Defendamos a los osos pardos de la bahía de Bristol
¿Por qué la construcción de la mina Pebble sería desastrosa para la vida silvestre?
- Fecha: 13 mayo 2019
Cada año, los osos pardos de la región de la bahía de Bristol, en Alaska, recorren los prístinos paisajes ubicados entre la costa y los inmensos y montañosos parques naturales. Estos osos, también conocidos como osos grizzly en otras zonas de América del Norte, pesan tanto como un piano de cola y miden unos 30 centímetros más de altura que el humano promedio. Son algunos de los animales silvestres más impresionantes que pueden apreciarse en la naturaleza en Estados Unidos y Canadá.
Los osos pardos no están clasificados como especies en peligro de extinción, de hecho, algunas poblaciones se encuentran en muy buen estado. Sin embargo, en el sudoeste de Alaska enfrentan una amenaza inminente: la potencial construcción de una mina a cielo abierto para la extracción de oro y cobre.
"Los osos son grandes criaturas que necesitan grandes espacios para poder sobrevivir", dice Drew Hamilton, uno de los líderes de las expediciones de Natural Habitat Adventures con sede en Alaska, quien ha pasado más de una década observando y fotografiando osos de Alaska.
"La construcción de esta mina impedirá el desplazamiento del salmón, la principal fuente de alimento de los osos pardos".
Los osos pardos de la bahía de Bristol pasan los inviernos hibernando en madrigueras hasta la primavera, cuando salen a pastar flores y plantas frescas de la región, así como cualquier criatura muerta que se encuentren y les apetezca. Durante el verano, el salmón es el alimento preferido de los osos pardos, así como lo es para los consumidores que mantienen a una industria comercial de salmón valuada en mil quinientos millones de dólares.
La construcción de una gran mina río arriba tiene el verdadero potencial de impactar todo lo que está río abajo. Y todo lo que representa a la bahía Bristol es precisamente lo que está río abajo del proyecto de la mina Pebble.
Durante dos décadas ha existido oposición bipartidista y diversa por parte de la comunidad ante el proyecto de la mina Pebble. Aún así, los desarrolladores quieren cavar una mina de una milla de ancho y un cuarto de milla de profundidad. La excavación de la mina Pebble destruiría unos 3,000 acres (1,200 ha) de humedales y más de 21 millas de arroyos donde nadan los salmones, y la cicatriz en el inalterado y productivo entorno de Alaska sería visible desde el espacio.
“La infraestructura relacionada con la mina es lo que verdaderamente dañaría a los osos. La planta de energía y el corredor vial que se proponen quedarían exactamente en medio de una ruta utilizada por los osos para desplazarse aguas arriba o abajo de las costas occidentales de la ensenada de Cook. El desarrollo también se interpondría en la ruta que muchos osos usan para cruzar las montañas cuando migran, durante la temporada de abundancia de salmón”, dice Hamilton. "Cualquier ataque a los salmones representa un ataque a los osos y a los habitantes de Alaska".
La bahía de Bristol cuenta con la pesquería de salmón silvestre más grande del mundo. Pero lo que realmente significa es que la región es el hogar de una gran biodiversidad. En una época donde reinan el cambio climático y la presión por el desarrollo, es vital que protejamos estos entornos naturales.
En esta región, los habitantes y visitantes regularmente tienen la oportunidad de observar ballenas beluga, ballenas jorobadas, caribúes, osos pardos y alces, sin olvidar mencionar los árboles, flores y plantas de todo tipo. La mina Pebble orillaría a todo el bioma hacia un futuro potencialmente tóxico e incierto.
El gobierno de Estados Unidos aceleró el proceso para la autorización de los permisos, trabajando incluso durante el cierre del gobierno. La administración publicó un borrador apresurado e incompleto de la manifestación de impacto ambiental de los planes de construcción, el cual ahora está abierto a comentarios y revisión pública.
"El momento de detener esto es hoy”, concluyó Hamilton.
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