien acababa de terminar sus estudios y tenía tiempo libre, decidió postularse.

Lo demás, como ellos dicen, es historia. "Una vez que me comprometí con el CFCC y aprendí más, empecé a sentir esa conexión con los animales y el bosque", menciona Chaudhary. Junto a otros nueve, fue seleccionado para unirse a la Unidad Local Contra la Caza Furtiva, que ayuda a vigilar las actividades ilegales en los bosques cercanos.

Después, hace dos años, Chaudhary fue elegido como uno de los pocos científicos ciudadanos que trabajan con biólogos de WWF-Nepal para ayudar a proteger a los tigres, rinocerontes, elefantes y otros animales salvajes que habitan comúnmente en el Parque Nacional Bardia y sus alrededores.

“Nuestra responsabilidad es instalar y mantener cámaras trampa para monitorear el movimiento de la vida silvestre en el área", explica Chaudhary. A cada ciudadano científico se le asignan dos o tres sitios en sus áreas locales donde se sabe que los animales frecuentan. Cada dos días visitan estos sitios para examinar el estado de las cámaras trampa, cambiar sus baterías, intercambiar tarjetas de memoria, verificar los movimientos de los animales y descargar las imágenes capturadas para enviarlas a los biólogos. Si se va a colocar una cámara trampa en un nuevo sitio, el ciudadano científico también realiza una evaluación exhaustiva de la vegetación en los alrededores, caminando aproximadamente 0.3 millas (medio kilómetro) en todas las direcciones para registrar los tipos de plantas y árboles que se encuentran en el área, su densidad relativa y etapas de crecimiento, entre otros detalles.

Es un arduo trabajo, comenta Chaudhary. "Es difícil llegar a todos los lugares en un día, incluso con mi bicicleta. A veces tengo que caminar y puede llevarme hasta cuatro o cinco horas". Las cosas empeoran en la temporada del monzón, cuando los senderos empapados de lluvia se vuelven resbaladizos por el barro.

Pero los resultados hacen que todo valga la pena, señala. "Mi parte favorita del trabajo es cuando veo la imagen de un tigre en una cámara trampa, especialmente en lugares donde trabajamos tan duro para colocar las cámaras".

Los tigres son el centro del trabajo de los científicos ciudadanos en el Corredor Khata, donde los grandes felinos pueden deambular libremente entre el Parque Nacional Bardia y el Santuario de Vida Silvestre Katerniaghat de la India, en el sur. En los últimos dos años, los equipos han logrado identificar, por medio de la red de cámaras trampa que han establecido en los bosques comunitarios de Khata, más de 30 individuos de tigres.

“Me da mucho gusto que haya tanto tránsito de animales en las selvas que mis padres ayudaron a plantar y crecer. Me motiva aún más para ayudar a protegerlos", comenta Chaudhary. "Me emociono mucho cuando logro captar a un tigre con la cámara y cuando le muestro las fotos a mi hijo, él también se emociona mucho".

Chaudhary además tiene la esperanza de que en el futuro se logre más para ayudar a conservar los animales y los hábitats en los que viven. “Ahora que existe un concepto comunitario del bosque, más personas comprenden realmente la necesidad de proteger y conservar el bosque”.