Definiendo la línea de transparencia de la pesquería de atún

Se requiere de buena información para salvar los océanos. Sin un sólido análisis científico, los investigadores no pueden estudiar lo que no pueden cuantificar y las dependencias de gobierno no pueden gestionar las actividades como la pesca. En pocas palabras: la conservación y el uso sostenible de los recursos del mar no se pueden lograr sin primero reunir buenos datos.

En el caso del atún, uno de los peces con mayor valor comercial del mundo, dichos datos ahora son más importantes que nunca. La mayoría de las poblaciones de atún están totalmente explotadas, lo que significa que, en el mejor de los casos, queda poca o nada de oportunidad para la expansión y, en el peor de los casos, están en peligro de colapsar. Es por eso que la pesca de atún sin supervisión es inaceptable.

La pesca comercial de atún es cada vez más transparente, pero aún queda mucho por hacer

El atún representa una parte importante del gran ecosistema marino, especialmente en aguas internacionales conocidas como altamar. Una gran cantidad de especies vulnerables viajan entre los bancos de atunes, incluyendo tiburones, tortugas y aves marinas. Estos animales pueden quedar atrapados en las actividades pesqueras, un verdadero desafío -llamado captura incidental- para la conservación.

Si bien el atún es importante para el océano, estos peces también son una fuente importante de empleo y seguridad alimentaria para millones de personas. Como actividad económica, la pesca comercial de atún genera más de $42 mil millones de dólares cada año, cifra que según los investigadores es una estimación conservadora.

La mayoría del atún es capturado utilizando una práctica llamada pesca de cerco, que consiste en una gran red utilizada para rodear un banco de atún. Este tipo de arte de pesca tiene como objetivo la captura de especies de atún como el barrilete, pescado que se procesa y enlata principalmente para ensaladas y sándwiches.

Gracias a los esfuerzos globales y las normas implementadas por los gobiernos, la mayoría de los buques cerqueros industriales son observados ampliamente, ya sea con observadores humanos a bordo o sistemas de monitoreo electrónico que recopilan datos sobre las actividades de pesca de un barco.

Atunes en un mercado

Pesca con palangre

Miles de buques palangreros pesqueros

Los buques palangreros, que utilizan líneas que se extienden a lo largo de millas y millas con anzuelos que se hunden muy por debajo de la superficie del océano, representan aproximadamente el 12% de la captura del atún del mundo, es decir, más de 500 mil toneladas de pescado. Se estima que miles de estas embarcaciones palangreras pescan en todo el mundo y en muchos lugares existe poca información sobre lo que están haciendo y capturando, y dónde lo están haciendo. Esta falta de información priva a los científicos de datos esenciales sobre especies distintas al atún que son capturadas accidentalmente como tortugas marinas, tiburones y rayas. También abre la puerta a la pesca ilegal, la pesca no declarada y no reglamentada, y despoja a las comunidades costeras del beneficio de sus recursos.

Después de múltiples ensayos y estudios, está claro que el trabajo de los observadores humanos a bordo y los sistemas de monitoreo electrónico pueden aportar transparencia beneficiando a la ciencia y a la conservación. Entonces, ¿por qué los gobiernos no están obligando esta práctica? Cualquiera que sea la razón, no justifica el riesgo que corren las poblaciones de atunes, los ecosistemas oceánicos y las comunidades.

Los gobiernos deberían tener la mirada puesta en todos los buques palangreros

Ya que hay mucho en riesgo para la naturaleza y las personas, los gobiernos deben tomar medidas para brindar mayor transparencia en torno a las flotas comerciales de palangre. Es factible contar con observadores a bordo y sistemas de monitoreo electrónico.

WWF se está uniendo a una decena de otras organizaciones de conservación para informar a los gobiernos que la falta de monitoreo es inaceptable. Estamos presionando a los líderes de las organizaciones regionales responsables de la gestión de la pesca -los organismos que establecen las normas internacionales para la pesca del atún- para que logren el 100% de cobertura con observadores a bordo de los buques palangreros de atún de inmediato, y para los cerqueros, en lugares donde aún no es un requisito, como en el Océano Índico. Entre el recurso humano y la tecnología, es posible lograrlo.