Trabajando con las empresas para solucionar la crisis del plástico en el Día Mundial de los Océanos y a diario

Si alguna vez has estado en la playa, es muy probable que hayas visto uno de los problemas más grandes que enfrentan hoy en día nuestros océanos y otros espacios naturales: la contaminación por plásticos. Los desperdicios plásticos son más que una molestia desagradable. En las playas costeras, el Ártico y hasta los manglares, el plástico afecta negativamente a todos los ecosistemas. Daña y mata la vida silvestre, contamina el suelo y las fuentes de agua, y puede poner en peligro los medios de vida y las comunidades de millones de personas alrededor del mundo, especialmente de las personas más vulnerables que dependen de un entorno oceánico saludable.

Si bien podemos y debemos trabajar para limpiar el desorden que existe por la contaminación por plásticos en nuestro ambiente, el primer paso fundamental es cerrar el flujo para evitar por completo que los plásticos lleguen hasta nuestros océanos. Actualmente, se calcula que se genera el equivalente a un camión de desechos plásticos por minuto. Si queremos alcanzar nuestra meta de lograr cero plásticos en la naturaleza para el 2030, tenemos que resolver este gran problema con una solución igual de grande. Es aquí donde el poder de las empresas puede ayudar.

Si bien los consumidores tienen un papel fundamental en detener la contaminación por plásticos, las empresas también deben desempeñar su función cambiando la forma en que se crean, usan y eliminan los materiales plásticos que producen. Las empresas alrededor del mundo saben que la contaminación por plásticos es un problema importante y algunas ya están tomando medidas para solucionarlo. Pero, ¿cuáles medidas deben priorizar las empresas, qué inversiones pueden hacer y cómo pueden asegurarse de que sus esfuerzos están haciendo la diferencia?

En 2019, World Wildlife Fund lanzó ReSource: Plastic, una nueva iniciativa global para responder a esos cuestionamientos. Un año después, cinco empresas líderes incluyendo Keurig Dr Pepper, McDonald's, Procter & Gamble, Starbucks y The Coca-Cola Company dieron un paso sin precedentes hacia la responsabilidad y la acción. Estas empresas han estado trabajando con WWF para medir la cantidad de plástico que realmente usan; determinar cuánta proporción es reciclada, virgen o de origen vegetal. Así mismo, identificar dónde termina el plástico una vez que se elimina para conocer si se reutiliza, recicla, incinera, desecha en vertederos o termina en la naturaleza.

Al contar con todos estos datos recopilados y estandarizados como parte del rastreador de la huella ecológica de ReSource, podemos ver el panorama general, entender que el sistema del plástico se está descomponiendo y que es fundamental reforzar los compromisos existentes que estas empresas han planteado a fin de maximizar su potencial ante el impacto. En el primer informe de ReSource publicado por WWF, Transparent 2020, encontramos que las empresas participantes en este esfuerzo deben enfocarse en eliminar los plásticos innecesarios, usar más plásticos reciclados en su producción, duplicar la tasa global de reciclaje y mejorar la calidad de los datos que las empresas están reportando.

Los hallazgos en este primer informe establecen una línea de base, una forma de ver dónde se encuentran estas cinco empresas hoy en día para poder medir el progreso que lograrán en el futuro. Los futuros informes nos dirán qué tan bien están funcionando las acciones adoptadas, y si no están funcionando, cómo debemos cambiar el rumbo.

El hecho de que la mayoría de las empresas globales más grandes estén reportando con transparencia sus huellas ecológicas del plástico y estén colaborando para resolver la crisis de los desechos plásticos es un gran avance, pero necesitamos que todos den un paso hacia adelante; no alcanzaremos el objetivo de ‘cero plásticos en la naturaleza’ sin el apoyo adicional de las personas y los gobiernos. Las empresas líderes están trabajando para hacer lo correcto pero necesitaremos normativas gubernamentales para que todas las empresas participen. Esto significa un acuerdo mundial vinculante firmado por los líderes gubernamentales para que se comprometan a evitar que el plástico contamine los océanos, algo por lo que todos debemos luchar. Este problema global nos afecta a todos y cada uno de nosotros puede poner de su parte para hacer la diferencia. Además de estos esfuerzos a nivel mundial, los mismos consumidores deben usar menos plástico, exigir opciones reutilizables y desechar el plástico adecuadamente.

Todos debemos aspirar a un futuro donde podamos caminar por la playa y no tropezar con ningún desecho plástico. No es una meta fácil de alcanzar y tomará mucho trabajo de parte de cada uno de nosotros, pero si más empresas siguen el ejemplo de los demás miembros de ReSource y se unen a este esfuerzo, y el resto de nosotros sigue poniendo de su parte, podemos lograrlo. La salud de nuestros océanos y de nuestro planeta dependen de ello.