Nuestros océanos están poseídos por las redes fantasma: suena aterrador pero podemos solucionarlo
- Fecha: 25 junio 2019
- Autor: Lorin Hancock
Las redes fantasma lejos de ser seres sobrenaturales son verdaderamente aterradoras. Una red fantasma es una red de pesca que se ha perdido o abandonado en el océano. Es un componente particularmente grave del problema de la pesca fantasma a nivel global, el cual implica equipos o redes de pesca abandonados en el agua. Cualquier red o chinchorro de línea dejada a la deriva en el océano es una amenaza para la vida marina.
Que una red ya no sea utilizada por los pescadores no significa que deje de funcionar. Estas redes continúan atrapando todo lo que encuentran en su camino, lo que representa un importante problema para la salud de nuestros océanos y la vida marina.
Las redes fantasma no solo capturan peces: también enredan a las tortugas marinas, delfines, marsopas, aves, tiburones, focas y muchas especies más. La mayoría de las veces estos animales quedan atrapados accidentalmente en estas redes ya que son incapaces de detectarlas visualmente o por sonar. Entonces, las redes impiden que los animales se muevan libremente, provocan lesiones y evitan que los mamíferos y las aves suban a la superficie en busca de aire. Cientos de animales pueden ser atrapados en una sola red. Por si fuera poco, las redes fantasma también dañan a los arrecifes de coral, rompiéndolos, exponiéndolos a enfermedades e incluso bloqueando la luz solar que necesitan para vivir.
Las redes fantasma también contribuyen de manera importante a la crisis de la contaminación por plásticos en los océanos. La mayoría de las redes modernas están hechas de nailon u otros compuestos plásticos que pueden durar siglos. Según un estudio de 2018 de Scientific Reports, las redes fantasma representan al menos el 46% de la Gran Mancha de Basura del Pacífico. Esos chinchorros de línea y redes abandonadas de pesca que se rompen nunca desaparecen, simplemente se convierten en piezas de plástico más pequeñas. Los animales marinos confunden estos microplásticos con el alimento y se los comen, lo que puede dañar los órganos internos, evitar que coman y exponerse a sustancias químicas tóxicas.
Erradicar las redes fantasma de nuestros océanos requerirá compromiso, cooperación e innovación. WWF es uno de los muchos grupos que trabajan para eliminar las redes fantasma del mar. Nuestras oficinas en todo el mundo están colaborando con pescadores locales y gobiernos para identificar las áreas prioritarias y eliminar tantas redes como sea posible. En 2015, una sola misión liderada por WWF en el Mar Báltico logró recuperar 268 toneladas de redes, cuerdas y otros materiales.
En primer lugar, para evitar que estas redes se conviertan en fantasmas, WWF está luchando para que los equipos de pesca puedan ser rastreados hasta su propietario, de modo que cualquier persona que arroje redes pueda ser multada, así como la implementación de depósitos reembolsables para fomentar la devolución o el reciclaje de las redes en lugar de convertirlas en basura. También ayudamos con herramientas como los reflectores de sonar que pueden hacer que las redes fantasma sean más fáciles de elaborar y rastrear para las pesquerías de pequeña escala, con el fin de desarrollar equipos y prácticas de pesca más sostenibles. Si atacamos este problema por todos lados -de la mano con nuestros socios de conservación, pescadores y simpatizantes-, podemos erradicar las redes fantasma y proteger nuestros océanos.
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