Tras el incendio, las comunidades del Amazonas comienzan a recuperarse
- Autor: Tatum Nugent
La selva amazónica ardió a un ritmo alarmante el año pasado. Los incendios, avivados por prolongadas sequías, la deforestación excesiva y la quema ilegal, arrasaron con importantes áreas del ecosistema.
Para las personas que viven en el Amazonas, el bosque proporciona los recursos necesarios para vivir, incluyendo alimento, agua y medicina. Sin embargo, los incesantes incendios ocasionaron serios problemas sociales, económicos y de salud para las comunidades locales.
En la región del bosque Chiquitano, en Bolivia, las llamas afectaron 5.4 millones de acres (2.1 millones de hectáreas) de bosque. La calidad del aire se vio tan comprometida que 161 familias se vieron obligadas a evacuar. Junto con los impactos relacionados con la salud pública, el daño causado al bosque generó pérdidas económicas masivas ya que el bosque circundante es hogar de maderas preciosas como cedro y roble. Los incendios también llegaron a las plantaciones de babasu, cuyo aceite es una materia prima utilizada por las mujeres de la zona para la fabricación de jabón y otros productos.
Debido a las sequías, los pozos de agua dulce en las comunidades de los alrededores habían estado secos durante varios meses, dejándolos más vulnerables a incendios y problemas de salud pública.
"No podemos vivir sin nuestros bosques, sin nuestros animales, sin nuestros árboles y, lo que es peor, sin agua, eso sería lo más triste que podría suceder", menciona Polonia Supepi Cuasace, secretaria de la comunidad de Río Blanco.
Los incendios han contaminado muchas de las fuentes naturales de agua que aún quedan. Desde que comenzó la sequía, más de 30 comunidades de la región de Santa Cruz han tenido que depender de agua suministrada en tanques para mantener a sus poblaciones.
Gracias a la generosa ayuda de los seguidores de WWF, nuestros socios de conservación en campo pudieron comprar equipo contra incendios, agua, alimento y los suministros médicos que las comunidades locales afectadas tanto necesitaban. El financiamiento también ha contribuido en el monitoreo de incendios continuos para brindar señales de alerta anticipadas a las comunidades que aún están en riesgo.
El Fondo de Emergencia de WWF para Incendios en el Amazonas fue diseñado para destinar recursos críticos a las personas que están en la línea de batalla ante los devastadores incendios, especialmente a las organizaciones civiles locales que representan y trabajan con los pueblos indígenas y las comunidades para proteger el Amazonas.
Los incendios en el bosque Chiquitano de Bolivia han sido controlados pero la situación está siendo monitoreada continuamente.
Conoce más sobre el Fondo de Emergencia de WWF para Incendios en el Amazonas.
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