Soluciones basadas en la naturaleza para combatir la crisis climática

WWF y P&G se unen para restaurar el Bosque Atlántico de Brasil

Combatir el cambio climático significa analizar detenidamente la forma como vivimos: reducir las emisiones de nuestra vida cotidiana así como de los procesos de fabricación y distribución de los productos. También implica luchar por que se implementen políticas locales y nacionales climáticamente inteligentes. Pero, ahora más que nunca, hacer "menos daño" ya no basta. Necesitamos aprovechar el poder de la naturaleza para ayudar a combatir el cambio climático y a la vez brindar beneficios clave para las personas y la vida silvestre.

La naturaleza nos brinda agua y alimentos, nos protege de las enfermedades y suministra muchos de los productos de los que dependemos todos los días. Si no cuidamos la naturaleza, ponemos todo eso en riesgo. El mismo principio también se aplica a los impactos climáticos. De hecho, la naturaleza puede ser la mejor tecnología para mitigar los impactos del cambio climático.

Los bosques son un gran ejemplo de cómo las soluciones que toman en cuenta la naturaleza realmente pueden dar frutos. Cuando no son aprovechados responsablemente, los bosques liberan grandes cantidades de carbono a la atmósfera. La deforestación y la degradación representan la segunda fuente de emisiones de CO2; la primera es la quema de combustibles fósiles. Los científicos estiman que hasta un 13% de las emisiones globales de carbono son producto de la deforestación. Por otro lado, si protegemos, restauramos y mejoramos el aprovechamiento de los bosques del mundo, para el año 2050 podríamos combatir hasta el 20% de la crisis climática actual.

Sin embargo los bosques no son la única solución al cambio climático. Los pastizales, como los de las Grandes Planicies del Norte, almacenan carbono en el suelo y lo mantienen fuera de la atmósfera. Los manglares que bordean las costas de todo el mundo reducen la fuerza de las marejadas ciclónicas mientras que los humedales retienen las inundaciones. Conservar y restaurar estas áreas nos ayuda a mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático, haciendo que las comunidades sean más resistentes y potencialmente evitar la pérdida de vidas humanas.

A medida que el mundo se ha ido uniendo para frenar el ritmo del cambio climático, las soluciones basadas en la naturaleza se están posicionando como parte de las estrategias corporativas. Mientras las empresas trabajan para alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad, muchas reconocen que ya no es suficiente simplemente reducir las emisiones dentro de sus propias operaciones y cadenas de suministro. Están comenzando a redirigir sus esfuerzo a donde pueda tener un mayor impacto: en el vínculo entre el clima y la naturaleza.

P&G, una compañía que adoptó este modelo, anunció hoy un proyecto con WWF para fomentar la restauración del Bosque Atlántico en la costa este de Brasil. Este proyecto forma parte de un compromiso aún más grande de P&G para que sus operaciones globales sean neutrales en carbono a través de esfuerzos que incluyen una serie de intervenciones que protegen, mejoran y restauran la naturaleza.

Más allá de reducir el carbono, la conservación de los bosques nos da otros beneficios. El trabajo conjunto de WWF y P&G en el Bosque Atlántico sentará las bases para la restauración del paisaje forestal. Un bosque restaurado y saludable ayuda a mejorar la calidad y la cantidad de agua, sirve de hábitat para la vida silvestre y promueve la seguridad alimentaria de las comunidades locales.

No se puede escoger entre hacer frente al clima y proteger la naturaleza. Ambos aspectos están y siempre han estado vinculados. Cuando hablamos de cómo enfrentar el cambio climático, la naturaleza debe ser parte de la conversación. Todos debemos luchar por soluciones basadas en la naturaleza invirtiendo en el futuro que todos queremos ver.